LA DEFENSA DE VIENA COMO GENERADOR DE LA MORFOLOGÍA DE LA CIUDAD: s. XV- s. XIX.

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respetando el Glacis.

A pesar de esta victoria, se mantuvo el espíritu de defensa de la ciudad y más cuando luego de un tiempo los húngaros empiezan a incursionar hacia Viena. Como lo primordial de la ciudad era mantenerla segura, se construyó una segunda línea de murallas (linienwall) alrededor de los suburbios que para el 1700 ya eran de una gran extensión.

Esta disposición se realizó no solo para preservar la ciudad sino para dar mayor garantía a los nobles y la alta sociedad de la época que decidieron, por cuestiones de falta de espacio en la Altstadt, mudarse a los suburbios para poder construir los grandes palacios con amplios jardines, característicos de la época barroca del momento.

Según Manuel Reina:

“(...), todo el mundo empieza a construir en las afueras de la ciudad al mismo tiempo que se reconstruyen los edificios destruidos de la ciudad antigua. La nobleza elige los mejores emplazamientos para levantar sus nuevos palacios de verano que los libere de las estrechuras y la falta de espacio de sus lares de la ciudad vieja.”

Es así, como se logra reconocer en esta etapa de la expansión de Viena, 3 componentes: la altstadt (ciudad antigua), el glacis (terreno para defensa) y los suburbios (ya de gran tamaño) para fines de este periodo.

Ciudad unificada, proyecto Rigstrasse.

A finales de s. XVII y principios del s. XVIII ya era necesario unificar toda la ciudad. El Glacis solo era usado como espacio de recreación y dividía rotundamente a la ciudad en dos, debido a que en este periodo los suburbios pasaron a formar parte integral de la ciudad y cobraron tanta importancia como la Altstadt.

Así fue como, en 1858 el emperador llama a un concurso donde salió elegido el proyecto de Van Forster, Ringstrasse.

Con respecto a esto, dijo Manuel Reina:

“El proyecto final consiste en una gran avenida circular, Ringstrasse, ocupando los antiguos terrenos del Glacis, siguiendo el contorno de la Altstadt desde un extremo a otro de su límite norte con el canal del Danubio, bordeada por los conjuntos monumentales formados por los principales edificios de la nación, la gran explanada para uso militar, los parques del hofburg, las zonas destinadas a edificación de los nuevos acuartelamientos y los grandes bloques de edificación privada de uso residencial y comercial.”

Entonces, para el 1900 la ciudad ya se podía entender como una totalidad unificada.

Conclusión.

La morfología de Viena durante los s. XV al s. XVIII estuvo determinada por la defensa y la preservación de la ciudad, materializadas en las murallas. Estas, primero limitaron el crecimiento (hacinamiento de la población en la Altstadt), luego en la segunda etapa lo acompañaron y respaldaron (segunda línea de murallas que protegían los suburbios), y ya en la tercer etapa pasaron a ser la guía para el trazado de la Av. Ringstrasse, que reorganizó toda la ciudad en torno a lo antigua pero integrando completamente y dándole importancia a la parte moderna.