Las particularidades de una fugaz experiencia.
Enviado por Ensa05 • 23 de Diciembre de 2017 • 14.956 Palabras (60 Páginas) • 271 Visitas
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A poco de asumir, Menem se aboca al desmantelamiento del Estado regulador de la economía que en 1945 había contribuido a construir su propio partido (PJ). La sociedad apoya estas medidas, canales de televisión y empresas de servicios públicos se privatizan en tiempo récord.
En 1991 asume como Ministro de Economía Domingo Cavallo, creador del Plan de Convertibilidad, que se proponía acabar con la inflación y estabilizar la moneda, a partir de éste un peso sería equivalente a un dólar.
Como el contexto económico internacional era favorable debido a la abundancia de capitales disponibles para la inversión, Argentina los atrajo a través de la apertura irrestricta de los mercados, lo que dinamizó la economía.
El gobierno procede a una nueva etapa de las reformas que ocasionan el desmantelamiento de la salud, la educación pública y la entrega de recursos energéticos. En 1992 se produce el traspaso de la salud y la educación publica a las provincias, causando un perjuicio para ellas porque no se les trasfirió los recursos necesarios.
Una ola de privatizaciones apuntó a bancos y ferrocarriles, ocasionando el cierre de ramales del interior.
La figura de Menem seguía contando con el consenso popular, en octubre de 1995 es reelegido. Se inicia una nueva etapa de transformaciones que consisten en la flexibilización laboral, que echa por tierra años de conquistas laborales, y la reforma del sistema de salud, por la que las obras sociales de los principales sindicatos pierden buena parte de sus aportes.
El clima económico mundial empieza a ser desfavorable luego del “efecto Tequila” que se produce en 1994 en México, caracterizado por la fuga de capitales y la devaluación.
A partir de 1998 comienza a haber recesión, pese a ello no se plantea abandonar la convertibilidad.
Fernando de la Rúa gana la elecciones de 1999, y debe abocarse a la delicada tarea de paliar los graves problemas sociales que el modelo generó: déficit fiscal, recesión, desocupación, deuda externa.
Durante loa años noventa, la mayoría de los países latinoamericanos incrementaron la dependencia de los flujos financieros internacionales. En la primera mitad de la década los voluminosos capitales atraídos por las privatizaciones en curso dieron buenos resultados y se mostraron sostenibles. En cambio, cuando el ciclo se invirtió y el flujo se interrumpió o se volvió errático, se puso en evidencia la elevada vulnerabilidad de las economías latinoamericanas con respecto a los factores externos, en especial en relación con los ciclos del mercado financiero global. No es casual que las crisis financieras, de diversa magnitud se fueran sucediendo en diversos países, comenzando por su estallido en México en 1994, que contagió el área y culminando por la crisis argentina de 2001, cuando el gobierno nacional anunció la cesación de pagos a acreedores (default), producto de una crisis debida a la enorme volatilidad de los capitales externos, pero también a la política monetaria.
Los índices de riesgo país llegaron a los 7.000 puntos, superando a todas las demás naciones del mundo. Los créditos internacionales quedaron cortados para la Argentina; entre marzo y noviembre de 2001 las reservas de depósitos en los bancos cayeron de 80.000 a 60.000 millones de dólares; como resultado, el gobierno nacional estableció un congelamiento de fondos, llamado “corralito”, que significó el virtual bloqueo de los ahorros de los argentinos. El malestar social creció y el 20 de diciembre, las manifestaciones de protesta fueron duramente reprimidas por las fuerzas policiales, con numerosas víctimas fatales. Ello provocó la caída del gobierno constitucional del presidente Fernando De la Rúa. Su sucesor, Adolfo Rodríguez Saá anunció que suspendía los pagos de las deudas externas. Pero a los siete días en el cargo, se vio obligado a renunciar. Después de una serie de interinatos, la Asamblea Legislativa nombró al senador Eduardo Duhalde como presidente. El peso sufrió una fuerte devaluación y, tras diez años de mantener la paridad 1 a 1 con el dólar, la divisa estadounidense pasó a cotizar a $1,40 en enero, $2 en febrero, $3,5 en julio de 2002.
La sumatoria de ausencia de créditos externos, default, devaluación y corralito financiero, causaron una fuerte lesión en el sistema económico formal de la Argentina. Se interrumpieron las cadenas de pago; centenares de empresas cerraron y los índices de desocupación se agravaron. Según los datos dados a conocer en julio por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), los problemas laborales graves (desempleo y subempleo) llegaron a afectar a casi 5.700.000 personas, equivalentes al 40 % de la población activa.
Junto con la subocupación y desocupación, se produjo una fuerte caída del salario real de los sectores con empleo. De acuerdo a las mediciones del INDEC, a través de la encuesta permanente de hogares de mayo de 2002, en los primeros meses del año, el salario real sufrió un deterioro del 25,5%. Como resultado de estos cambios, se produjo un fuerte incremento de la pobreza en la Argentina. Sobre una población total de 35.000.000, el INDEC señaló que los ciudadanos pobres llegaron a 18.500.000 (53%)
Junto con la pobreza se produjo un fuerte incremento de la indigencia, categoría en la cual se registraron 8.700.000 argentinos (38,8%)
La crisis socioeconómica de 2001‐2002 no aparece, entonces, como un hecho coyuntural, sino como consecuencia de un largo proceso de desarticulación del aparato productivo y de los lazos sociales tradicionales. El Estado que tradicionalmente había ocupado un papel relevante en el abordaje de las problemáticas sociales se revelaba ahora como un organismo incapaz de ofrecer alternativas.
Crisis del 2001 en Coronel Suárez
Incorporar un párrafo que introduzca la problemática puntual de la fábrica para no ir tan rápidamente a tema.
A mediados de 1995 en Coronel Suárez, como consecuencia de las problemáticas económicas internacionales como el denominado “efecto Tequila”, la apertura de la importación y los vaivenes de la economía nacional, se vieron afectadas las empresas en general y en particular la industria del calzado, la mayor fuente de trabajo local, encarnada en la firma GATIC SA, cuya planta laboral ascendía a más de 2200 operarios. Gatic era una empresa conocida por fabricar Adidas en nuestro país, contaba con plantas de fabricación en varios distritos, con un total de 6200 empleados. Fabricaba en nuestra
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