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Mercadotecnia Relaciones Interpersonales.

Enviado por   •  21 de Enero de 2018  •  2.428 Palabras (10 Páginas)  •  503 Visitas

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Todas las personas necesitamos crecer en un entorno socialmente estimulante pues el crecimiento personal, en todos los ámbitos, necesita de la posibilidad de compartir, de ser y estar con los demás (familia, amigos, compañeros de clase, colegas de trabajo, etc.). Baste recordar los esfuerzos que, tanto desde el ámbito educativo como desde el entorno laboral, se realizan para favorecer un clima de relación óptimo que permita a cada persona beneficiarse del contacto con los demás, favoreciendo así un mejor rendimiento académico o profesional.

D. ¿Qué dificultades pueden tener las personas con autismo en el área de las habilidades sociales?

Lógicamente, hay que tener en cuenta que, como el resto del mundo, nos encontraremos con personas con síndrome de Down más abiertas, extrovertidas, con facilidad para entablar relaciones en entornos nuevos, y otras que, por contra, se mostrarán más cautas, más reservadas e introvertidas ante situaciones sociales. Es importante conocer a la persona en particular y respetar su personalidad y su manera de ser en sociedad. No todos somos iguales en nuestros ámbitos sociales.

Ahora bien, las personas con síndrome de Down, al igual que el resto de las personas, pueden manifestar en algún momento de su vida, dificultades en el ámbito de las relaciones sociales. Estas dificultades dependerán de sus historias de aprendizaje, vivencias, experiencias positivas y negativas en el contacto con los demás, oportunidades o barreras de carácter social, etc.

En general, podemos observar limitaciones en el repertorio de habilidades sociales debidas a las siguientes situaciones:

- Falta de oportunidades sociales y modelos de referencia que ayuden a aprender diferentes habilidades

- Dificultad para determinar qué habilidad social es más adecuada, oportuna y eficaz en cada caso o situación

- Sentimientos de incompetencia social, ansiedad ante situaciones sociales, impulsividad, expectativas de fracaso, etc.

- Contextos sociales poco apropiados, objetivamente negativos para la persona, donde se den conductas de rechazo manifiesto, minusvalorarían, recriminación sistemática de sus dificultades, etc.

E. ¿Todos los problemas en las habilidades sociales son iguales?, ¿qué tipos de problemas de relación social puede tener una persona?

En ocasiones, la persona manifiesta dificultades en su competencia social simplemente porque no ha tenido ocasión u oportunidad de aprender estas conductas. A veces, en contextos poco enriquecidos o con limitados modelos de referencia, la persona sencillamente no ha tenido ocasión de experimentar determinadas situaciones y por tanto y no sabe cómo comportarse ante las mismas cuando éstas se dan por primera vez. Imaginemos el hipotético caso de que un joven con síndrome de Down nunca haya ido con sus amigos a un restaurante, o nunca haya tenido ocasión de hablar más íntimamente con una persona hacia la cual siente una atracción especial, o nunca se haya visto en la necesidad de rechazar una invitación inadecuada. Es muy probable que, ante estas situaciones totalmente desconocidas, nuestro joven o adulto con síndrome de Down no tenga dentro de su repertorio de habilidades sociales las conductas apropiadas para manejar estas situaciones adecuadamente. Por tanto, cuantos más escenarios diversos, experiencias y oportunidades de relación proporcionemos a los niños, adolescentes, jóvenes y adultos con síndrome de Down, en mayor medida estaremos facilitando que entrenen, adquieran y consoliden habilidades sociales cada vez más complejas y adecuadas a esta diversidad de situaciones. Se trata de un proceso de generalización de habilidades y transferencia a diferentes situaciones.

En otras ocasiones, es posible que se hayan aprendido un amplio rango de habilidades sociales, pero resulte complejo determinar cuándo poner en práctica unas u otras en función de las exigencias del contexto social. Se trata, en este caso, de un proceso de diferenciación o discriminación de la conducta apropiada. Imaginemos un adulto que ha aprendido adecuadamente diversas fórmulas de saludo (dar la mano, un abrazo, un caluroso beso, etc.) pero que tiene dificultad para llevar a cabo la fórmula más apropiada según la situación. Por ejemplo, al comenzar un nuevo trabajo, deberemos decidir qué saludo es más oportuno según las características de nuestro interlocutor. Así evitaremos situaciones comprometidas tales como abrazar calurosamente al Director General cuando lo más apropiado, con toda probabilidad, hubiera sido dar la mano afectuosamente y con decisión.

En este sentido, éstas podrían ser algunas de las dificultades con las que se puede encontrar la persona con síndrome de Down:

- Dificultad para percibir y discriminar los estímulos relevantes del contexto.

- Dificultad para generar alternativas de respuesta y valorarlas en función de sus posibles consecuencias.

- Dificultad para tomar decisiones y planificar el curso de acción ante una situación social.

- Dificultad para evaluar la propia conducta y su adecuación a las exigencias del contexto.

- Dificultad para aprender de los errores y adecuar la acción.

F. ¿Usted cree que se pueden mejorar las habilidades sociales de una persona? Cómo?

Por supuesto, como ya hemos comentado, las habilidades sociales son conductas concretas que se aprenden si se dan las condiciones adecuadas para dicho aprendizaje. Existen numerosos programas de entrenamiento específicos para enseñar a una persona a ser socialmente habilidoso. En ocasiones, es útil comentar con algún profesional de confianza la posibilidad de ayudarse de alguno de estos programas más estructurados, sobre todo, si la persona con síndrome de Down manifiesta dificultades en diversos ámbitos de su vida (con los amigos, en la escuela, en el trabajo, etc.) o si estas dificultades le provocan un malestar significativo en su vida cotidiana (tristeza por no tener amigos, problemas en el trabajo, conflictos con los hermanos, etc.). En estos casos, el profesional junto con los familiares podrá delimitar con precisión qué dificultades concretas manifiesta la persona y qué habilidades se deben entrenar, partiendo de las más sencillas para ir abordando progresivamente otras más complejas.

Ahora bien, en muchos casos, el aprendizaje por

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