Operacion Crusader. Las guarniciones aisladas
Enviado por Antonio • 11 de Mayo de 2018 • 1.680 Palabras (7 Páginas) • 315 Visitas
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Tras cincuenta y seis días de asedio, Sollum había caído
HALFAYA
El Paso de Halfaya estaba guarnecido por los soldados alemanes del 1er Batallón del 104º Regimiento de Infantería, bajo el mando del Major Wilhem “Papa” Bach y una batería italiana de apoyo comandada por el mayor Pardi. Se encontraban bien atrincherados, y ello les permitió resistir los bombardeos aéreos y terrestres con pocas bajas. No obstante, su principal problema en esos momentos era la falta de agua. La captura de Sollum les había privado de su única fuente, y el Major Bach se vio obligado a enviar una unidad de asalto para que la recapturara el tiempo suficiente como para llenar un camión cisterna que permitiera reponer el suministro de agua potable. El intento cogió por sorpresa a los británicos y tuvo éxito, pero en la confusión de la lucha los alemanes se dispararon entre ellos.
Consciente de los problemas de suministro de Halfaya, Rommel intentó reabastecer a las tropas sitiadas por vía aérea, mediante vuelos nocturnos de transportes Ju 52 que volaron desde la isla de Creta llevando suministros e incluso agua. Pero esos vuelos fueron descubiertos y en la segunda noche fueron interceptados por los cazas nocturnos británicos. Ninguno de los aviones alemanes volvió a sus bases. Era imposible para Luftwaffe ayudar a sus camaradas sitiados.
En esas fechas, los defensores de Halfaya permanecían en sus posiciones hasta la llegada de la noche, momento en el que acudían a recoger el rancho del día. Dos vasos de sopa aguada, una carne de lata en conserva (el Alter Mann) y un cazo de café salado para cada tres hombres. Demasiado para morir, demasiado poco para vivir (Ref. Carell)
Los británicos suponían cuáles eran las condiciones de vida de la guarnición de Halfaya, y nada dispuestos a repetir una debacle similar a la que sufrieron en la operación Battleaxe, confiaron más en el hambre que en la fuerza de las armas. Aunque no por ello la RAF dejó de visitar diariamente las posiciones del Eje.
A mediados de enero llegaron al Paso de Halfaya los restos de la División "Savona", unos centenares de soldados italianos bajo el mando del general De Giorgis, que con el consentimiento de Rommel se habían abierto camino desplazándose desde sus posiciones iniciales. Si bien creció la fuerza numérica de la guarnición, la situación se hizo más desesperada debido a la carestía de suministros.
Apenas una semana después, la situación llegó al límite. El 17 de enero de 1942 el Major Bach envió al Hauptmann Voigt, el oficial de compañía más viejo, para parlamentar con los sudafricanos. Después de las conversaciones preliminares, el mismo Bach, acompañado por el Oberleutnant Schmidt, de zapadores, se dirigió a las posiciones británicas para negociar la rendición. Todo transcurrió con rapidez. Una vez firmados los términos de capitulación, Schmidt hizo señas al conductor, que procedió a cambiar la bandera blanca desde el guardabarros derecho al izquierdo. Se trataba de una treta para avisar a sus hombres. Una vez firmada la capitulación, Bach no podía ordenar la destrucción de sus armas y equipo. La bandera cambiada de lugar fue la señal. En cuanto fue avistada, los defensores de Halfaya procedieron a destruir sus cañones, camiones y armamento. Así, los sudafricanos no consiguieron capturar intacto ninguno de los cañones de 88 mm que tanto daño habían causado a sus compañeros unos meses atrás.
La guarnición de Halfaya se había rendido honorablemente, sin ser nunca derrotada Fiel a la caduca concepción militar de Hitler, el Alto Mando alemán anunció en un comunicado que habían luchado hasta la última bala. Sonaba grandioso, en la tradición militar prusiana. Pero la realidad era completamente diferente. Las tropas de Halfaya aún conservaban una buena cantidad de municiones. Lo que les hizo entregarse fue la sed y el hambre. Pese a ello, el general Fedele de Giorgis fue condecorado con la Cruz de Caballero.
La captura del Paso de Halfaya se convirtió en noticia de primera plana en los periódicos ingleses el 18 de enero de 1942. Se habían rendido más de 6.500 hombres, unos 4.400 italianos y unos 2.200 alemanes, que marcharon camino del cautiverio, primero a Sudáfrica y luego a Canadá. La mayor parte de ellos volvieron a casa al finalizar el conflicto. El Major Wilhelm Bach, el “Pastor del Purgatorio” jamás volvería a ver Alemania. Murió el 22 de diciembre de 1942, apenas un año después de su rendición, a causa del cáncer. Cuando la noticia llegó a Alemania, se produjo un gran pesar. Se dice que el mismo Rommel no pudo contener la emoción. Wilhelm Bach fue ascendido póstumamente a Oberstleutnant.
La pérdida de las guarniciones cercadas supuso un alto costo para Rommel. Perdió cerca de 14.000 hombres, unos 4.000 de ellos alemanes, todos ellos veteranos de la guerra en el desierto. Les echaría muy en falta durante los meses que siguieron.
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