“Raza, clase y ocupación: Guadalajara en 1821”
Enviado por Ledesma • 22 de Enero de 2018 • 1.541 Palabras (7 Páginas) • 463 Visitas
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Dicho esto podemos ver este desarrollo en el aspecto de los talleres artesanales de zapatería que enfrentaban una dura competencia proveniente de las tiendas de la élite que vendían los productos de artesanos independientes a pesar de las protestas del gremio de zapateros, quienes acusaban a las tiendas de vender artículos de inferior calidad, de pagar un salario real menor y de violaciones a las regulaciones establecidas por los gremios.[3]
Entonces los zapateros que conformaba el gremio en este caso el censo de 1821-22 de Anderson, el resultado, si bien muy próximo, fue de 29 maestros zapateros según el padrón. Si tomamos como referencia para el siglo XVIII otro censo, el levantado por Calleja en 1793, encontraremos que arroja un total de 19 zapateros en la ciudad, ciudad —17 si hemos de ser estrictos, pues dos eran aprendices—; por cierto, sólo uno, José Deciderio Rivera, era maestro examinado. Entonces, la existencia de este padrón, nos podría dar un número hasta cierto punto definitivo sobre aquellos que conformaban el gremio zapatero tapatío y la posible producción, que aumentó considerablemente.[4]
Por otra parte, las dificultades implícitas en el adecuado diseño de categorías ocupacionales para el siglo XIX son bien conocidas. La razón de ello estriba en que los productores pre-industriales tendían también a ser "distribuidores" y ya sabemos que es la separación, de estas dos funciones lo que caracteriza la transición de una economía artesanal a una industrial. Dicho en otras palabras, la ocupación por sí misma no nos dice en donde "cabe" precisamente un individuo dentro del proceso de producción, lo que encubre el movimiento de los individuos de una ocupación a otra.
Otra de las cuestiones importantes es que el otorgamiento del don o doña es un indicador muy útil del status ocupacional de una persona. En los padrones de Guadalajara, la asignación de un "don", bien puede resolver el problema de distinguir entre maestros y sus trabajadores dentro de varias ocupaciones; por ejemplo la porción de artesanos de bajo status a los que se les concede el don o doña tiene una alta correlación con la ratio de maestros a trabajadores calculada con base en el número de maestros que votan en elecciones gremiales y el número de trabajadores que aparecen en nuestra-muestra.
También encontramos la aclaración que hace el autor sobre el estudio de los mestizos, que eran con mayor frecuencia jornaleros o sirvientes que los criollos. Mostrando así que los mestizos estaban más sobrerrepresentados en la categoría de artesano de alto status que los mismos españoles. Es cierto que los mestizos propendían a ocupar las categorías artesanales de bajo status más que las otras categorías.[5]
Conclusión.
A modo de conclusión lo que pasó en Guadalajara en 1821, no sólo hubo un incremento significativo en la miscelánea de ocupaciones no manufactureras y en el sector servicios sino también la casi triplicación del ramo de la construcción, que en su mayor parte es un incremento debido a la aparición de trabajadores "casuales" no calificados. Entonces la ciudad reflejaba más la economía artesanal y pre-industrial que la economía "moderna".
Anexos:
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Referencias:
Anderson, R. (1988), “Raza, Clase y ocupación: Guadalajara en 1821”, en Elite, clases sociales y rebelión en Guadalajara, siglos XVIII y XIX, Carmen Castañeda, (ed.), el Colegio de Jalisco, pp. 73-96.
Beato, Guillermo, La construcción de los grupos sociales dominantes de Jalisco. Principios del siglo XIX a comienzos del XX. pp. 11-60.
Olmedo, José, Los Zapateros de Guadalajara; Nueva Galicia, 1751-1824, Guadalajara, Jalisco, México, Universidad de Guadalajara, 1997. pp.357.
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