Resumen John FISHER El virreinato decadente” (pág 7-23)

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Una de las mayores tareas que debía hacer Areche, visitador de Perú, era reformar este sistema tan corrupto. Para esto Areche en primera medida necesitaría realizar una investigación detenida del sistema de repartimiento y hacer lo necesario para reformar la cobranza del tributo erradicando el fraude y haciendo revisitas a las provincias para preparar listas de tributo más exactas. De esta manera la visita de Areche estaba destinada a la implementación del programa Borbón de reforma imperial basado en revisar la administración y mejorar los ingresos. Sin embargo, la visita de Areche fue ineficaz debido al desacuerdo sobre la naturaleza fundamental y la función de la autoridad virreinal en Perú que tuvo con el virrey Guirior.

A principios de 1780 surgieron disturbios (Arequipa, Cuzco y otros pueblos menores) en contra de las innovaciones de la visita.

Otra fuente de descontento que generaba disturbios era la creencia de que los mestizos y otras castas debían pagar tributo cuando las nuevas listas (de tributo más exactas) se completasen.

Finalmente Guirior, por ordenes de la corona y debido a su excesivo apoyo a los intereses de los ricos hacendados había causado una crisis de autoridad, y fue relevado del cargo reemplazándolo por Agustín de Jáuregui.

Areche creía que había una relación entre los desordenes de 1780 y sus esfuerzos en poner mayores controles sobre los repartimientos. Él sostenía que antes de llevar la mercadería a provincia, un corregidor debía recibir una licencia de aduana y que por lo tanto debían establecerse locales para revisar estas licencia de autorización. De tal manera que da alguna protección a los indios y que se evite la evasión de la alcabala.

Un aspecto adicional que disgustaba a Areche era el fraude y la ineficacia asociado al cobro del tributo.

Areche estaba convencido que los corregidores optaban por el fraude y la ociosidad debido a la mala administración de los repartimientos. Su opinión era que estos repartimientos debían ser abolidos y que deberían aumentar los salarios a los corregidores, de esta manera se introduciría el comercio libre en las provincias y los corregidores retirarían su posición en reformas financieras.

Los repartimientos fueron abolidos en diciembre de 1780 por una proclama del virrey Jáuregui debido a las injurias dañinas a los indios y a sus respectivas quejas en los tribunales.

Esta medida fue una respuesta a la rebelión de Tupac Amaru que había comenzado en Noviembre de ese mismo año. Tupac Amaru señalaba que no se estaba revelando contra el monarca, sino actuando e su nombre para mantener a los indios leales a la corona a pesar de tanto maltrato por parte de jueces que pervertían las leyes de un rey benevolente. De esta manera él se proyectaba a que se tomaran medidas para asegurar la ayuda, protección y conservación de los criollos españoles, mestizos, indios y zambos todos pertenecientes de la misma tierra de origen, que han sufrido de las opresiones y demás acciones tiranas de los europeos.

Sin embargo, parecía que sus quejas contra los españoles estaban más a favor de los criollos que de los indios, ya que, en una carta enviada a los habitantes de Arequipa en Diciembre de 1780 demandaba la total abolición de aduanas y de todas las innovaciones producto de la visita. Como resultado los criollos terminaron oponiéndose a Tupac Amaru.

Muchos historiadores han sido tentados de ver la rebelión como un intento de conseguir la independencia o de recrear un imperio incaico, si los criollos hubieran apoyado a Tupac Amaru la rebelión se pudo haber convertido en un movimiento separatista, sin embargo, para esa época (1780) tiene mas sentido entenderlo como una secuencia de acciones infructuosas que terminaron en un violento estallido.

Es importante decir que los fines de Tupac Amaru eran la creación de una audiencia en Cuzco, destituir a los corregidores, terminar con el sistema de repartimiento y también buscaba el mejoramiento en las condiciones de trabajo en las minas y obrajes**.

La reacción de lo las autoridades españolas fue diversa. Por un lado se reconocía que la rebelión fue producto de las opresiones y demás maltrato que provenía de un sistema administrativo débil. El comandante del ejercito, Gabriel de Avilés (debido a informándole y quejándose con Gálvez sobre la situación) aunque rechazaba la idea de que todos los corregidores eran malos él estaba convencido que era el mismo sistema administrativo el que daba pie al abuso. Y justamente estos problemas eran muy parecidos a los que planteaba Tupac Amaru.

La rebelión había logrado llamar la atención del Ministro de Indias y fue claro que se buscarían medios para satisfacer las demandas de Tupac Amaru pero por razones políticas se decidió que la rebelión debía parar con fuerza militar, es por este motivo que la política del virrey Jáuregui fue muy criticada.

A principios de 1781 los desacuerdos entre Areche y Jáuregui causaron una división en plena crisis. En esperanza de que un cambio de personal pudiera revivir la operación se decidió devolver a Areche a España y mandar en remplazo a Jorge Escobedo (había cumplido la misión de visita en Potosí con éxito).

1783: Avilés estaba preocupado debido a los posibles peligros de un nuevo levantamiento después de las condiciones dejadas por la anterior rebelión . Él señalaba que los culpables no eran solo los corregidores sino que también de los habilitadores, comerciantes residentes en Lima y de los urbanos pues eran ellos los que daban los artículos a distribuirse o bien daban el capital para que se compraran dichos artículos.

Avilés creía que la seguridad en Perú mejoraría con la creación de la audiencia de Cuzco como o proponía Tupac Amaru, eso generaría un acceso a la justicia más rápido y asequible a las provincias internas del virreinato, también generaría que los ministros supervisaran mas de cerca de los corregidores y la sola presencia de ellos frenaría la mala administración. Galvez aceptó esta recomendación y en septiembre de este año se convirtió en la política real que mejoraría la administración y que llegaba a la raíz de los problemas del virreinato, de igual modo Galvez informó a Avilés que se tomarían pasos para extender el sistema de intendencias en Perú y finalmente Avilés fue promovido a brigadier como premio a sus servicios y como signo de confianza en él.

Conclusión: El abolir los repartimientos, el introducir el sistema de intendencias*** en 1784 y la creación de la audiencia en Cuzco eran parte de un programa oficial para reformar