Tema de la Hacienda en Chile

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El sistema social tradicional que se mantenía en la hacienda era igual en todas, en la cúspide de la pirámide comunitaria se encontraba el dueño de la hacienda el cual era hombre, criollo heredero de familia española, poseedor de una gran fortuna, este personaje era conocido como Patrón o Hacendado. Luego, se encontraban los inquilino, personas ha quienes el patrón les había entregado una división del terreno junto con una casa para que vivieran con toda su familia, esto como trueque por su trabajo gratis, este trabajo consistía en cosechar, trilla y cuidado de los animales. Cabe recordar que se encontraban a disposición del Hacendado. Más abajo se encontraban quienes pagaban por el arriendo de un trozo del terreno, este pago podía ser mensual, anua o con parte de sus cosechas, quienes solicitaban es uso de las tierras al patrón era conocidos como Mediero y la ventaja que tenían era que eran independientes, no se encontraban bajo subordinación del dueño. Ya, en la parte más baja de la pirámide, estaban los peones. Estos trabajaba por temporada y a cambio de comida y jornal. Componían lo que era la sociedad marginal encontrándose exentos de control social, apego familiar y vivían en barracas.

El sistema de haciendas funcionó de manera optima durante largo tiempo, entregándole a Chile un sustento económico estable para la sociedad colonial chilena. Sin embargo, esta no duró para siempre. Comenzando el siglo XVIII, la minería empezó a tomar fuerzas en el norte chico, transformando a la región de ser una zona exportadora de trigo a una zona minera. Por lo que cuando en el siglo XIX, el trigo se encontraba en su apogeo de mercado los beneficios solo se vieron en los valles centrales del país.

En vista de esta situación las demandas por una reforma agraria fueron desde comienzos de siglo una propuesta de los sectores progresistas del país, como fue en el caso de la campaña presidencial del Frente Popular, en 1938. Sin embargo, una vez en el poder, los gobiernos radicales decidieron privilegiar la industrialización en el mundo urbano, postergando al rural. Como consecuencia, cientos de miles de campesinos emigraron a las ciudades en busca de un mejor futuro, mientras que la economía agraria comenzó a experimentar una crisis profunda caracterizada por su incapacidad productiva, siendo necesario, en los años cincuenta, llegar a la importación de alimentos.

En conclusión podemos señalar que el siglo XX es una etapa fundamental En la historia rural de Chile ya que se inicia un nuevo proceso de reforma agraria que acabaría con el sistema de hacienda, el objetivo de la reforma fue dar acceso a la propiedad de la tierra a quienes la trabajan, mejorar los niveles de vida de la población campesina, aumentar la agrupación agropecuaria y la productividad del suelo.

En las primeras décadas del siglo XX la sociedad rural chilena mantuvo la estructura agraria tradicional, fundada en el predomino del gran latifundio y una jerarquía social rígida, autoritaria y paternalista. En vista de esta situación las demandas por una reforma agraria fueron desde comienzos de siglo una propuesta de los sectores progresistas del país, como fue en el caso de la campaña presidencial del Frente Popular, en 1938. Sin embargo, una vez en el poder, los gobiernos radicales decidieron privilegiar la industrialización en el mundo urbano, postergando al rural. Como consecuencia, cientos de miles de campesinos emigraron a las ciudades en busca de un mejor futuro, mientras que la economía agraria comenzó a experimentar una crisis profunda caracterizada por su incapacidad productiva, siendo necesario, en los años cincuenta, llegar a la importación de alimentos.