UNIDAD 3: Las resistencias al Absolutismo en Países Bajos

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La doble actuación de Felipe II, confiándole a Margarita toda la actuación represiva pero recibiendo en paralelo al Conde de Egmont aumentó el malestar y la confusión del momento. La primera acción ejecutada por los súbditos descontentos se articuló en UN PACTO ANTI-INQUISITORIAL, firmando en su mayoría pequeños nobles, pidiendo su supresión. Los principales príncipes y condes boicotearon en sus Provincias las leyes Reales anti herejía mientras Felipe II atendía la lucha VS otomanos y descuidaba la de los Países Bajos (crítica que Tenenti le hace también a su padre).

Pero en paralelo, hacia 1566, la aristocracia desafía la autoridad española directamente (tuvo acercamientos pequeños con los otomanos), irrumpiendo confederados armados a caballo en el palacio de Margarita con una petición para los herejes, haciendo que la regente suspenda sin consultar al rey la actividad inquisitorial. GUEUX/MENDIGOS fue el insulto que les profirió uno de los consejeros, los cuales lo apropiaron para reconocer así su facción. Este también es el momento de las primeras celebraciones públicas protestantes, que iban en aumento, y mayor rechazo a la iglesia católica profundizado por predicadores calvinistas extranjeros.

FURIA ICONOCLASTA CALVINISTA: serie de “actos sacrílegos” en iglesias del Oeste de Flandes que se extendió a casi todo el país rápidamente apoyada por el PUEBLO y vs CATÓLICOS. Felipe II, que venía de suspender la ley anti herejía, ordena a Margarita que reclute gente para reprimir; esta no logra sofocar la situación ni brindando la libertad de culto y, en paralelo, y según Tenenti alentado por la ola de plata americana arribada, Felipe se encauza en costosas medidas represivas, también gracias a las presiones del Duque de Alba.

El apoyo de los hugonotes franceses a la causa de Países Bajos marca para Tenenti las repercusiones internacionales del conflicto, en un área neurálgica de la lucha de poder que venía dándose en Occidente entre protestantismo y catolicismo.

PRIMEROS ATISBOS BÉLICOS: Tanto el Conde de Egmont como Guillermo de Orange intentaron frenar al propio barón de Brederode (líder de los gueux) en su ocupación de las provincias del Norte, en un intento de mostrar fidelidad al rey al saber que se avecinaba su misión represiva desde España encabezada por el Duque de Alba; previo a su llegada, las fuerzas de Margarita derrotan 2 veces a los rebeldes pero la misión de Alba estaba en marcha y desde 1567 LA REPRESIÓN TERMINÓ POR RADICALIZAR LAS DIVERSAS POSICIONES DE LOS REVOLTOSOS, dándoles incluso una justificación ideológica a su resistencia armada.

LOS FACTORES DE LA REVUELTA IDEOLÓGICO/POLÍTICA

Uno de los puntos en los que se apoyaron los Países Bajos para reivindicar sus autonomías fue su florecimiento económico (reconocido por el reinado de Carlos V y mermado por Felipe II): desde 1500 Amberes se había vuelto la plaza principal del comercio internacional, llegando a volverse el centro de los intercambios transatlánticos, por lo cual el autor indica que es posible que el resentimiento antiespañol fuese alimentado por la conciencia de la creciente riqueza del país, que a su vez alienta los sentimientos patrióticos locales. En las ciudades los GRANDES Y MEDIANOS COMERCIANTES gozaban de un prestigio social que le permitía rivalizar con los miembros de la nobleza. Las medidas de Felipe II amenazaban los privilegios municipales, NO sólo los aristocráticos, lo que para Tenenti explica por qué las elites tradicionales de los Países Bajos fueron constituyendo una SOLIDARIDAD ANTIESPAÑOLA, que NO pudo cuajar en un poderoso movimiento colectivo por la organización social en estructuras compartimentadas.

La expansión del PROTESTANTISMO y CALVINISMO fue el germen de las prerrogativas tradicionales de las comunidades y libertades que habían disfrutado los individuos, es decir los privilegios de sello medieval, lo cual generó una especie de simbiosis en 1550 que gestó una conciencia política capaz de movilizar y alentar amplios estratos de los Países Bajos en la lucha VS el monarca y VS las centralistas pretensiones madrileñas. En la etapa posterior a la época medieval, el poder Estatal actuaba en paralelo con diversos privilegios provinciales y municipales: los príncipes los admitían a cambio de la sumisión a sus directrices. Derechos de comunidades aparecen en constituciones y estatutos escritos remontándose en los Países Bajos al S 13.

EL PRIVILEGIO DE BRABANTE: a él se remiten los revoltosos del siglo XVI; consistía en el derecho a denegar temporalmente al soberano los servicios que le debían. Luego se buscó que en virtud de tal privilegio, cuando las libertades del pueblo hubieran sido infringidas, el príncipe podía deponerse y sustituirse por el gobernador local, entendiendo al privilegio como un CONTRATO.

Por ello para Tenenti en el siglo XVI en Países Bajos, los privilegios simbolizan una tradición de libertad.

En 1463, Felipe, rey de Borgoña, creó los Estados Generales y los Estados Provinciales, dándoles a los súbditos la representación de los 3 estamentos:

- Clero

- Nobleza

- Burguesía ciudadana/urbana

La función principal de los Estados Generales era aprobar los impuestos exigidos por el príncipe, siendo imprescindible la conformidad de los diputados para aplicarse: es entonces que la noción de privilegio choca con el sagrado vínculo que une los súbditos a su príncipe natural y se vuelve el pretexto legítimo para controlar la actuación del Rey.

Por eso para Tenenti a medida que la acción española recrudece se asimilan los privilegios tradicionales a una forma de contrato, como si se tratara de un contexto de gobierno constitucional, entendiendo una relación de RECIPROCIDAD entre el rey y los súbditos; esta interpretación fue una de las vías donde se encauzó la acción política de los revoltosos, donde maduró la ideología que acompañó, sostuvo y afianzó la revuelta. Ningún pensador político inspiró o guio la REBELIÓN DE LOS PAÍSES BAJOS hasta Grocio, que tardíamente extrajo consecuencias importantes: la lucha fervorosa de los primeros años y el apremio de los acontecimientos exigieron soluciones prácticas que NO permitían aun elaborar una filosofía coherente. Siendo un pensamiento político empapado de las ideas tradicionales, los revoltosos usaron las armas a su alcance: los antiguos privilegios.

Según la mentalidad de las elites de los Países Bajos, de los privilegios emanaba una gama de derechos legítimos y consolidados: LAS LIBERTADES,