Un gobierno para América... Desde América.
Enviado por mondoro • 21 de Marzo de 2018 • 1.446 Palabras (6 Páginas) • 282 Visitas
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Y es que es la unión de todos quienes forman parte de una misma sociedad, que persigue los mismos ideales, lo que precisamente permitirá superar las formas de sociedad impuestas al pueblo americano y afianzar las necesidades y exigencias del pueblo en la forma de gobierno que lo rige.
Bajo esta noción Fernández Retamar hace especial mención en su obra de otro elemento que permitirá el entendimiento de la falta de vigencia de las propuestas de gobierno extranjeras en la contemporaneidad latinoamericana. Ese elemento es la necesidad de reconocimiento y afirmación de la cultura aborigen americana.
Desde hace ya varias décadas la presencia de actores indígenas se ha convertido en un matiz de suma importancia para el entendimiento de la práctica política dentro del continente. Los movimientos de actores indígenas y otras formas de nacionalidades en Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil y Paraguay dan cuenta de ello. Por lo tanto un gobierno nacido en América debe considerar este elemento en particular para la creación y posicionamiento de sus políticas. A propósito de ello Fernández Retamar señala que: “Pero no es necesario consultar las estadísticas para comprobar la sobrevivencia de los llamados indios en buena parte de nuestros países: basta con visitar en ellos un hotel, un restorán, una tienda, un banco.” (Fernández, 2004, p. 78). Esta presencia de sectores sociales con particularidades culturales puntuales, convierte en una necesidad emergente la creación y puesta en práctica de formas estatales que incluyan dentro de sus estructuras formales, tanto en garantía cómo en exigibilidad de derechos, la presencia y accionar de los pueblos indígenas y autóctonos del continente.
La presencia de estos actores ha sido precisamente uno de los elementos constitutivos de las sociedades de hoy en día. Ya que no se puede negar la presencia y accionar de indígenas en casi todos los procesos históricos que ha atravesado el continente. Es decir, no es un sujeto social de aparición reciente. Su obrar, y las consecuencias de ello, se han sentido a lo largo del desarrollo social americano, y todavía se siente. Esa presencia ha estado marcada por una característica peculiar: la naturaleza contestaría e insurgente de los pueblos americanos, la misma, que por su complejidad e importancia debe ser tomada en cuenta en los estados modernos:
Nos llaman mambí, nos llaman negro para ofendernos, pero nosotros reclamamos como un timbre de gloria el honor de considerarnos descendientes de mambí, descendientes de negro alzado, cimarrón, independentista; y nunca descendientes de esclavista. (Fernández, 2004, p. 37).
Esa naturaleza de protesta y lucha social es un elemento de vital importancia dentro de la propuesta de gobierno para América, ya que si se observa el problema, de manera más objetiva, ha sido la misma característica insurgente la que ha permito la consolidación de los estados modernos en América. Razón suficiente para que se convierta en un derrotero para afianzar el gobierno americano.
Por estas razones, y otras que quizás se escapan del presente ensayo, la necesidad de un modelo o forma de gobierno que considere las particularidades del territorio debería considerarse un problema central en toda cumbre o reunión regional americana. Ya que la superación de los modelos impuestos o afianzados desde afuera sería el primer paso para lograr alcanzar una verdadera independencia cultural de las propuestas hegemónicas a las que América ha sido sometida desde su encuentro y a través de su desarrollo. Solo así la tan anhelada independencia será real, y no sólo un eufemismo de la realidad del continente americano.
Bibliografía:
Martí, José, “Nuestra América”, en Nuestra América. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1977.
Fernández Retamar, Roberto, “Calibán”, en Todo Calibán. Buenos Aires: CLACSO, 2004.
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