Del delirio a la realidad
Enviado por Rimma • 2 de Enero de 2018 • 2.551 Palabras (11 Páginas) • 282 Visitas
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Como se mencionó, la esquizofrenia es hereditaria. Ocurre en 1% en la población general y en un 10% de las personas que tienen parentesco de primer grado de consanguinidad. También (Oliver D. Howes y Shitij Kapur) como complicaciones de la gestación y obstétricas, estrés, traumatismos, consumo de drogas y genes, con el aumento de la función dopaminérgica presináptica estriatal. cómo un complejo conjunto de hallazgos de estudios anatomopatológicos, tomografía por emisión de positrones, resonancia magnética y otros hallazgos, como alteraciones estructurales y funcionales de la corteza frontotemporal y deterioros cognitivos, pueden converger neuroquímicamente para producir psicosis mediante una saliencia aberrante y llevar a un diagnóstico de esquizofrenia. La hipótesis tiene una implicación importante para los abordajes terapéuticos. Los tratamientos actuales actúan en dirección distal a la alteración crítica de los neurotransmisores.
Uno de los principales neurotransmisores implicados en esta enfermedad es la dopamina, glutamato, noradrenalina y el GABA3.
La Dopamina es un neurotransmisor que desempeña varias funciones en los seres humanos y otros animales. Entre algunas de sus funciones notables están relacionadas con el movimiento, la memoria, los sistemas de recompensa, el comportamiento y la cognición, el aprendizaje, el sueño entre otros tanto el exceso como la deficiencia de esta substancia química vital son la causa de varias enfermedades. El Parkinson y la drogadicción son algunos ejemplos de problemas asociados a niveles anormales de la dopamina.
La hipótesis dopaminérgica es una de las teorías más antigua y también más avaladas por la investigación sobre la neurotransmisión en la esquizofrenia. Un precedente de la hipótesis de la dopamina fue la observación de los investigadores Delay y Deniker de que la clorpromazina era capaz de inducir efectos extrapiramidales, como temblor o acatisia, que se parecían bastante a los de la enfermedad de Parkinson (parálisis agitada). Deniker propuso que los efectos terapéuticos y parkinsonianos estaban estrechamente relacionados, una teoría premonitora de la hipótesis de la dopamina en la esquizofrenia. Otros investigadores detectaron que la clorpromazina y otro antipsicótico, el haloperidol, causaban un aumento del metabolito de la dopamina, el ácido homovanílico (HVA), en el cerebro. La propuesta de los investigadores (Carlsson y Lindqvist, 1963) fue de que este aumento era una respuesta de retroalimentación de la neurona dopaminérgica presináptica secundario al bloqueo del receptor dopaminérgico postsináptico. Una segunda evidencia para la hipótesis de la dopamina procede de la observación de que individuos que habían tomado dosis importantes de anfetaminas o sustancias relacionadas presentaban con frecuencia psicosis. La estructura de la anfetamina es muy parecida a la de la dopamina. Esto alimenta la idea de que este fármaco tendría afinidad por receptores de la dopamina (Ortuño, F 2010).
En la esquizofrenia se han involucrado otros tipos de neurotransmisores; por ejemplo, la serotonina. En el cerebro de pacientes con esquizofrenia crónica se ha encontrado un número significativamente mayor de receptores serotoninérgicos, específicamente los S2. Con base en estos hallazgos se han desarrollado compuestos antagonistas de la serotonina, que están demostrando en forma sorprendente su utilidad en el tratamiento de la esquizofrenia, sobre todo para el control de los síntomas negativos. (Betancur, M 1994).
En los últimos años ha cobrado interés el estudio de la posible disfunción de la neurotransmisión glutamatérgica. Hay varios hallazgos que apoyan esta hipótesis. El ácido glutámico es el neurotransmisor excitador más extendido en el cerebro humano. La hipótesis glutaminérgica de la esquizofrenia fue formulada por Kim et al. (1980). Los pilares de esta teoría se remontan a finales de los años 50 (Luby et al., 1959), cuando se propuso un modelo de esquizofrenia basado en los efectos psicoticomiméticos de la fenciclidina (PCP), una sustancia que inducía tanto los síntomas positivos como los negativos de la esquizofrenia. Los efectos de la PCP están mediados por los receptores N-metil-D-aspartato (NMDA), que constituyen uno de los subtipos de receptores del ácido glutámico. La PCP actúa como un antagonista no competitivo, uniéndose en un lugar distinto del receptor y bloqueando así los canales iónicos del glutamato. Así pues, la administración de PCP a esquizofrénicos puede exacerbar los síntomas psicóticos (Luby et al., 1959; Domino y Luby, 1981).
Algunos trabajos recientes sugieren la implicación del neurotransmisor ácido gamma-amino-butírico (GABA), principal neurotransmisor inhibitorio. Destaca el hallazgo reciente de la disminución de la síntesis de subpoblaciones de neuronas GABA (en concreto, las que expresan parvalbúmina), en regiones de la corteza prefrontal dorsolateral en pacientes con esquizofrenia (Lewis et al., 2005)
La sintomatología que presenta este trastorno permite que quienes la padecen escuchen voces que otros no escuchan o piensen que los demás pueden leer su mente, controlar sus pensamientos o confabular para hacerles daño. Y esto puede aterrorizarlas y convertirlas en personas retraídas y fácilmente irritables, pueden permanecer sentadas durante horas sin moverse ni hablar e incluso pueden parecer que se sienten perfectamente bien hasta que expresan lo que verdaderamente están pensando. Los síntomas y trastornos de conducta varían en intensidad y contenido, según el tipo clínico, pero la pérdida o disminución del contacto con la realidad, la reducción en las relaciones sociales, interpersonales y la capacidad productiva son comunes en todos los tipos. La esquizofrenia presenta además síntomas positivos, negativos y cognitivos.
Síntomas positivos: Frecuentemente los pacientes esquizofrénicos "pierden contacto" con la realidad. Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer, a veces son intensos y otras veces casi imperceptibles; Los síntomas positivos incluyen:
Las alucinaciones solo las perciben quienes padecen el trastorno y son cosas que nadie más puede verlas, escucharlas, olerlas o sentirlas Las "voces" son el tipo de alucinación más común relacionado con la esquizofrenia. Estas pueden hablarles acerca de su comportamiento, ordenarles hacer algo o advertirlas de algún peligro; también pueden ver personas u objetos que no están presentes, oler aromas que nadie más percibe y sentir que tocan su cuerpo cuando no hay nadie cerca.
Los delirios son creencias falsas que no forman parte de la cultura de la persona y se mantienen firmes incluso cuando las
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