El problema de la enseñanza y del desarrollo mental en la edad escolar

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Finalmente el tercer momento de la teoría es la ampliación del papel de la enseñanza en el desarrollo infantil, donde se reconoce a cada disciplina de enseñanza una determinada importancia en el sentido del desarrollo mental general del niño (problema de la asignatura formal). Desde este punto de vista las diferentes asignaturas tienen distinto valor para el desarrollo mental infantil.

A partir de esta postura surgió una escuela que propone que en primer plano deberían colocarse aquellas asignaturas que tienen el mayor valor desde el punto de vista del desarrollo mental general del niño, ya que, cuando aprende una operación matemática en particular, adquiere además, la capacidad para organizar estructuras de determinado tipo.

Estas tres teorías nos permiten idear una solución más correcta de la misma cuestión. Consideramos como momento inicial el hecho de que la enseñanza del niño comienza mucho antes que la enseñanza escolar; ya sea, que en casa aprenda conceptos básicos tales como: Las figuras, los colores, los números, las vocales, etc. Así que, el niño cuando entra por primera vez a la escuela, ya ha asimilado las bases de los conocimientos científicos. Pero cuando el niño asimila ciertos conocimientos, cumple solamente un determinado ciclo de aprendizaje. Por esta razón, la enseñanza y el desarrollo no se encuentran por primera vez en la edad escolar, sino que, están vinculados desde el momento en que el niño nace.

El indicador del desarrollo mental del niño no depende de la imitación sino únicamente de su actividad individual. Si un niño aprende hoy, por ejemplo, a vestirse con ayuda de adulto, es muy probable que mañana lo pueda hacer con total autonomía.

La enseñanza crea “La zona del desarrollo próximo”, es decir, despierta en el niño procesos internos que posteriormente se convierten en logros para él mismo.