Ensayo sobre "La derrota del sujeto" de Roudinesco

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pierde su fuerza en la sociedad actual, ya que ésta última demanda mitigar su sufrimiento en el menor tiempo posible, sin ningún esfuerzo y con resultados garantizados, como sucede en el tratamiento médico normal.

Por otro lado, Freud sostiene como punto muy importante del tratamiento analítico, el intercambio de palabras entre el analizado y el médico. El paciente cuenta sus vivencias pasadas y sus impresiones presentes, se queja, confiesa sus deseos y sus mociones afectivas. Por su parte, lo que hará el médico es escuchar, procura dirigir las ilaciones de pensamiento del paciente, exhorta, empuja su atención en ciertas direcciones, le da esclarecimiento y observa las reacciones de comprensión y rechazo que de ese modo provoca en el enfermo. Es decir, Freud pone un fuerte peso al diálogo y, sobre todo, a la palabra misma. Este tipo de procedimiento no aguanta terceros, y además, es importante crear un lazo afectivo entre paciente y médico para que el paciente pueda sentirse tranquilo, confiado. La única manera de aprender la técnica analítica y los procedimientos del psicoanálisis es mediante el estudio de la personalidad propia, es decir, yendo al psicoanalista. Esta es otra de las razones, por la cual el paciente no recurre a una terapia psicoanalítica en la actualidad, ya que los pacientes buscan aliviar sus síntomas mediante el consumo de psicofármacos para normalizar la conducta, y suprimir los síntomas más dolorosos del sufrimiento psíquico sin buscar su significación (lo cual requeriría hablar de sus sufrimientos más íntimos y así sentirse avergonzados y angustiados).

La medicina siempre buscó una causa orgánica a cualquier padecer. Es por eso que el médico, mediante la prescripción de psicofármacos, busca una reacción neuroquímica que normalice la conducta del paciente. Por ende, el conflicto neurótico contemporáneo parece no depender de ninguna causalidad psíquica que provenga del inconsciente. Y sin embargo, el inconsciente resurge a través del cuerpo, oponiendo una fuerte resistencia a las disciplinas y a las prácticas destinadas a eliminarlo.

Es por todo lo dicho anteriormente, que la medicina actual fracasa. La misma, busca suprimir el síntoma mediante el uso de psicofármacos, el cual sólo se logra controlar siempre y cuando se consuman las pastillas. No se busca la causa real del padecimiento (la cual llevaría a la cura del sujeto). Se trata de suprimir la subjetividad y el inconsciente, partes esenciales del hombre. Sin embargo, hay pacientes que buscan otros tratamientos o terapias, que tomen más en cuenta sus identidades.

En lo particular pienso, que si bien la Psicofarmacología ha logrado devolverle la libertad al loco, no hay que hacer abuso de ella. Todo debe depender de cada caso particular. Sería bueno que la medicina y el psicoanálisis puedan complementarse y trabajar juntos, logrando así cubrir uno las carencias que el otro no logra resolver.