Individuo y sociedad. Librería de Porrúa Hermanos y Cía
Enviado por John0099 • 4 de Mayo de 2018 • 2.625 Palabras (11 Páginas) • 343 Visitas
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Anteriormente me era muy difícil comunicar correctamente lo que pensaba y sentía, eso me llevo a muchos conflictos sobre todo en mis relaciones personales. Aun ahora todavía no domino el arte de comunicarme.
Comparto la idea del difusionismo que nos dice que son muchas las culturas que han existido desde siempre. LA CULTURA CUMPLE UNA FUNCIÓN SOCIAL, NO ES SOLO UN ADORNO. A través de las costumbres, ritos, manera de vestir, celebraciones, etc. reafirmo mi identidad y unión interna, HACIÉNDOME SENTIR QUE PERTENEZCO A ALGO SEA VERDAD O NO.
En mi familia esta relación de parentesco social, en mis primeros años de vida me proporciono la confianza básica, mi papa y mi mama cumplían su función de protegerme y cuidarme. Cuando cumplo 8 años me doy cuenta de la ideología de mi primer grupo se regía por la igualdad y el respeto hacia mi hermana y a mí, sin embargo había una incongruencia respecto a la situación de mi mama, que no era tratada con ese mismo respeto por parte de mi papa. Llevándome a mantenerme en la defensiva en relación con los hombres…
Unidad II
LOS VALORES SOCIALES EN MI VIDA: me doy cuenta que no hay un PROGRESO ya que este lo concibo como un círculo y considero las civilizaciones antiguas en mayor progreso que mi sociedad. Mi BIENESTAR es deteriorado, porque la mayoría de las personas que conozco no disfrutamos de una calidad de vida, no hay tranquilidad, ni armonía ni seguridad social, la delincuencia cada día avanza, creo yo por la falta de empleos y por el resentimiento de las desigualdades en el país y la seudo-democracia que tenemos.
En el tema de LA BIOÉTICA Y SALUD estoy completamente de acuerdo con el autor cuando dice que el avance tecnológico y científico es impresionantes pero que carecen de principios éticos llevando a la desigualdad y la denigración del ser humano, nuestra salud y demás derechos humanos están en juego.
Considero actualmente que en mi familia hay una DESIGUALDAD EN EL VALOR DE CAMBIO, pues no creo que todos cooperemos de la misma manera en el hogar, esto lleva a una desarmonía familiar y crea un ambiente de injusticias y resentimiento. También los valores e intereses de mi familia no siempre van en el mismo sentido. Trato de CULTIVAR LOS VALORES ESPIRITUALES en mi familia pero definitivamente esta es una cuestión individual, a veces no es suficiente enseñar con el ejemplo se requiere de un anhelo personal e íntimo. Por otra parte leyendo el texto de Lipovetsky “la era del vacío” me doy cuenta que SIENTO APATÍA, INDIFERENCIA Y DESILUSIÓN DE MI SOCIEDAD Y LA POLÍTICA, en lo más mínimo me interesa porque no creo que vaya a mejorar, el cambio debe surgir desde el individuo NUESTRA SOCIEDAD ES EL RESULTADO DE LOS INDIVIDUOS, tenemos el partido político y el planeta que merecemos.
En relación a la pareja esta debería durar para toda la vida pero nuestra individualidad egoísta no nos permite hacer nuestros, los proyectos de la pareja y nos vivimos en guerra. Lo mismo sucede con los hijos, nuestros proyectos personales no dejan tiempo para recibirlos en nuestro hogar, nos privamos de ese aprendizaje tan grande que un hijo puede dar.
Creo que si vale la pena comprometerse por alguna causa social, he comprobado en la asociación sin fines lucrativos a la que pertenezco que HAY MAYOR PLACER Y BENEFICIO EN EL DAR QUE EN EL RECIBIR. En cuanto el tema de La tecnología y los descubrimientos científicos sirven a la sociedad pero no son lo único, necesitamos reforzar los valores del espíritu, necesitamos como individuos estar sólidos, fuerte para que esto se reproduzca en nuestra sociedad.
Unidad III
AHORA comprendo que soy el resultado de mi familia y de mi sociedad, la ideología, las tradiciones las estructuras económicas y sociales han influido en lo que ahora soy, sin embargo mis estrategias y mi libre albedrío me han dado esa variable particular de no ser igual a mi familia en muchos aspectos por ejemplo en mi desarrollo espiritual, después de una crítica a la religión que profesan en mi familia decidí hace mucho tiempo desarrollarme en este sentido buscando otro camino.
Hablare de MI FAMILIA COMO MI PRIMER GRUPO SOCIAL; mi mama me brindo los cuidado y atenciones necesarias desde el primer instante, sabiendo diferenciar en la mayoría de los casos entre necesidad y deseo. Mi papa supo cumplir su función como representante de la ley, aprendí creo yo a diferenciar de un comportamiento correcto e incorrecto aunque en ocasiones era demasiado estricto generando en mi un sentimiento de temor, más que de respeto. Dejo una gran huella en mí, el vivir además de mis papas y hermana con muchas tías en un espacio que consideraba yo pequeño, no permitiendo mi intimidad. Afortunadamente no tuve que ir a guardería pues siempre había quien nos cuidara. Otra cosa que considero favorable es que no tuve la necesidad de trabajar mientras estudiaba, pero que a la vez género en mí, dependencia e incapacidad para vivir sola.
EN LA ESCUELA nunca tuve problemas por respetar las normas y reglas y leyendo este libro descubro que en parte tiene que ver con la autoridad tan clara que hubo en mi hogar, y considero que en ella aprendí muchos valores además de la formación académica que me permiten ser lo que ahora soy. Ya que cumplió con el “fin positivo”. Sin embargo si el alumno no tiene un espíritu autodidacta e investigador, en la actualidad la escuela se queda demasiado corta con su función.
Dentro de la iglesia, concebida como una comunidad moral. Tiene una gran importancia en mi vida, va más allá de un recinto o un nombre o una ideología en específico, es lo que da sentido a mi vida, le da un orden y un centro. No pertenezco a ninguna religión en particular porque creo que eso limitaría mi capacidad de disfrutar lo divino en todas sus expresiones, pero como un agente socializador me permite compartir con todos aquellos que crean en el amor, la caridad y otros valores del alma.
Analizando la cuestión del estado mexicano, repito El problema del mundo es el problema del individuo. Las Revoluciones de sangre no resuelven nada. Sólo mediante la inteligencia resolveremos el problema del hambre y de la miseria.
La sociedad humana es la extensión del individuo. Si queremos realmente un cambio radical, si queremos un mundo mejor, un mundo sin hambre, necesitamos cambiar individualmente, cambiar dentro de nosotros mismos, acabando dentro de nuestra propia individualidad los factores que producen en el mundo hambre y miseria. Si el individuo es codicioso, cruel, despiadado, egoísta, así será la sociedad. Hay dolor, hay hambre, hay confusión pero nada de esto se
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