La Psicologia del desarrollo infantil 0-12 años trabajo final 1er semestre
Enviado por Albert • 6 de Octubre de 2017 • 2.659 Palabras (11 Páginas) • 689 Visitas
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“El problema de la agresividad infantil es uno de los trastornos que más invalidan a padres y maestros junto con la desobediencia. A menudo nos enfrentamos a niños agresivos, manipuladores o rebeldes pero no sabemos muy bien cómo debemos actuar con ellos o cómo podemos incidir en su conducta para llegar a cambiarla.” Marsellach, Agresividad infantil (2003)
Problema de agresividad presentado en la Escuela Primaria “José María Morelos”
La 3° observación por completar se realizó en la escuela primaria “José María Morelos” ubicada en la comunidad de Estación Catorce, Catorce, S.L.P.; dicha escuela está catalogada como parte del contexto urbano, cuenta con al menos 8 aulas, 8 maestros y aproximadamente 73 niños inscritos en ella. El caso a presentar se da en el grupo de 1° “A”, el grupo consta de 20 niños, en su mayoría barones, en una edad promedio de entre 6-7 años.
Alexis es un niño de 7 años que no puede convivir con los demás sin estarlos golpeando, sin motivo alguno suelta golpes a sus compañeros. En nuestra visita pudimos darnos cuenta que, por ejemplo, cuando Luis un compañero de sus salón, tomo por accidente su lapicera este reacciono de una manera muy violenta, empujando a Luis contra las bancas. Otra actitud agresiva que presenta es en la forma de contestarle a sus demás compañeros, siempre les grita o los empuja cuando pasan cerca de su banca o cuando tocan sus cosas.
La directora nos explicó que este niño desde que ingreso a la institución ha presentado dicho problema, la maestra por su parte ha conversado con los padres del niño en busca de ayuda para evitar que siga este comportamiento, en las mismas clases se ha tratado el tema del bullyng, se han visto los valores que se deben de tener para una sana convivencia, etc.
Los padres de familia argumentan a la maestra que por más que hablan con el niño este no cambia para nada su comportamiento. Mientras tanto los compañeros de Alexis se muestran con miedo a sus reacciones, aunque también en ocasiones imitan el comportamiento de este, con toda probabilidad, el niño charlatán y perseverante que tome con frecuencia la iniciativa sin permiso y que se resista a veces a la autoridad desarrollará una personalidad más poderosa y más dinámica. Aunque los niños que exhiban rasgos agresivos sean mal mirados y censurados por el maestro, son a menudo los integrantes más populares e influyentes del grupo. El problema debe resolverse indirectamente, estudiando el ambiente de los conflictivos y tratando de descubrir la causa de sus sentimientos hostiles. Algunos niños recurren a la pelea como un medio de sentirse importantes y seguros de sus propios derechos. Otros luchan porque ésta es la manera que ellos han aprendido para competir exitosamente con compañeros de su misma edad.
Es probable que el niño apacible, tranquilo y agradable, que no luche, discuta o hable a destiempo, se gane la aprobación y admiración de sus mayores, pero puede carecer de las cualidades que lo coloquen a la cabeza de su propia generación. Esta podría ser una razón por la cual Alexis se comporte de esta manera, tal vez sea una forma de llamar la atención de sus compañeros o hasta de sus propios mayores, la falta de atención por parte de los padres de familia en el desarrollo humano y psicológico del niño es causa de graves problemas en la conducta o en el desarrollo mismo, tal es el caso de Alexis.
Cuando se tiene una conversación particular con un niño conflictivo, no es práctico preguntarle por qué se comporta de ese modo, pues él no lo sabe. Aunque comprende que su comportamiento no merece la aprobación de los demás, también comprende que no puede dejar de hacerlo. El no entiende nada acerca de las causas fundamentales, físicas y emocionales que motivan su acción. El maestro no debe reprenderlo o sermonearlo, sino mantenerse en un segundo plano, estimulándolo a decir como un relato todo lo que siente, asegurándolo gradualmente a que observe su comportamiento como lo hacen los demás. Por medio de la conversación, el niño se liberará de los sentimientos de ira, hostilidad o culpabilidad y dará inconscientemente al maestro un indicio de sus perturbaciones.
Es necesario que los niños luchen, a veces para defender sus derechos y para ser aceptados y respetados por sus iguales. La riña ocasional entre la gente menuda es normal. Por el contrario las luchas, las disputas y las provocaciones habituales de los niños muy agresivos, constituyen un grave problema de la escuela, que requiere un tratamiento prudente del maestro. A causa que el niño agresivo es repelente e irritante en su comportamiento, no logra atraerse la simpatía y la paciencia que tanto necesita. Los maestros se inclinan naturalmente a reprenderlos y castigarlos y a perdonar y consolar a sus víctimas. En realidad, él es quien necesita más urgentemente comprensión y ayuda. Los actos de burla y crueldad excesivos son expresiones de privaciones, de tensiones o de problemas de su vida que requieren una investigación y un estudio en vez de un castigo precipitado.
La influencia de la familia en la conducta del niño.
La familia es uno de los elementos más relevantes dentro del factor sociocultural del niño. La familia lo es todo para él. La familia es su modelo de actitud, de disciplina, de conducta y de comportamiento. Es uno de los factores que más influyen en la construcción de la conducta agresiva.
Está demostrado que el tipo de disciplina que una familia aplica al niño, será el responsable por su conducta agresiva. Un padre poco exigente, por ejemplo, y que tenga actitudes hostiles, y que está siempre desaprobando y castigando con agresión física o amenazante constantemente a su hijo, estará fomentando la agresividad en el niño.
Otro factor que induce al niño a la agresividad es cuando la relación entre sus padres es tensa y continuada. Dentro del factor sociocultural influirían tanto el tipo de barrio donde se viva como la presencia de expresiones que fomenten la agresividad, como 'no seas un cobarde'.
Los factores orgánicos de tipo hormonal, los problemas cerebrales, los estados de mala nutrición y los problemas de salud, entre otros, también influyen en el comportamiento agresivo. Y dentro del factor social, el niño que no tiene estrategias verbales para afrontar las situaciones difíciles, será fácilmente conducido a la agresión.
Numerosos niños tratan de dirimir sus diferencias por la fuerza a causa de los ejemplos que han recibido en el hogar. La lucha y otras formas de hostilidad predominan entre los niños que están bajo la constante sujeción arbitraria de los
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