Psicoanálisis de la adolescencia. Cap.IV: Masturbación.
Enviado por poland6525 • 14 de Diciembre de 2018 • 1.618 Palabras (7 Páginas) • 728 Visitas
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Tausk menciono “el daño a la elección de objeto” y declaro que cuando la masturbación proporciona la satisfacción completa, perpetua y fija el infantilismo. El individuo no tiene razón de competir con otros por un objeto sexual puesto que encuentra todas las fuentes de placer fácilmente dentro de el mismo.
Cuando tanto el escape de la fantasía de tensión instintiva como la transformación en síntomas están bloqueados se provoca una condición especial que describió A. Freud, en la cual la fantasía de masturbación es desplazada de la vida sexual a la actividad yoica, o de la fantasía al mundo exterior. Giover, en su escrito sobre la delincuencia, se refiere al desajuste social de este tipo como un “síntoma equivalente”.
Cuando la masturbación física y el escape de la fantasía están bloqueados,, una formación temporal de síntomas aparecen frecuentemente en la adolescencia. Reich habla de compulsión y de fobias, Tausk de síntomas obsesivos. A esto deberán añadirse los trastornos psicosomáticos de la adolescencia.
La necesidad de actividad física e interacción social, la inhabilidad para estar solo sin volverse inquieto y ansioso, el habito de combinar el estudio solitario con escuchar música, todas representan parcialmente maniobras típicas en la batalla en contra de la masturbación.
La actividad masturbatoria puede aparecer en forma desplazada sin manipulación genital o fantasía sexual, estos casos nos recuerdan la gran cantidad de equivalentes de la masturbación que abarca otras partes del cuerpo o una manipulación compulsiva de objetos manuales (rascarse, meterse el dedo en la nariz, tocarse el cabello, morder el lápiz). Aunque el sujeto no reconozca el estado de excitación sexual que le causan estas actividades, las mismas son seguidas por auto-acusaciones, culpa y sentimientos de inseguridad, efectos típicamente posteriores a la masturbación.
La masturbación sigue rutas diferentes en el varón y en la mujer, que pueden ser entendidas como la consecuencia de la diferencia entre el complejo de castración femenina y el masculino. El hecho de u la excitación sexual en el joven produce la erección y más tarde la eyaculación, hace de la conexión entre el estimulo y la reacción genital, un hecho obvio e innegable. Hace que el joven fije su atención desde pequeño en el pene como un órgano de placer que puede ser manipulado a voluntad. Los sentimientos de culpa, la disminución de la autoestima y la ansiedad de castración interfieren, de un modo u de otro con la masturbación no inhibida en el joven.
La joven en contraste, se masturba sin ningún cambio corporal observable y conspicuo, la manipulación del clítoris es practicada durante la infancia y frecuentemente se abandona en una etapa que sigue a la menarca. Se lleva a cabo en la joven un profundo cambio de personalidad. Se desarrolla el antagonismo con la madre y aumentan las reacciones culpables en la masturbación. Si la masturbación es físicamente reprimida, sobrevive en fantasías crudas y sádicas de las cuales las fantasías de violación son representantes típicas.
La resistencia a la masturbación es más común entre la joven que entre el varón, lo que está en consonancia con el desarrollo de la feminidad, es especial con el repudio gradual de la sexualidad del clítoris. Sin embargo puede ser practicada por la joven en la forma disfrazada de posiciones que estimulan el clítoris.
La masturbación del clítoris no es abandonada en la mayoría de los casos hasta que se encuentra un objeto de amor heterosexual. El estar enamorado facilita el conceder el impulso ajeno al sexo al compañero idealizado, quien se convierte en la fuente de gratificación tanto narcisista como libidinal de objeto. Este paso hacia la feminidad ocurre solo lenta y parcialmente hasta que llega a un estado de plenitud en la adolescencia tardía o en la post-adolescencia.
La naturaleza general de defensa de la masturbación debe enfatizarse. La masturbación en el joven sirve para reasegurarle de su masculinidad, disminuye marcadamente con la resolución del conflicto homosexual y el encuentro de un objeto heterosexual.
Por otra parte Spiegel (1959) se refirió al hecho de que existe una dicotomía del ser en la masturbación; la masturbación dirigida a un objeto representa la parte genital del ser, mientras que el componente narcisista de la masturbación considera los genitales como el objeto.
La naturaleza regresiva o infantilizarte de la masturbación debe ser constantemente contrarrestada por la unión de la organización del nuevo impulso adolescente ganado en el mundo objetal.
Para terminar, en la ficha de cátedra “fases de la adolescencia”, Griselda Cardozo sostiene que la masturbación cumple una triple tarea:
- Refuerza la bisexualidad
- Ayuda a aceptar el propio cuerpo
- Sirve de defensa contra las tendencias a consumar incesto.
De modo que esta forma de gratificación genital autoerótica es una prueba del funcionamiento y reconocimiento del instrumento que capacitara al adolescente para enfrentarse posteriormente con la relación genital.
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