SOMOS TODOS LIBRES PARA LA FORMACIÓN DE UNA FAMILIA

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Argumentando así que las personas o parejas heterosexuales son el verdadero esquema para la constitución de dicho núcleo familiar ya que es lo que Dios creó, por tal motivo es lo verdaderamente correcto, pero pensemos qué hubiese pasado si la sociedad en vez de observar parejas heterosexuales vieran a parejas homosexuales?, ahí cambiaría totalmente el dicho esquema que hoy en día aducen ser el “normal”, cambiando entonces los papeles y pasando a ser lo extraño la heterosexualidad, afirmando así que el problema no radica en qué orientación o atracción es la verdaderamente correcta sino a lo que las personas estamos acostumbradas a ver en el día a día, olvidando pues cuál es la verdadera importancia de la que se realice la adopción y es entonces, en donde Viviane Morales en el debate aclara es el “mecanismo de protección por excelencia para que los niños que no tiene una familia puedan acceder a tener una familia que garantice el ejercicio de sus derechos” y bien, si conoce claramente la importancia, objetivo de la realización de la adopción cómo podría ella estar en contra de dicho proceso para estas personas, acaso las personas con dicho gusto sexual son menos persona que ella? No pueden ser las personas de la comunidad LGTIB grandes padre o madres? No pueden ellos pensar en conformar una familia por el simple hecho de que a creyentes se les desacomode su estructura religiosa? Acaso los niños no pueden tener su tan anhelada familia? dice ella aclarar que hay más parejas heterosexuales que niños en proceso de adopción, pero olvida que la mayoría de esas parejas no están dispuestas a someterse a dicho proceso, mientras que las parejas de LGTIB están interesadas a luchas por conceder a esos niños una familia y un hogar.

Es claro que no se trata de un hecho simple al involucrar la vida de un menor de edad pero la adopción a parejas heterosexuales de por sí es un proceso complejo, exigente, cuidadoso en donde se somete a un exhaustivo estudio a la nueva familia para brindar un óptimo desarrollo y una excelente calidad de vida y el mismo sería igual e inclusive más riguroso con las parejas de la comunidad LGTIB para asegurar que los niños, niñas y adolescentes reciban solo lo mejor.

Por: María Daniela Acevedo Becerra