Tesis: Las consecuencias del bullying son a largo plazo

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El acoso escolar no sólo es cada vez más recurrente, sino que el famoso bullying se agrava, pues crece con mayor violencia al grado de conducir a las víctimas al suicidio, alertó la titular del Sistema Nacional DIF, Laura Vargas Carrillo. Tras señalar que datos oficiales indican que uno de cada seis niños víctimas de bullying en el Distrito Federal termina quitándose la vida, señaló que es un fenómeno que “nos está rebasando”, porque mueren niños a causa de este acoso escolar.

A pesar de que las consecuencias del acoso escolar sobre la victima parecen claras, las consecuencias que esta violencia tiene sobre el propio acosador que la ejerce resultan más difíciles de comprender. Normalmente, una vez que se descubre que un niño o adolescente está ejerciendo bullying sobre un compañero, se tiende a sancionar su conducta y alejarlo de la víctima. Estas acciones son necesarias pero no son las únicas que deben llevarse a cabo.

El acosador también sufre una serie de consecuencias que deben tenerse en cuenta para el desarrollo de su personalidad y relaciones sociales, no les provoca un sufrimiento directo, como ocurre con las víctimas, algunos se encuentran en la antesala de las conductas delictivas. Con su actitud los acosadores consiguen frecuentemente la aprobación y hasta la admiración de algunos de sus compañeros, lo cual les hace reforzar sus actitudes intimidatorias. Existe una relación entre la conducta del bullying y otras como vandalismo, robo, conductas sociables negativas, baja responsabilidad, consumo de drogas y maltrato en la etapa adulta.

El papel que juega el espectador en una escena de bullying es muy importante, ya que no genera conductas de ayuda por temor a también ser víctima, la mayor parte de ellos tiene miedo a las represalias de los agresores, lo que los podría llevar a negar lo que han visto.

1 de cada 6 víctimas de bullying se suicida. Dadas estas estadísticas, nos podemos dar cuenta que en realidad es una consecuencia desastrosa para los pequeños. Se puede combatir al bullying, pero es importante poder diagnosticarlo en tiempo para no llegar a estas circunstancias. Con el apoyo de las instituciones educativas se puede lograr demasiado, ya sea implementando un sistema educativo que vaya acompañado con la integración de los padres y alumnos, algunas actividades donde los papás estén mas cerca de los niños e interactúen. Capacitar a los profesores sobre el tema del bullying sería importante, pues ellos son los primeros en darse cuenta del comportamiento de los alumnos, e incluir en sus programas de estudio dinámicas donde se exponga el bullying como un problema social, ya sea mediante obras de teatro o exposiciones.

Llevar a cabo una comunicación asertiva en la familia es crucial en este tipo de situaciones, que los padres fomenten un ambiente emocional de calidad con los hijos puede llevar a evitar las consecuencias a largo plazo mas graves.

El bullying no es un simple jueguito que acaba con la broma que le acaba de hacer al compañero. Hasta que el agresor no se ponga en el papel del agredido nunca sabrá la consecuencia de estar ahí. Si alguien es víctima de bullying o esta presenciando una escena es importante hablar, pues el que no habla también es cómplice.