Apego Afectivo Tóxico

Apego Afectivo Tóxico

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APEGO AFECTIVO SANO Y TÓXICO, ¿COMO IDENTIFICAR SI ERES DEPENDIENTE?

Andrea García Patiño

Universidad Anáhuac Mayab

Psicología

Relación de pareja y vida

50417

28 de febrero del 2018

¿Quién no ha caído alguna vez bajo los efectos del apego amoroso?, ¿Quién no ha sentido alguna vez que no puede vivir sin algo o sin alguien?, sin duda es algo incorrecto y erróneo. Para entender todo esto debemos comprender el significado de dependencia, según la RAE, depender es la “situación de una persona que no puede valerse por sí misma” o la “necesidad compulsiva de alguna sustancia, para experimentar sus efectos o calmar el malestar producido por su privación”, esto significa que al depender censuramos nuestra libertad y convertimos algo o a alguien como necesario para sobrevivir.

Como seres humanos, requerimos de afecto para un adecuado desarrollo interpersonal, sin embargo en ocasiones, cuando el amor nace en nosotros, perdemos el control y caemos en una vinculación obsesiva a la persona u objeto al que estamos unidos, la cual nos lleva por un camino facilista, un camino que vinculamos con la felicidad, que pensamos que nos dará seguridad y le dará sentido a nuestras vidas y que la unión de éstas nos llevará a una autorrealización, cuando lo único que provocará esta incapacidad de renuncia a la fuente de gratificación, es daño, tanto a la salud mental, como a la calidad de vida y alterará la conducta de nuestra persona.

“Sufren de apego emocional tóxico las personas cuya estima ha sido tan manipulada que no pueden verse a si mismos como seres completos y aptos para alcanzar lo que se propongan. Son personas que han asumido como verdadero que el otro es más importante que ellos mismos y a partir de esta falsa creencia, han pensado y han vivido descalificándose y agrediéndose a ellos mismos, por ende, miran su vida con menosprecio y desdén. Estas conductas y pensamientos adquiridos no solo te hacen depender de los demás, sino que también en que quieras tener el control o te centres, de manera obsesiva en las necesidades y las dificultades de la otra persona. La persona apegada, siente que no es importante y que el otro si lo es. Piensa que debe ocuparse de que a los otros no les falte nada ni les pase nada, sin tener en cuenta el riesgo que corre por descuidar sus propias necesidades y su vida misma” (Stamateas, 2012).

En muchas ocasiones la persona es capaz de apreciar que el apego le esta causando daño, sin embargo se ha vuelto tan dependiente, que le es imposible desprenderse, espera encontrar un camino fácil que le permita retirarse sin sufrir ni sentir la perdida, cuando no necesita esperar a eso para desprenderse, ya que le causa más daño el mantenerse ahí.

Detrás de todo apego existe miedo e incapacidad, cuando uno no puede desprenderse, es por miedo a sentir no poder valerse por si mismo, es creerse incapaz de resolver sus problemas y de tomar responsabilidad de ellos, es no ser libre y ser incompetente para el control de uno mismo.

El apego puede identificarse cuando la unión o vinculación se hace tan fuerte que te hace perder capacidades y llega a un punto en el que es desgastante, ya que requiere de mucha energía pero no puedes dejarlo, las personas pierden el autocontrol, su manejo interno se ve afectado y dejan de dirigir sus conductas a sus verdaderos intereses vitales, pierden la capacidad de decir que “no” y a reconocer que cada quien manda sobre si mismo.

De la misma manera el apego se considera tóxico cuando comienza a generarle malestar a la persona el no estar con la fuente de gratificación ya que se ha convertido en dependiente y al no obtener la gratificación deseada comienza a presentarse el síndrome de abstinencia y esto genera que