Demarcando la adaptación al contexto... factores biológicos, cognitivos y afectivos

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a pesar de que la tendencia ha sido que en los diferentes análisis, se considere que los sentimientos al ser inasibles, irracionales y perturbadores, podrían sesgar cualquier interpretación. En tal sentido partiendo del hecho según Ciompi (2007) de considerar el término “afecto” como una noción general que engloba todos los fenómenos emocionales, es decir “un estado psicofísico global de calidad, duración y grado de conciencia variables”, este autor hace referencia a la presencia de componentes lógicos en cualquier tipo de afecto y a la existencia de componentes afectivos en cualquier tipo de lógica, con lo cual adentra el concepto de “Lógica afectiva”. Por lo tanto, es claro que las diferentes contribuciones respecto a los continuos efectos emocionales sobre el comportamiento convergen a que un pensamiento libre de afecto no existe ni debe existir (Ciompi, 2007).

El análisis de las partes implica considerar cada una como fundamental en el proceso de las personas en cuanto a desarrollar un comportamiento adaptativo a su contexto, por lo tanto a la vez se requiere la búsqueda de la integración de estos factores y con lo cual se configuran una visión completa de esta descomposición en partes. De esta forma, ejemplifica un tanto traer a disertación el trabajo enunciado por Gámez y Marrero (2005), en el cual se muestra cómo los estudiantes rusos y americanos, se sienten mejor cuando sus metas personales y vitales están orientadas a las relaciones interpersonales, a su crecimiento personal o a su integración en la comunidad y no a la consecución de mucho dinero o fama. En comparación, los adolescentes japoneses y rusos, educados en una cultura mucho menos individualista que la norteamericana, además encuentran satisfacción cuando sus padres y profesores logran suplir sus necesidades de autonomía. En esta medida, queda claro que el tejido social determina, en buena parte, la definición de los comportamientos de los individuos y así mismo, que los factores mencionados interactúan obligatoriamente y dependiendo de cada persona, en proporciones no geométricas.

A modo de conclusión, a partir de esta descomposición en partes construida y la percepción integradora expuesta, preguntar entonces por la dimensión comportamental del hombre implica buscar aproximaciones de contestación a partir de los factores que influyen en su adaptación al contexto. Así las cosas, no se trata de sobrevalorar o devaluar alguna de las partes, sino de establecer que es definitoria la interacción e influencia de los factores biológicos, cognitivos y afectivos en el comportamiento cotidiano del ser humano, en tanto que los genes, la inteligencia y los sentimientos están íntimamente relacionados e inciden mutuamente en la determinación del proceder del individuo. Por consiguiente, a su vez se da lugar a un análisis del comportamiento humano desde los correspondientes ángulos respecto a la evolución en construcción de la persona, las diversas variables que se corresponden a una experiencia subjetiva del día a día y a una disertación académica con algunos pasos dados ya hacia adelante y con toda una autopista de no certidumbres por trasegar.