Desarrollo del lenguaje en el infante de 0-3 años.

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La cultura y el género influyen en el habla del infante, el recién nacido necesita continuamente la presencia de adultos para sobrevivir, sin embargo posee muchas capacidades, algunas no muy notorias y complejas. Puede alimentarse, dormir, llorar y reaccionar ante estímulos y actuar de una manera, por lo tanto es un ser adaptable al medio dispuesto a atender sus necesidades.

Desde que nace el niño se encuentra en un medio lingustico donde está expuesto al habla de los otros, los papas durante las sesiones de alimentación, limpieza, cambio de ropa se dirigen al niño de acuerdo a su sexo, cuando los mayores y también algunos niños de cierta edad se dirigen al bebe se le denomina habla de estilo maternal (motherese) que se caracteriza por la utilización de frases cortas y completas, pausas entre las frases, numerosas repeticiones, cambios de entonación y muchas de las veces con forma de pregunta y simulación de la respuesta del bebé. (Juan Delval. Desarrollo humano. 1994).

El habla maternal la utilizan todos los que estén alrededor de un bebe para dirigirse a el, ya que facilita la comprensión del mensaje y ayuda a que el niño asocie las palabras con objetos, personas o situaciones, de esta manera (guagua) es la representación verbal de un perro que posteriormente el bebe relacionara con un animal de cuatro patas. Bruner ha llamado a esto un “Sistema de Apoyo para la Adquisición del Lenguaje (SAAL)”.

Por otro lado para Diane Papalia existe un lenguaje prelinguistico que se divide en etapas antes de una primera palabra real, la primera de estas a la que se le denomina llanto no diferenciado es una simple acción refleja producida por la espiración de aliento, es una manera de comunicación para expresar sus necesidades.

La segunda llamada llanto diferenciado que comúnmente se presenta después del primer mes de vida ya los padres son conscientes y pueden captar los distintos patrones, intensidades y tonos, y de acuerdo a este saber si un bebé tiene hambre, sueño, frío, coraje, dolor, o simplemente se hizo del baño.

La tercera conocida como sonidos simples y emisión de vocales se ve reflejada aproximadamente a las seis semanas de edad, en los cuales los movimientos causales de los mecanismos vocales producen una múltiple variedad de sonidos. Los primeros sonidos y la primera consonante es la g suave (ge).

La cuarta etapa conocida como balbuceo comienza más o menos a los tres o cuatro meses a medida que en forma de juego va repitiendo una variedad de sonidos, es más probable que balbucee cuando está contento, en este lapso de tiempo llora mucho menos que a las ocho semanas, cuando se le habla hace movimientos con la cabeza, sonríe y emite vocales y mantiene este sonido por quince o veinte segundos, también responde a los sonidos humanos en forma más definida ; voltea la cabeza; sus ojos parecen buscar a la persona que habla y ocasionalmente emite risitas.

A los cinco meses las emisiones vocales empiezan a entre mezclarse con más sonidos consonantes, son las consonantes fricativas, las continuas y las nasales, acústicamente todas las vocalizaciones son muy diferentes de los sonidos del lenguaje maduro. A los seis meses la emisión de vocales se convierte en balbuceo, el cual está compuesto por expresiones monosilábicas; ni las vocales ni las consonantes tienen una recurrencia fija; las expresiones más comunes son ma, me, pa, ta.

La quinta etapa llamada lalación, o imitación imperfecta, esto ocurre en algún momento durante el segundo semestre del primer año parece hacerse más consciente de los sonidos que lo rodean y se quedara en silencio escuchando un sonido, cuando este cese dejara de balbucear repitiendo de forma accidental los sonidos y silabas que acaba de escuchar, luego emitirá sus propios sonidos; dentro de este periodo se tiene registrado que a los ocho meses de edad la reduplicación se hace frecuente; ya puede distinguirse los patrones de entonación.

La sexta etapa llamada ecolalia o imitación de sonidos de otros presentándose más o menos a la edad de 9-10 meses, donde el niño (a) parece imitar de una forma más consciente los sonidos que emiten otras personas a pesar de no entenderlas. Es probable que la vocalización de los padres estimule la vocalización de los bebes. En el mes decimo el balbuceo se mezcla con un juego de sonidos, como el gorgoteo: parece que quiere imitar los sonidos, las imitaciones no tienen mucho éxito; empieza a diferenciar las palabras que escucha haciendo ajustes diferenciales. Una vez que aprenda a reproducirlos y a darles un significado será capaz de aprender el idioma de su cultura. Cumplido el año será capaz de imitar secuencias idénticas de sonidos con una frecuencia de relativa mayor y empieza a decir palabras (mama-papa), muestra signos definidos de comprensión, de algunas palabras y ordenes sencillas, a los dieciocho meses de edad tiene un determinado repertorio de palabras, más de tres, pero menos de cincuenta, aún existe balbuceo, pero ahora incluye varias silabas con patrones complicados de la entonación, no hace intentos por comunicar la información y no se frustra al ver que no le entienden, las frases pueden incluir un “gracias” o “ven acá”, pero aún hay poca habilidad para comprender el significado de esas palabras.

La séptima etapa conocida como jerga expresiva se lleva a cabo durante el segundo año de edad, ya pueden unir términos de forma espontánea, el interés del lenguaje es mucho mayor, pero aun así las palabras pueden no ser más que algo sin significado.

Cumplidos los treinta meses hay un aumento más rápido en el vocabulario y obviamente cada día se aprende algo nuevo, se elimina completamente el balbuceo, se quiere comunicar algo y sí existe una frustración cuando el adulto no lo entiende, todas las expresiones que emiten constan de al menos dos palabras, algunas veces llegan a tener tres o cinco, se dice que para esta edad los niños parecen entender todo lo que se les dice.

Según el desarrollo cognitivo de Piaget el niño se encuentra en la etapa sensorio motora en la que conoce al mundo tocando y sintiendo, en esta etapa el niño aún no piensa mediante conceptos, solo tiene representaciones de objetos físicos, el niño aún no es capaz de recordar ni de representar objetos ni acontecimientos externos de su espacio visual, sin embargo en el momento en que se presenta un objeto ya conocido en un espacio desconocido el niño es capaz de reconocerlo y nombrarlo “lenguaje is the dress of thought” (Samuel Johnson).

Central to Chomsky's position is the observation that mature speakers of a language can understand and produce an infinite set of sentences, even sentences they have never befire heard,