EL PSICOANÁLISIS Y LAS TEORÍAS FREUDIANAS
Enviado por Antonio • 14 de Enero de 2019 • 4.057 Palabras (17 Páginas) • 455 Visitas
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Continuando un poco con estos temas de las represiones sexuales y sus extremos, en las teorías de la sexualidad, Freud las divide en cuatro etapas y cada una de ellas con sus ciertas consecuencias, ya que habla de un desarrollo, cada una de estas necesita tener un equilibrio en sí, ya que si no es así, podría tener unas ciertas consecuencias, que desde mi punto de vista no son consecuencias, sólo es el desarrollo que se forma a partir de esa etapa por la manera o estilo de vida que haya tenido el individuo, como hace rato lo mencionaba, tengo una firme convicción de la individualidad y la creencia de que cada uno de nosotros está formado en base a nuestras propias experiencias, y cada experiencia es necesaria para ser, ya que sólo de esta manera, podremos llegar a una cierta libertad, pero regresando a las teorías sexuales, Freud las divide de la siguiente manera; la etapa oral¸ en la que el individuo, cada una de las experiencias y su recepción de los “placeres” se mantienen en la boca, esta etapa es a muy temprana edad, desde el nacimiento, hasta un aproximado de dieciocho meses de vida, lo llama de esta manera, ya que todas la necesidades que se tienen en esa etapa, están solo en la boca, se experimenta todo al saborearlo, se podría decir que el sentido más desarrollado a esa edad es el del gusto. Una de las situaciones que puede acarrear el individuo que no desarrolla por completo esta etapa sería una necesidad de llevarse todo a la boca, como los compañeros de escuela cuando muerden las plumas, lápices, etc. O esos individuos que conocemos cada uno de nosotros que tienen el vicio del cigarro, están en constante necesidad de tener algo en la boca, claro, esto según Freud.
La etapa sádica-anal, llamada así porque se comienza a tener un control en el esfínter, ya que los niños en esta etapa aprender a ir al baño solos, enfrentando así las exigencias de los padres, de esta manera, según el tipo de entrenamiento que le den los padres, será el resultado de la personalidad del niño en una vida adulta, esta etapa dura hasta los seis meses, y para ejemplificar esto, diremos: si un niño es entrenado de manera divertida y con incentivos agradables, seguramente será un niño sin problemas para adaptarse a la sociedad, sin embargo, en otro tipo de casos, por ejemplo que el niño haga berrinches y los padres no logren controlarlo, seguramente será una persona manipuladora, rebelde e inclusive que no le importe lo que los padres piensen de él o ella. En otro ejemplo, en el que el niño aprenda a utilizar un baño por medio de los castigos y represiones, se convertirá en una persona agresiva pero de manera pasiva, sin una muestra extrema en esta situación. Podemos observar cómo estas teorías de Freud se ponen interesantes, ya que si nos conocemos un poco, podríamos observar hasta este punto, en que fallaron un poco nuestros padres, o si fueron perfectos en este sentido. Esta etapa dura hasta aproximadamente los seis años.
La etapa fálica, en la que el niño o la niña, ya empieza a sentir curiosidad por sus genitales y conoce ya un poco de su sexo, de si tiene un pene o una vagina, comienzan las dudas en cuanto a esto, y es una etapa muy interesante para desarrollar, ya que en esta etapa es donde se pueden generar complejos de inferioridad en los individuos, el niño ya tiene una cierta reacción hacia su lívido, se puede decir que se inicia a despertar un instinto sexual, que se manifiesta hacia el amor a su padre o madre, pero esto será al sexo opuesto al que el individuo tenga, en este caso, las consecuencias que pueden haber por no tener esa respuesta amorosa de parte del padre o de la madre serían lo que conocemos como síndrome de Edipo o síndrome de Electra, esto quiere decir que cuando el niño o la niña haya entrado a una etapa de mayor madurez, en el caso del síndrome de Edipo, la niña sentirá una atracción mayor a los hombres adultos, visualizando al padre en el hombre del que se enamore, y en el caso del síndrome de Electra, el joven, sentirá atracción por las mujeres mayores como sustituto del amor no recibido por la madre.
La etapa latente, en esta etapa del desarrollo de la sexualidad, es la que llega antes de la pubertad, en esta no existe una respuesta sexual como tal, es donde los niños y las niñas, han entrado a un estado que se adormece el instinto sexual, la podemos ver en los niños que comienzan a ocuparse en intereses personales como el deporte, el baile, el arte, etc. Y no se interesan tanto por el sexo opuesto. Cuando alguna de las otras etapas no se desarrolló adecuadamente esta etapa no se verá como tal en latencia, y pasará a la siguiente etapa.
La etapa genital, es la última etapa del desarrollo sexual, esta comienza en la adolescencia hasta la edad adulta temprana, es en la que se puede disfrutar de la sexualidad libremente, el deseo sexual se enfoca en los genitales, crecen los deseos de masturbación y sus intereses se enfocan en crean vínculos amistosos o amorosos con el sexo opuesto. El individuo comienza a tener conflictos en esta etapa ya que también influye en la personalidad, puede tener como ciertas “consecuencias” las tendencias homosexuales e inclusive las perversiones quq se verán después.
Dentro de las teorías de Freud, también está la del consciente, subconsciente e inconsciente, que posteriormente fueron sustituidas por él mismo por la teoría del yo, ello y súper-yo, en la que describe que todos los seres humanos estamos divididos en estas tres partes, que las llamaré personalidades, para que sean un poco más entendibles. El súper-yo, está compuesto por lo que dictan los padres y la sociedad en general, lo que se nos enseña como el bien y el mal, éste hará todo lo posible por manifestarse en pensamientos y situaciones en las que se cumpla con ese bien social. El ello es la parte más primitiva que tiene el ser humano dentro de sí mismo, ésta se manifestará en los más grandes deseos, en abastecer los instintos, inclusive las perversiones. Es una parte que nadie puede negar de sí mismo, sólo que algunas personas la tienen más o menos desarrollada. El ser humano al estar compuesto de estas dos partes, claramente estará en un conflicto, en una constante lucha, ya que alguno de los dos tratará de sobresalir, entonces es donde entra el yo, que será el mediador de estos, quien se encargará de no inclinarse más a uno que a otro. Sin embargo, en algunos individuos, cuando padece algún tipo de desarrollo diferente, por lo que llamábamos anteriormente como eventos traumáticos, podrían inclinarse exageradamente al ello o al súper-yo, haciendo de este individuo una persona completamente reprimida, o una persona que podríamos llamar perversa, ya que se entregaría desenfrenadamente a las pasiones y deseos más profundos.
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