El enfoque cognitivo conductual

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En lo que se refiere a las técnicas de reducción de la activación, es un procedimiento dirigido a controlar los propios niveles de activación sin ayudas externas, a partir de la atención focalizada y la respiración profunda; ésta se utiliza para superar y prevenir trastornos. La reducción de la excitación, a través del control voluntario de la respiración mejora la oxigenación, el trabajo cardiaco, el funcionamiento de los tejidos y evita la fatiga muscular y las sensaciones de ansiedad.

Por otra parte, la reestructuración cognitiva está orientada a ayudar a las personas a que identifiquen y cuestionen sus pensamientos irracionales, de manera que puedan modificarlos y sustituirlos por otros más adecuados, logrando así, que disminuya la turbación causada a nivel emocional o conductual por ideas irracionales.

Siguiendo con las técnicas utilizadas en este enfoque, existe la desensibilización sistemática, la cual es empleada para modificar o quitar conductas erróneas e inadecuadas. Tiene como propósito, acercar al individuo a un objeto (estimulo) que sea desagradable para él, sustituyendo la respuesta que se tiene ante dicho estimulo, por una más cómoda o apropiada para la persona.

En cuanto, a las técnicas de modificación de la conducta, son procedimientos que sirven para reforzar conductas ya existentes, en cuyo caso se emplea la extinción, el tiempo fuera, el costo de respuesta, la práctica negativa y la saciación, así mismo, ayudar a instaurar conductas que el sujeto no posee y a eliminar conductas indeseables, a través, del aprendizaje por aproximaciones sucesivas, encadenamiento y desvanecimiento.

La terapia cognitiva de Beck, empleada especialmente en casos de depresión, tiene como objetivo, estructurar cognitivamente las diferentes experiencias que afectan la percepción del mundo del paciente y prevenir futuras recaídas. Para terminar, el mindfulness, que consiste en tener atención plena del aquí y el ahora, de forma activa y reflexiva, este es un entrenamiento de relajación progresiva, que permite el desarrollo y control de las activaciones del sujeto.

De acuerdo con lo planteado por Saldaña (2008), en lo referente a la relación terapeuta- paciente es importante tener la claridad de que ésta relación es determinante para una buena intervención. Ésta alianza es una alusión al vínculo o relación emocional, como también lo es la discusión y el mutuo acuerdo de las dos partes sobre los principales componentes a tratar y las metas a alcanzar en los diferentes tiempos de terapia. Se consideran como necesarias, tres competencias relacionales fundamentales: aceptación, empatía y autenticidad. Por lo que es importante mencionar que para una buena intervención, es de importancia la alianza previamente nombrada donde competen los problemas del paciente y el terapeuta como ser humano y con el plus de todas las herramientas que le da el enfoque.

Partiendo de lo establecido anteriormente, vale la pena resaltar la variedad de técnicas, la importancia, utilidad y eficacia que tienen en el tratamiento de todo tipo de trastornos mentales y problemas clínicos, es quizás, uno de los enfoque más completos, con una amplia visión del hombre, que le permite constantemente investigar, plantear y desarrollar de manera continua, distintos procedimientos enfocados en solucionar las problemáticas que enfrentar el ser humano en la sociedad actual. En conclusión, se desmitificaron muchas de las creencias que se tenían acerca de este modelo teórico, así mismo, se logró una mayor comprensión de cada uno de los principios que integran dicha terapia, permitiendo así, tener una mirada más objetiva del verdadero sentido de este enfoque.

Referencias

Saldaña, C. (2008). Técnicas de modificación de conducta. Madrid, España: Pirámide.