Inteligencia Emocional en un Lider

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Cortese (2012) continúa, en un caso contrario un mal líder ve a todos sus seguidores “iguales”, no logra entender el estado de animo o emociones de sus seguidores, por ello se le dificulta la relación con ellos. No tienen conciencia del modo en que los temperamentos armonizan o chocan entre sí. Un líder debe comprender el impacto de la propia conducta en los demás, reconocer cómo los demás le perciben y las consecuencias de las propias acciones en la creación de las relaciones. Manejar un grupo o una compañía no tiene que ver sólo con las habilidades para el liderazgo, sino más específicamente con la obligación de un líder de reconocer la naturaleza de cada individuo y de sacar lo mejor de cada persona.

Según Cherniss & Goleman (2005) la evidencia sugiere que el liderazgo emocionalmente inteligente es vital para crear un clima laboral que alimente a los empleados y que les anime a darlo todo de si. A su vez, ese entusiasmo se refleja en un aumento del rendimiento comercial. Las compañías cuyos directores generales demuestran mas competencias de IE son las que obtienen mejores resultados económicos, midiéndolos en términos de beneficios y crecimiento entre empresas de tamaño similar. El estilo de liderazgo parece guiar el comportamiento organizativo en un amplio abanico de industrias y sectores, y parece ser un vínculo de importancia crucial en la cadena que va desde el líder, pasando por el clima organizativo, hasta el éxito comercial.

Cherniss (2005) continúa, los lideres visionarios son empáticos, tienen confianza en si mismos y suelen actuar como agentes de cambio. Los líderes afiliativos también son empáticos, con puntos fuertes en crear relaciones y resolución de conflictos. El líder democrático fomenta la colaboración y el trabajo en equipo y se comunica con eficacia, sobre todo porque sabe escuchar. Y el líder orientativo es autoconsciente emocionalmente, empático y hábil a la hora de identificar y aumentar el potencial de los demás. El líder coactivo confía en el poder de su posición y ordena a la gente que ejecute sus deseos, por ello carece típicamente de empatía. El líder innovador implanta elevados estándares de calidad y los ejemplifica, mostrando iniciativa y gran motivación de logro, pero también con un fallo, ya que microgestiona o crítica a quienes no pueden alcanzar sus elevados estándares en lugar de ayudarles a mejorar. Los líderes mas eficaces integran cuatro a mas de los seis estilos, pasando al que resulta mas apropiado frente a una situación de liderazgo dada.

De acuerdo a Caruso & Salovey (2005) Las emociones si importan, ignorar la sabiduría de las emociones propias y ajenas, es invitar al fracaso como persona, como gerente y como líder. Ha llegado el momento de que los gerentes digan cosas como “llegó la hora de que todos nos emocionemos” o “debemos tratar este problema desde un punto de vista emocional y no racional”. La clave para ser un gerente emocionalmente inteligente es integrar respuestas emocionales y racionales. Hacer demasiado hincapié en unas u otras podría conllevar a una toma de decisiones inadecuada. Cuando se trate de equipos, se deben considerar varias interrogantes:

- ¿Cómo se sienten los miembros del grupo frente a la situación que están encarando?

- ¿Cómo influyen los sentimientos en el comportamiento y el pensamiento de estos?

Carusso (2005) continúa, entender por qué se sienten de cierta forma ayudará a determinar si los sentimientos cambiarán a medida que se desarrolle la situación. Considerar lo que puede hacer con las emociones, es decir, cómo pueden integrar las emociones al lugar de trabajo. Los gerentes emocionalmente inteligentes crean equipos fuertes, planifican y deciden con eficiencia, procuran motivar a los demás, comunican sus visiones, promueven cambios positivos y establecen relaciones interpersonales productivas y efectivas. La posibilidad de ser exitosos dependerá de la capacidad para manejar los sentimientos. No se debe rechazar o renunciar a los sentimientos. Por el contrario, se deben integrar a la forma de pensar y usarlos como una fuente de información e inspiración.

De la Carrera (2007) explica que hoy en día se juzga al individuo con nuevos criterios: ya no importa sólo la sagacidad, la preparación o la experiencia, sino también cómo nos manejamos nosotros mismos y con los demás. Estas reglas permiten determinar con bastante exactitud quiénes, en su gestión de mando van a tener un desempeño “estelar” o se dirigen rumbo al fracaso. El patrón de la inteligencia emocional no descarta los conocimientos técnicos, sino que parte de la base de que quien ejerce un cargo está preparado intelectual y técnicamente y que al ejercer sus funciones debe concentrar ciertas cualidades personales como la iniciativa, empatía, adaptabilidad y persuasión, entre otros.

- Coeficiente emocional

De acuerdo a Zúñiga Montalvo (2014) la inteligencia emocional no se refiere a sofocar las emociones, sino, en saber dirigirlas, manejarlas y sobre todo en equilibrarlas, como se ha dicho, tenemos que dar paso a las emociones de una forma natural, es decir, que el proceso de las emociones, sea natural; lamentablemente hoy en día no hay una educación formal para los niños de cinco años en adelante para madurar o fortalecer la inteligencia emocional, la educación académica solo se encarga de incrementar el conocimiento, la técnica aplicada y por tanto, ejercitar la parte lógica del cerebro.

Zúñiga (2014) continúa, el tema de inteligencia emocional en un niño es tan amplio que merece todo un libro para ello, sin embargo se aborda el tema de adultos con aspiraciones de liderazgo, su perfil de inteligencia emocional y las formas de desarrollarla para ser un extraordinario líder transformacional o líder emocional.

Salvador Ferrer (2010) menciona al Inventario de Coeficiente Emocional Bar-On (1997) explicando que es un instrumento que debe ser destacado. Bar-On se ha interesado en medir la inteligencia emocional y social, la cual el define como un conjunto multifactorial de aptitudes emocionales, personales y sociales, interrelacionadas, que influyen en la capacidad general para salir adelante con eficacia, añade que esta inteligencia no cognoscitiva es un importante factor a la hora de determinar la propia capacidad para triunfar en la vida, para afrontar situaciones cotidianas y para llevarse bien con el mundo. Las aptitudes que conforman la inteligencia emocional y social influyen directamente en el bienestar general de cada uno. Bar-On acuño el término coeficiente emocional, para lo cual diseño un inventario compuesto por quince