La familia en la educación de niños con TDAH

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A menudo los padres de familia se les dificulta aceptar el hecho de que su hijo se encuentre con este síndrome no quiere decir que sea el único o tenga una enfermedad mortal, es por ello que deben conocer las estadísticas que de acuerdo con los autores del artículo ¿Qué hago? ¡Mi hijo tiene TDAH mencionan que en la actualidad se de cada 100 niños en edad escolar, de 3 a 5 presentan TDAH, mientras que en la adolescencia se reportan diferencias por sexos ya que de 100 hombres adolescentes de 1 a 6 lo presentan, y de 100 mujeres adolescentes 1 a 2 lo presentan. (Gomes, C. Peña, O. Palacios, C(s/a) p. 2).

La idea de que su hijo presenta un problema de aprendizaje pues para ellos estos tipos de comportamiento son frecuentes en los niños debido a lo antes mencionado, no suelen darles importancia, sin embargo puede ser agotador el tratar con un niño que padezca este trastorno e incluso pueden llegar a sentir desesperación e impotencia por no saber cómo tratarlo.

Sin embargo el comportamiento de los niños puede ser modificado en cuanto los padres de familia acepten que su hijo tiene un problema y a consecuencia de este tiene un ritmo de aprendizaje diferente al que normalmente tienen sus compañeros de grupo.

Pues bien los padres de familia deben conocer que los niños que padecen este trastorno suelen tener un rendimiento escolar inferior al que les correspondería por su capacidad intelectual, sin embargo la función como padres o tutores de los niños deben conocer los beneficios de apoyar al niño pues al realizar los ejercicios que se brindan cuando realizan el diagnostico ayudan a que su hijo termine por desarrollar las diferentes capacidades que son necesarias para ser una persona competente en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelve el infante.

Para poder brindar una atención adecuada debemos entender al niño en primera estancia como persona que es un sujeto y objeto de acción, de acuerdo con la lectura la persona, sujeto y objeto de acción menciona que:

La persona es un individuo de naturaleza racional, es .decir, un individuo en el que la razón forma parte de la naturaleza, es ella en el mundo de los seres, al mismo tiempo, un sujeto único en su género.

Por tanto es importante mencionar que el infante aun padeciendo este trastorno es un ser capaz de adquirir los conocimientos específicos, ahora bien este tipo de niños deben ser educados con mayor paciencia, pero también con amor que como se menciona en el texto diferentes formas del mío para el niño es necesario sentir que pertenece a un grupo, para lograr formar parte de la experiencia (p.226).

En este sentido el contexto social influye de manera decisiva para autorregular el comportamiento del pequeño, puesto que el sentido del mío es la pertenencia vivida que procede del amor a la comunidad ya sea con la familia, la escuela e incluso con los amigos. Tal vez el inicio de este proceso les pueda parecer extraño porque se sienten rodeados por algo que no es nuevo o conocido, pero si comprensible para alcanzar un objetivo que sería el apoyar a su hijo a regularizarse en el proceso de enseñanza – aprendizaje a través de la autorregulación de su conducta.

Por otro lado debemos tomar en cuenta que el niño no solo necesita sentir que pertenece a un grupo, también requiere de la ternura entendida como:

Una expresión empática y afectiva en la cual podemos encontrar un acompañamiento que brinda una estabilidad, tranquilidad, confianza, respeto que va dirigida hacia las personas que conviven con nosotros en los diferentes contextos ya familiar, con nuestras amistades e incluso con las mascotas.

En conclusión lo que se propone es realizar una guía que especifique las causas y consecuencias que origina el tener dicho trastorno, esta deberá ser breve y concreta con respecto a las acciones a realizar para ayudar a regular la conducta del pequeño ya que en algunos casos los padres de familia no disponen de tiempo para realizar una lectura extensa sobre el tema. Una vez que se hayan explicado la manera de realizar un diagnóstico adecuado sobre el trastorno así como sus tipos, las causas y consecuencias podrán iniciar con el tratamiento este deberá tomar en cuenta los aspectos antes mencionados para que posteriormente se proceda a realizar un horario para las actividades que deba realizar, en ellas se debe incluir estrategias que favorezcan el desarrollo de la motricidad fina y gruesa ya que la mayoría de los niños que presentan este trastorno tienden a ser torpes en sus movimientos, también deben incluir ejercicios que ayuden a mantener la atención de los pequeños estas actividades pueden ser sencillas pero divertidas como por ejemplo se le pueden dar mandalas estas se utilizan como instrumento de relajación o bien pueden ayudarlo a canalizar toda la energía inscribiéndolo en algún deporte esto permitirá que el niño identifique que en cada lugar existe un reglamento que le permite ser respetuoso y tolerante con sus compañeros, hermanos, padres y maestros.