¡Niños libres de estrés!

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Otros estresores en la etapa infantil se adquieren en el período escolar en donde los docentes suelen originarlo debido a las cargas excesivas de tareas, presionarlos para terminar las actividades en menor tiempo, dejarlo sin recreo, evidenciándolos frente a sus compañeros, maltrato, falta de afecto, entre otros. Esto suele ocurrir desde la etapa de preescolar y primaria que abarca de los 3 a los 12 años (Otero, 2012).

Como ya se había mencionado, los estresores que afectan a la comunidad infantil se clasifican en tres ámbitos principales que son la salud, escuela y familia. En el primer ámbito que es la salud, los estresores son provocados por padecimientos o enfermedades, largos procesos médicos y preocupación por la imagen física como por ejemplo el verse gordo o algún complejo de fealdad. Respecto al ámbito escolar, se contemplan estresores tales como problemas en la relación con el profesorado, dificultades en la realización de las tareas, exámenes, presiones, bajas calificaciones, burlas, exceso de tareas escolares, dificultad de interactuar entre compañeros, falta de aceptación y peleas. En el ámbito familiar, Los principales estresores son la violencia, los problemas económicos, ausencia de los padres, poco afecto, divorcios, perdida de un familiar, continuas peleas entre padres etc. (Del Barrio, 2011).

Por eso es importante tener los recursos necesarios para la detección oportuna, sin instrumentos de detección por expertos no siempre seria sencillo reconocer el estrés infantil, “como indica en el propio manual de la prueba el Inventario de Estrés Cotidiano Infantil (IECI) como un instrumento que posee buenas propiedades psicométricas e integrado por 22 ítems dicotómicos (sí/no) que describen diversos hechos, problemas, contrariedades, etc., que acontecen en la vida diaria y que pueden tener impacto negativo en los niños aproximadamente entre los 6 y los 12 años” ,( Trianes, 2012, pág.31).

La evaluación se centra en respuestas psicofisiológicas, emocionales, cognitivas o conductuales que se emiten en la infancia al sufrir la acción de los estresores. Se compone de un listado de acontecimientos negativos, en el que los escolares responden acerca de si les han ocurrido o no, mediante autoinforme. La elección de este formato de autoinforme para la evaluación de los estresores cotidianos en población escolar posee la ventaja de que es más fácil de administrar, de corregir y de interpretar, pudiendo además ser complementado con otros instrumentos de evaluación. (Trianes, 2011).

Estas evaluaciones describen diversos sucesos, problemas que se originan en la interacción diaria con el entorno, a las reacciones emocionales y que pueden afectar de forma negativa al desarrollo de los niños. En la redacción de los ítems se ha procurado que el lenguaje sea comprensible a la población infantil en los países de habla hispana, siendo revisado por profesionales y académicos de Argentina, Cuba y República Dominicana (Trianes, 2009).

“Los depresores infantiles en función de la edad se encuentran de 0-6 años que se manifiesta por separacion, perdida, apego, abandono y abuso. De 4-12 años se da por compañeros, rendimiento, cambios violentos, socializacion y hermanos. De 13- 18 años se presenta por cambio corporal, identidad, interacción con el sexo opuesto, disfunción familiar y competencia” (Cano 2010, pág.13). Por ello es importante atender estos problemas desde que son niños ya que conforme van creciendo el problema sigue empeorando, casos que comunmente pasa en los adultos.

Un estudio reciente nos muestra un claro ejemplo, en el 2013 la 0MS presentó que “México es el país con más alto índice de estrés y de los 75 mil infartos que se registran al año, el 25% está asociado a enfermedades derivadas del cansancio y la presión del trabajo. Según datos del portal Milenio, con tres cuartas partes de los trabajadores mexicanos estresados, superamos los registros de China y Estados Unidos”.

Para ello es importante implementar estrategias de afrontamientos que se refieren a los esfuerzos voluntarios realizados con la finalidad de orientar, manejar o solucionar situaciones estresantes, por lo que a continuación se presentan algunas estrategias de afrontamiento que se refieren a los esfuerzos voluntarios realizados con la finalidad de manejar las situaciones estresantes. Tal como lo dice Frydenberg y Lewisestas éstas estrategias pueden ser clasificadas en tres estilos de afrontamiento básicos: Centrado en el problema; con estrategias como concentrarse en resolver el problema, buscar diversiones relajantes, distracción física, esforzarse, tener éxito y fijarse en lo positivo. Centrado en los demás; compuestos por estrategias como apoyo social, profesional, y espiritual, buscar pertenencia, acción social y amigos íntimos. Centrado en lo improductivo; referido a estrategias como preocuparse, hacerse ilusiones, falta de afrontamiento, ignorar el problema, auto culparse y reducción de la tensión (escobar 2012).

¿Podemos ver algo positivo en el estrés?

El estrés no siempre tiene consecuencias negativas. En algunas ocasiones hace reaccionar nuestro sistema y “pone en marcha nuevos recursos personales, fortaleciendo así la autoestima” (Gutiérrez, 1998, pág. 87), esto en la mayoría de los casos incrementa las posibilidades de tener éxito en nuestras actividades. Es decir, al entrar en un estado de estrés se genera adrenalina, por lo que los sentidos se agudizan y dan un mejor rendimiento que en condiciones donde no hay presión sobre algún tipo de cambios en las rutinas de la vida diaria, por lo tanto estos cambios pueden ser tanto positivos como negativos. Selye dice “en el uso coloquial del término estrés sólo hacemos referencia a los aspectos negativos” (1974, pág.23). Sin embargo también sirve para producir emociones positivas, aunque eso depende en gran parte a nuestras creencias.

De acuerdo con un estudio de la universidad de california, una persona puede aprovechar al máximo el estrés si lo afronta de una perspectiva diferente es decir, si en lugar de verlo de una forma negativa, lo asume con una mente positiva. Cambiar la perspectiva del estrés puede hacerte más saludable, porque también se modifican la respuesta del cuerpo ante la tensión nerviosa. De acuerdo con la sicóloga Kelly McGonigal y un estudio de la universidad de Harvard, los efectos positivos del estrés son: llenar de energía al cuerpo para afrontar los desafíos, aumentar el latido del corazón para prepararse a la acción, incrementa la respiración para oxigenar mejor el cerebro, los hace más sociable y creativo, además, los científicos detallan que durante los momentos de estrés se libera