¿Para qué la observación en las aulas? Y Educación individualizada y educación en grupo: ENSAYO.

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En la lectura: “Para qué la observación en las aulas”, la autora en un apartado nos dice: “Observar es un proceso que requiere atención voluntaria, selectiva, inteligente… lo que guía la observación es siempre la intención del observador”. En lo personal estoy de acuerdo con ello, pues si eso se realiza por gusto, se encuentran mejores resultados porque te basas en un propósito que ya lo tienes estructurado por sí solo, mientras de lo contrario, no son las mismas ganas ni el mismo entusiasmo el que se aportan. Argumento que también se pueden encontrar buenos y positivos resultados, pero como ya mencioné, opino que es más rápido y satisfactorio de la primera manera, pues de cualquier forma obtendremos la representación de la realidad educativa.

La atención y el cuidado de los chicos debe ser de calidad, ligada a todos esos factores de su edad; para fortalecer sus capacidades y habilidades es importante reaccionar ante los avances de la investigación, que nos permitirá encontrar formas para llevar a cabo una educación óptima, sin limitarse a la diversidad y a la sensibilidad de las personas.

Relacionando lo que mencionan la autora: Delia Rosa y el autor: Rudolf Schaffer, en sus textos; puedo relacionar la práctica docente con la sensibilidad que ejercemos con los niños a la hora de interactuar, lo que en ocasiones puede sentirse su ausencia, aunque se diga que es mayor la naturalidad a la hora de relacionarse con los pequeños, hay ciertas veces en que nos puede ganar la tensión en las prácticas y dejar en fuera lo que menciona el autor al respecto. Pues si del trabajo en el grupo se habla, efectivamente podemos decir que la dificultad existe la hora de relacionarse con todos los niños que hay en él.

“Se ha afirmado en repetidas ocasiones que las escuelas infantiles gozan de una posición privilegiada para ayudar a los niños en el aprendizaje de la lengua y para ayudar a superar diferencias a niños de familias desfavorecidas”. En lo anterior que nos menciona en la lectura: “Educación individualizada y educación en grupo”, no estoy totalmente de acuerdo, porque en cuestión de privilegio, pienso que éste se encuentra con más fuerza en casa, pues gracias a los investigadores: Bárbara Tizzard y Martin Hughes; se ha podido concretar que las oportunidades de aprender su lenguaje: los niños las tienen en su hogar con sus padres y familia en donde verdaderamente se cuenta con más opciones de generar diálogos y conversaciones que enriquezcan el lenguaje, aprendizaje y soltura de los niños. No se deja por un lado la relación y atención individualizada en el grupo con un pequeño, que sin embargo aunque sea poco tiempo, si se llega a obtener un buen resultado. Pero en casa es más común que suceda y con mayor duración.

En conclusión, es importante destacar que podemos llamar a la observación como estrategia para el expandimiento de información; en la cual resguardaremos los registros de la enseñanza y aprendizaje de los niños, el enriquecimiento de las prácticas, entre otras.

La observación es una técnica que nos permite crear o innovar un personal docente o institución competente. Y obligatoriamente hablando, esto va encaminado hacia la acción pedagógica.

Por último, la escuela tiene la obligación de mostrar a los niños, horizontes más allá de lo que ven a simple vista, ya sea en la convivencia, medio natural, en la adquisición de aprendizajes cognitivos, etc. Debemos sensibilizar a los pequeños para encaminarlos hacia los reglamentos, y adentrarlos a la mecánica con la que se trabajará en el grupo.