¿Para qué sirve la psicología? Capitulo XII Miguel Sorin

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LA PSICOLOGÍA Y LA MEDICINA

Es tan necesario que los psicólogos conozcan algo del organismo humano, sano y enfermo, como que los médicos tengan conocimiento de los fenómenos psíquicos.

Esta necesidad resulta de la unidad esencial de los fenómenos psíquicos con las funciones del organismo, sobre todo del cerebro.

Las relaciones de la medicina con la psicología no terminan en la psiquiatría.

Hay médicos que buscan aliviar el dolor o las molestias con drogas o cirugía, pero que se despreocupan de todo lo demás, como si eso no fuera parte del problema médico.

El médico, cualquiera sea su especialidad, debe conocer la personalidad completa de su paciente. Puede necesitar de un psicólogo que le diga si ese mismo paciente soportará “x” situación; o requerir para lograr que un paciente se prepare para una buena adaptación psíquica a un nuevo estado.

El psicólogo que no es médico no siempre podrá enfrentar a un enfermo mental con la misma eficacia que un médico psiquiatra, porque sus estudios no son tan completos en la clínica psiquiátrica y en los problemas biológicos.

El papel del psicólogo clínico no está aún bien aclarado en muchos centros científicos.

El médico psiquiatra solicita con frecuencia la colaboración del psicólogo para obtener un buen informe sobre la personalidad de su paciente, o para participar en el tratamiento psíquico.

El psicólogo clínico puede intervenir con gran eficacia en la prevención, es decir, en la profilaxis de no pocos trastornos psíquicos. En ese sentido, como agente profiláctico, el psicólogo clínico une a su actuación la del psicólogo pedagógico.

MAL EMPLEO DE LA PSICOLOGÍA

En muchos países, la psicología se aplica también al comercio, la publicidad o la guerra.

Por medio de la psicología publicitaria, la propaganda aprende a inducir a la gente a comprar una marca de productos en lugar de otra, que al fin de cuentas es igual.

También se aplica la psicología a manejar la opinión pública por medio de la prensa, del cine, de la televisión. Poco a poco se consigue crear una mentalidad colectiva o una manera de ser de la gente en general, que facilita a las fuerzas políticas manejar a la masa de la población en el sentido que quieren.

La psicología aplicada desempeña en estos casos un papel negativo, útil solo para intereses minoritarios y antisociales.

Y PARA TERMINAR

Si las diversas especialidades de la psicología se aplican a la educación del niño, a la adaptación benéfica del hombre al trabajo y también a la salud, pareciera que con ello puede lograrse hasta la felicidad completa del hombre.

En verdad, por sí sola la psicología no puede volver inteligente a un niño incapaz, ni transformar a un delincuente en un ciudadano honesto. Pero lo que puede hacer la psicología es ayudar a descubrir la causa de que un niño no tenga un buen rendimiento escolar, de que un hombre se vuelva delincuente o que un obrero esté insatisfecho y su productividad sea baja. La solución de problemas como estos requiere, principalmente, cambios en las circunstancias en que se vive, se trabaja o se estudia. En segundo lugar, pueden servir las medidas de orden psicológico. Lo importante es facilitar circunstancias económicas, sociales, técnicas, ideológicas y a veces políticas, cuyo conjunto e interacción faciliten los cambios buscados.

Esto demuestra una vez más que la vida es compleja y nunca será correcto enfocarla, estudiarla y modificarla desde un solo punto de vista.

Aunque la psicología sea una ciencia utilizada por hombre, los fenómenos psíquicos no son algo extraño a él, introducido misteriosamente desde afuera en el. El ser humano conoce el mundo gracias a su conciencia. Y esta le indicará la manera de transformar el mundo y la sociedad para su propio beneficio. Y cuando el mundo y la sociedad se modifican, la conciencia a su vez se transforma. En ese proceso recíproco, mutuo, entre el mundo y la conciencia: la acción. La acción sobre la naturaleza y sobre la sociedad. Mas aún, la acción sobre la conciencia misma.