TALLER DE COMUNICACIÓN

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Además de nuestros impulsos se realizaron otros estudios sobre zonas de nuestro cerebro las cuales intervienen en momentos de alegría, felicidad, sincronización, etc.

Uno de los problemas más comunes con las emociones es la antipatía. La antipatía es entre otras cosas el no corresponder con las emociones de los demás, el no sentir compasión con el dolor ajeno o no compartir ningún otro sentimiento positivo o negativo. Esto es definido por algunos investigadores como un problema de los lóbulos del cerebro que es dominado por el otro, el izquierdo que es el que lleva la mayor carga emocional mientras que el derecho se encarga más de la razón.

Comprender la función de cada parte de nuestro cerebro es una tarea casi imposible. Pero entender la inteligencia emocional nos adelanta en el camino de la vida, nos ayuda a comprender todo el entorno personal y social, a ser empáticos. Dentro de las características de las personas que han logrado en parte educar sus emociones se encuentra la esperanza, esta, mantiene siempre un halo positivo a pesar de las adversidades, se ha comprobado que una persona con esperanza tiene más oportunidades de sobresalir o mantenerse en un empleo o en alguna relación social y amorosa.

Las emociones también son contagiosas. Una persona positiva siempre contagia a los demás, normalmente tiene la empatía de la gente que le rodea. Las personas emocionalmente inteligentes tienen mejores relaciones sociales, mejor aceptación en lo laboral, son más felices y tienen menos problemas.

Las emociones nos hacen llegar al apogeo de ellas mismas, como cuando hacemos una actividad que amamos, la hacemos a la perfección y el nivel de concentración es máximo.

La mayoría de las decisiones que tomamos en la vida son encaminadas por las emociones, si es acerca de algo que nos gusta es un motivante extra, el razonamiento queda en segundo plano.

Las emociones nos influyen desde la niñez, en la toma de decisiones, en los impulsos tempranos como el llorar o las reacciones comunes de cualquier niño. Según el entorno en que crecemos nuestra inteligencia emocional se desarrolla, si es violento, relajado, acelerado, nuestro cerebro aprende de todo un poco y se queda con lo que más se le demostró desde pequeño.

CONCLUSION:

El estudio constante sobre la inteligencia emocional debe ser una materia obligatoria ya que en las escuelas nos enseñan a razonar pero muy poco a saber lo que sentimos ni mucho menos nos enseñan a expresar todas las emociones y sentimientos que tenemos, creo que debido a los sistemas educativos, nos hemos perdido de varias obras de arte o de líderes que pudieron haber cambiado el curso de la historia.

Pero si supiéramos controlar todas nuestras emociones muchas tragedias se hubieran prevenido y tendríamos un entorno más justo e igualitario. Todos somos diferentes, nuestras emociones son distintas así como nuestras reacciones y nuestro razonar, la inteligencia emocional debe ser para todos.