CAPÌTULO I : Elimelec y su familia

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Así fue como pasó lo que le había pronosticado Noemí.

Cuando Booz, entredormido, vio a sus pies a Rut se asustó, preguntó quien era y al escuchar el nombre de la joven se sintió bendecido. Le dijo que que iba a hacer por ella lo que le pidiese, por ser tan buena mujer. Plantea que hay un pariente más cercano, con la misma obligación del levirato que él. En la mañana, ofrecerá al fulano cumplir con ese compromiso, ya que sino lo iba a tomar él.

Booz le pidió que pasara la noche a sus pies y a la mañana se marchó rápidamente, cargando cebada que le regaló el hombre para su suegra, éste le pidió discreción acerca de lo acurrido.

Cuando llegó a su casa, Noemí la esperaba.

CAPÍTULO IV: GESTIONES CON EL PARIENTE MÁS CERCANO.

Booz se dirigió hacia la entrada de la ciudad y esperó a que pasara aquel pariente obligado al levirato. Cuando así sucedió, tomó a diez ancianos de la ciudad a modo de testigo y le narró el regreso de Noemí( mujer de su hermano Elimec), que vendía su tierra, perteneciente a dicho hermano, y si quiere cumplir su compromiso, casándose con Rut, su viuda.

Le contestó el fulano que no, que no lo iba hacer, ´porque sino perjudicaba su herencia. Le propone que cumpla él con esa obligación.

CASAMIENTO DE BOOZ CON RUT

Booz se hace cargo de todo lo que era de Elimelec, y todo lo que era de Quelión y Mahalón , como así también de Rut, la moabita, a fin de resucitar el nombre del difunto sobre su herencia, y para que sea recordado entre sus hermanos. Agradeció a Jahavé y todos los vecinos más los ancianos que fueron testigos.

Tomó Booz a Rut y ella fue su mujer, Yahavé le concedió un hijo. Noemí fue su felíz niñera. Lo llamaron Obed. Él fue padre de Isaí, padre de David.