El Lenguaje de los Iconos

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- Luchas Iconoclastas.

De a poco la controversia Iconoclasta se vuelve un problema de luchas entre Iglesia y estado. La crisis se inicia con León III, en una controversia con Germán I, patriarca de Constantinopla. La postura iconoclasta surgía en el interior de la Iglesia Bizantina. En algunos lugares había una profunda aversión a ellas. German se manifiesta favorable a las imágenes sin convencer a sus opositores; veamos cual es su pensamiento manifestado en dos de sus cartas: una de ellas la escribe al metropolita Juan de Synnada, “en ella se remonta a la unidad cuerpo-espíritu humano; la visión de la imagen lleva a la imitación del mandamiento de Dios de una manera más eficaz que la misma Palabra; conduce al amor de Dios y de los Santos. La encarnación del Verbo permite representarlo en figura humana. Excluye una representación del Dios invisible pero no del Dios hecho hombre”. En la segunda carta dirigida al metropolita Tomás de Klaudiúpolis comenta que “Las imágenes invitan a una imitación; la imagen se limita a lo esencial de la vida de una santo; una imagen es pues un resumen de una vida escrita. De nuevo recurre as la Encarnación del Verbo para legitimar el uso de las imágenes. Además sirve para refutar a los herejes, en concreto a los gnósticos, que niegan la verdadera encarnación del Verbo. Por otro lado legitima el uso de las imágenes por su largo uso dentro de la Iglesia

No podemos decir que las imágenes sustituyan a la Palabra, la ilustran y profundizan, en cuanto a la encarnación no solo legitima sino que hace que el uso de las imágenes sea necesario.

Veamos ahora lo referente a León III, parece que este no era contrario al culto de las imágenes incluso él poseía una que siempre llevaba consigo de la virgen, esto al menos al comienzo de su gobierno. León se habría pronunciado luego públicamente contra las imágenes, pero no parece certero que hubiera publicado un edicto. Parece que su oposición al culto de las imágenes deviene de la explosión de un Volcán que él habría interpretado como furia de Dios con relación a su uso. A partir de este momento impulsa la veneración de la cruz prohibiendo la de cualquier otra imagen, esto es común entre los iconoclastas.

Es en el año 730 cuando se dicta el primer edicto contra las imágenes. Para esto el emperador espero tener el consenso de Germán I, patriarca de Constantinopla, el patriarca rechaza esta propuesta, uno de los únicos que se opuso a la firma del edicto declarando: “No puedo cambiar la fe sin el asenso a un concilio ecuménico”, debido a esto deberá renunciar a cargo como patriarca, morirá poco después, el patriarca que le sucede, Anastasio, será obediente a los criterios del emperador.

- Un defensor de las Imágenes: Juan Damaceno.

Juan Damaceno es un monje teólogo defensor de las imágenes; es quién después de Germán I eleva su voz en defensa de las imágenes. De él sabemos que antes del año 700 ingresa al monasterio de San Sabas. Es un erudito y un poeta, eximio predicador; en el 726, durante la controversia iconoclasta llega a ser el más notable propugnador del culto. Entre 726 y el 730 redacta tres discursos famosos contra la iconoclastia. Las afirmaciones teológicas que expresa aquí las asume en su gran obra teológica: Fuentes del Conocimiento. El punto teológico donde fundamenta sus argumentos es muy amplio, lo podríamos resumir en los siguientes puntos:

- Como punto de partida tendrá que superar el pasaje de Ex. 20, con su expresa prohibición contra las imágenes. Argumenta que la prohibición veterotestamentaria radica en la inclinación del Pueblo de Israel hacia la Idolatría; y debe mirarse teniendo en cuenta que todo el antiguo testamento es una sombra de verdad, la verdad que será revelada plenamente en Cristo; este precepto del AT quedaría derogado en la encarnación de Cristo.

- El mismo Dios ha querido manifestarse en diversos momentos de diversas formas, también ha mantenido la comunicación con su Pueblo por medio de imágenes esto lo podemos ver dentro del AT en las apariciones veladas a: Jacob, Moisés, Elías, Daniel.

- Podemos decir también que, incluso, los mismos relatos son de algún modo imágenes. Una imagen es un paradigma que busca representar algo, muestra lo que representa pero no es idéntico al prototipo.

- También tomará recursos de la filosofía para fundar sus argumentos, en este caso toma la filosofía platónica y “hace un parangón de la imagen con la idea de arquetipo de la realidad terrena. El arquetipo puede existir sin la imagen, más no a la inversa. La imagen es una representación del arquetipo, lo manifiesta y establece una relación con el contenido representado de quien contempla. Es decir establece una relación con Cristo y, por Él, con la Santísima Trinidad. Es pues un medio de gracia.”

- Es verdad que nosotros no podemos hacernos una imagen de dios omnipotente, pero Él mismo ha querido hacerse una imagen en su Hijo. En la encarnación la naturaleza humana es dignificada, por tanto se puede representar a Cristo. Entendemos que la divinidad de Cristo no es posible representarla, pero naturaleza humana y divina están presentes en una única persona aquí se da la compenetración de ambas naturalezas (perichoresis) esto legitima la representación de la imagen de Cristo.

- La iconoclastia nace no sólo porque existen las imágenes, sino porque, sobre todo, se le rinde culto. San Juan Damasceno intentará de este modo justificar su veneración. De la misma manera, que hay una relación entre imagen arquetipo, el honor se traspasa de la imagen a lo representado por ella. El concepto de veneración proscaónesis daba lugar a malos entendidos. Juan distingue entre adorar a Dios y venerar las imágenes a pesar de que utiliza el mismo término proscaónesis para ambas realidades. Hay una primera proscaónesis según el culto que nosotros damos a Dios: es una adoración, relación directa con Dios, único ser venerable por naturaleza. En otro grado, también se da una veneración de honor, esta es tributada a los santos.

Todos estos argumentos preparan el Concilio de Nicea. Juan muere poco antes de que se convoque el Sínodo iconoclasta de Hierea (754), éste le condena con un anatema repetido por cuatro veces. Por otro lado, Juan Damasceno era estimado ya en vida por los iconódulos de la ortodoxa oriental y católica occidental. León XIII lo proclama doctor de la iglesia en 1890.

- Cúlmen de la controversia sobre las imágenes

Constantino V era de tendencia iconoclasta. Hombre muy enérgico entabló luchas notables. La iconoclasta llegará a convertirse en un factor político,