La trinidad con énfasis en al parte histórica
Enviado por Albert • 25 de Diciembre de 2018 • 2.068 Palabras (9 Páginas) • 360 Visitas
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En los dos primeros siglos de la existencia de la Iglesia hay poca conciencia del problema teológico y filosófico sobre la relación entre la unicidad de Dios y su naturaleza trina. Se puede encontrar en este período la fórmula tríadica de Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero relativamente escasa atención se presta al problema. Pensadores como Justino Mártir y Taciano enfatizan la unidad de esencia entre el Logos y el Padre y usan la analogía de que es imposible separar la luz de su fuente, el sol. En este sentido, la enseñanza es que aunque el Logos y el Padre son distintos, ellos no son divisibles o separables. Históricamente, la Iglesia formuló su posición acerca de la Trinidad a través de agudas controversias sobre el problema cristológico, es decir, acerca de la relación entre Jesucristo y el Padre. Los malentendidos infiltraron los baluartes mismos de la Iglesia y obligaron a sus teólogos a forjar el concepto formal de la Trinidad. Concluyeron que Dios debe ser concebido y comprendido como tres en uno.
- Los apologistas, Justino Mártir e Ireneo.
Se llaman apologistas a un pequeño grupo de escritores griegos del siglo segundo que presentaron una defensa de la fe cristiana frente a la persecución, difamación y ataques intelectuales de los paganos. Intentaron hacer el Cristianismo inteligible y racional a los judíos y al mundo grecorromano. Sus escritos contienen percepciones importantes para el desarrollo de la teología cristiana, incluso la de la Trinidad.
- El monarquianismo.
Hacia fines del segundo siglo y durante el siglo tercero se desarrolló en el occidente una tendencia que ponía el énfasis sobre la unidad de Dios. El término teológico “monarquía”, quiere decir gobierno solo de Dios. El historiador eclesiástico Kenneth Scott Latourette, explica el motivo del monarquianismo corno: Una tentativa de realzar el monoteísmo contra los que querían hacer de Jesucristo, como encarnación del Lagos, un segundo Dios, o querían resolver el problema presentado al pensamiento cristiano por la creencia en Dios el Padre y Creador, la deidad de Jesucristo y la acción del Espíritu Santo por lo que era en efecto un triteísmo.
- Tertuliano: un forjador de la terminología del concepto de la Trinidad.
Se ha caracterizado a este teólogo como el último de los apologistas griegos y también como el primero de los Padres latinos. Defendió vigorosamente la fe, sin embargo, es famoso principalmente por sus formulaciones de la Trinidad. Tertuliano se preocupaba mucho por el problema que representaba la relación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Su elaboración de esta relación vino a ser la fórmula aceptada por la Iglesia durante muchos años.
- Orígenes.
Contribuyó significativamente a la doctrina de la Trinidad con su enseñanza sobre la eterna generación del Hijo por el Padre. Así aseguraba que el Hijo era eternamente de la misma naturaleza que el Padre pero derivado de él.
La debilidad del pensamiento de Orígenes consiste en postergar al Hijo y el Espíritu Santo a un rango inferior al del Padre (subordinismo).
- Arrianismo.
Arrio enseñó que el Hijo era un ser intermedio entre Dios y el mundo, un ser angelical, el primero entre los seres creados, y por el cual fueron creadas todas las cosas. En palabras de Banks: "Se afirma de él (Jesús) la preexistencia, pero no la eternidad; la divinidad, pero no la deidad misma"
- La formación ortodoxa.
La doctrina ortodoxa de la Trinidad fue enunciada tras una serie de debates en los cuales se libraron controversias con los monarquianos y arrianos. El énfasis parece estar más en la última parte de la fórmula, esto es, en la existencia separada de las tres personas antes que en la única e indivisible deidad. La única deidad existe simultáneamente en tres personas, o tres maneras de ser. Deben reconocerse tres personas divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
- La contribución de Agustín.
Para Agustín el único Dios primordial no era el Padre, sino toda la Trinidad. Se ilustra este enfoque con su noción acerca del Espíritu Santo. Como una alternativa de procedente para diferenciar el tercer miembro de la Trinidad, Agustín consideró que el Espíritu es don y amor, el vínculo de comunión entre Padre e Hijo, entre Dios y su Iglesia.
Elementos esenciales en la doctrina de la Trinidad:
- La unidad de Dios.
El monoteísmo se encuentra profundamente implantado en la tradición hebreo-cristiana: Dios es uno, no hay varios dioses.
- La deidad de cada una de las tres personas.
Es un hecho claro, a través de las Escrituras, que las tres personas de la Trinidad son deidad. Tanto el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son reconocidos en la Biblia como Dios.
- La Trinidad y la unidad de Dios no son consideraciones idénticas.
Aunque la interpretación ortodoxa de la Trinidad parece contradictoria (Dios es uno y también es tres), la contradicción no es real, sino más bien es solo aparente.
- La Trinidad es eterna.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo siempre han sido deidad. Todos ellos desde la eternidad y hasta la eternidad son divinos. Ninguno de ellos vino a existir en algún punto del tiempo, tampoco ninguno de ellos llegó a ser divino en algún momento del tiempo.
- La subordinación funcional.
Podemos decir correctamente que el Hijo procede del Padre y el Espíritu procede de ambos, del Padre y del Hijo. Pero sería un error doctrinal afirmar que un miembro de la Trinidad es inferior en esencia y autoridad a otro.
Conclusión
Resumen de la doctrina trinitaria:
- Lo que permite distinguir por qué las tres divinas personas son un solo Dios; es la interrelación eterna que existe entre los tres. Cada persona vive de la otra, con la otra, por la otra y para la otra persona. Están desde siempre entrelazadas, de manera que no podemos pensar ni hablar de una persona, por ejemplo, del Padre, sin tener que pensar y hablar también del Hijo y del Espíritu Santo.
- Solamente conocemos a la Triunidad en sí misma
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