Profeta Menor Oseas.
Enviado por Jerry • 4 de Junio de 2018 • 2.616 Palabras (11 Páginas) • 308 Visitas
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En este libro también se predice con 700 años de anticipación la gloriosa venida de nuestro Señor Jesucristo. “Andaré, y tornaré á mi lugar hasta que conozcan su pecado, y busquen mi rostro. En su angustia madrugarán á mi.(Oseas 5:15) y “VENID y volvámonos á Jehová: que él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.nos dará vida después de dos días: al tercer día nos resucitará y viviremos delante de él. Y conoceremos, y proseguiremos en conocer á Jehová: como el alba está aparejada su salida, y vendrá á nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana á la tierra.(Oseas 6:1-3). Desde aquí Dios les da una promesa de Salvación de vida eterna, un Mesías que vendrá a redimir a su pueblo a ser su guía en este hermoso camino para alegrar a nuestro Padre para recibir la enseñanza de tener un corazón conforme al corazón de Dios.
En los siguientes capítulos del 7 al 13 vemos a Dios con un corazón lleno de dolor por los pecados y las infidelidades de su pueblo. Un pueblo que El protegió en el desierto que nunca los abandono de día les mostraba el camino en forma de nubes y en las noches en forma de llama para alumbrarles, un pueblo al cual sustento en todo y les dio una tierra para que habitaran en libertad y ya no más en esclavitud. Igualmente ocurre en nuestros días con el pueblo de Dios lo abandonan por completo se olvidan de Él y no recuerdan sus promesas, prefieren seguir a otros Dioses hoy día convertidos en vicios y en dinero se entregan por completo a los placeres y se olvidan de hacer lo bueno y lo que es correcto. Dios solo quiere que regresemos a el así como lo deseaba en aquellos tiempos de Oseas, que coloquemos nuestra mirada en El y sigamos las enseñanzas de su hijo Jesucristo el Mesías prometido, por medio del cual nosotros los gentiles hoy también somos llamados hijos de Dios, a través de su hijo también nos entregara la vida eterna a su lado viviendo en su santa presencia.
Dios no nos puede bendecir ni restaurar sino regresamos así lo dice en Oseas 14:1-3 “CONVIÉRTETE, oh Israel, á Jehová tu Dios: porque por tu pecado has caído. Tomad con vosotros palabras, y convertíos á Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y daremos becerros de nuestros labios. No nos librará Assur; no subiremos sobre caballos, ni nunca más diremos á la obra de nuestras manos: Dioses nuestros: porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.”
Y como siempre Dios da la promesa a su pueblo en Oseas 14:7 “Volverán, y se sentarán bajo de su sombra: serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid: su olor, como de vino del Líbano.”
Y el profeta añade esta lección de su propio sufrimiento, pero al mismo tiempo con el gozo del amor restaurado:
“¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que los sepa? Porque los caminos del Jehová son derechos, y los justos andarán por ellos: mas los rebeldes en ellos caerán.”(Oseas 14:9).
Debemos siempre andar en los camino del Señor porque sus caminos son rectos, son perfectos llenos de Justicia y de fidelidad hacia su pueblo si caminamos en sus sendas nada malo puede pasarnos porque como dice en Romanos 8: 28 para los que estamos en Cristo todas las cosas nos ayudan a bien…hasta los tropiezos que tengamos nos deja algo bueno en la vida, mientras los que no confían en su palabra caerán y nunca más se levantaran.
Libro Profeta Menor Joel:
Segundo libro de los profetas menores el autor de este libro lleva su mismo nombre.
Joel significa “Jehová es Dios”.
Este profeta vivió probablemente después del regreso de Israel del cautiverio en la tierra de Judá, era hijo de Petuel. Pero nada se sabe de él con exactitud.
En el plano personal observamos a Joel como un hombre que era un mensajero de Dios con un Ministerio exitoso ya que el pueblo le escuchaba, poseía también un pensamiento positivo ya que creía fielmente en la restauración y salvación del pueblo, confiaba intensamente en Dios y se preocupo por conocerlo, llego a descubrir la importancia de la oración y el ayuno y exhortaba continuamente a su pueblo a que lo hiciera para conseguir la Gracia de Dios y el Perdón de sus faltas; ya que él estaba seguro que la mano de Dios dirigía el destino.
Este Profeta tenía una amplia visión sobre el futuro. Y estaba muy preocupado por la ciudad de Jerusalén y el Templo de Dios.
Descripción del Libro:
El tema principal de este libro es el es el Día del Señor, el Día de la ira y del juicio de Dios.
Este libro da su comienzos con una invasión de Langostas que destruye todo a su paso (Cap. 1:1-4), y este profeta hace un llamado muy enérgico a su pueblo porque considera que esta invasión es un mensaje de Dios de lo que pasara si no se arrepienten, el profeta los exhorta a hacer ayuno y oración para que el señor tenga misericordia de ellos (Cap. 1:14), ya que el gran día de la ira del Señor está muy cerca (Cap.1:15). El profeta puede discernir aquí y en el capítulo 2 desde el versículo 1 hasta el 11, la Gran Tribulación que años más tarde nos habla el propio Jesucristo, Joel les dice a su pueblo que ese día es muy terrible y grandes catástrofes vera el mundo. El profeta insta al pueblo se convierta, y al mismo tiempo expresa la esperanza de que Dios se arrepienta y se abstenga de castigar (1:14; 2:12:17).
Este profeta les hablaba sobre las misericordias de Dios y la confianza puesta en el perdón de Dios (2:18-27) indica que el pueblo se arrepintió de corazón. “Y haré alejar de vosotros al del norte (es decir, la langosta)… y os restituiré los años que comió la oruga” (2:20; 25) constituyen las promesas que hace el profeta en el nombre de Dios.
Joel también le habla se la promesa del Señor de derramar sobre su pueblo al espíritu Santo de Dios antes de que el día del Señor venga (2:28) para que se arrepientan y no los agarre desprevenidos, así mismo hoy en día debemos estar atentos y no caer en pecado, porque se viene profetizando desde hace mucho tiempo que ese día vendrá y que el Señor esta cerca y el quiere que estemos velando y que no nos agarre dormidos.
Todo el capítulo 3 del libro de Joel habla sobre el juicio de las Naciones, sobre el juicio de todos aquellos que no escucharon la voz del Señor y le hicieron daño a su pueblo.
Luego que todo esto suceda Judá y Jerusalén gozarán de una maravillosa prosperidad y serán bendecidos eternamente con la
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