Consolar al Triste
Enviado por Jerry • 5 de Febrero de 2018 • 799 Palabras (4 Páginas) • 384 Visitas
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Creo que tú mismo has experimentado este sentimiento y si alguien ha llegado a tu vida a consolarte has de sentir la mano de Dios en todo su esplendor mediante la persona que te consuela. Todos ocupamos ser consolados, “Maestro ayúdame a nunca buscar, el ser consolado si no consolar” yo creo que aquí San Francisco de Asís nos muestra un poco de su entrega al querer darlo todo por el otro sin mirarse así mismo, pero también es necesario ser consolados, el mismo San Francisco de Asís estando encarcelado fue consolado, creo que en este bello poema el nos deja un mensaje directo sobre el consolar uno al otro.
Te expongo el caso del actor ya fallecido Robín Williams, si alguna vez llegaste a ver su humor en películas cualquiera podría pensar que era una persona feliz, que lo tenía todo, pero creo que no era así… Por eso mismo consolar al triste no es algo que suene muy fácil de hacer.
Aun recuerdo cuando me sentía vacio y triste, no sabía ni qué hacer ni hacia dónde ir, solo sabía que Dios era una solución, y eso porque las palabras ensordecedoras de mis Padres así me lo hacían ver, pero no era algo que yo quisiera experimentar por amor, creo que fue mas por casualidad y curiosidad.
Mis días eran existencialmente tristes, pues nada de lo que hacía me ponía feliz o hacia sentirme parte de este mundo. Después llego la hora de conocer el momento de oración donde Jesús Sacramentado y yo podíamos compartir un momento a solas, una hora solos él y yo en medio de tanta gente, acompañado de cantos ungidos por el Espíritu Santo, y digo ungidos porque en verdad me ponían en sintonía con el Maestro, se que le debo mucho a esa persona que tocaba su guitarra con tanto amor y sobre todo en gracia, con una oración constante, no creo que el Señor lo ungiera de tal manera si en el no hubiese estas partes importantes dentro de nuestra espiritualidad. Aquí mismo muestro otra forma de cómo consolar al triste, por eso, buscar la armonía con Dios en la oración, en tu actividad diaria, en una sonrisa, abrazo, gesto de cariño, son cosas muy importantes, sobre todo hacerlo con amor, amarnos como Jesús lo pidió y sigue insistiendo hoy en día.
Consolar al triste puedo pensar que no solo se trata de escuchar sino también de saber dar, con amor y entrega, a veces con la simple presencia y una palmadita en la espalda hacemos cosas maravillosas.
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