Drama los utensilios
Enviado por Rebecca • 10 de Enero de 2019 • 3.161 Palabras (13 Páginas) • 372 Visitas
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(Armando): ¡¡¡Es Armando Desorden!!!! (Examinando): ¡Ya ve, ni me sé bien su nombre!
(Ángel): Gracias por venir… (se dirige a Armando) ¿Examinado mensualmente? (Armando): ¡¡Ahh, él exagera!! De todas formas eso ya se había estudiado en las revistas viejas…
(Ángel): Bueno llamemos al Examinado del Hermano Justo Leal… ¿Conoce al
Hermano?
(Examinando) ¡¡Claro que sí!! Lástima que solo podíamos compartir un año, no solo me leía a diario sino que incluso a veces me leía dos o tres veces en el día, según él, cuando le agradaba mucho el comentario o el texto, y siempre buscaba la revista para ampliar el comentario y leía los contextos en la Biblia. Y no sólo eso, me comentaba con sus familiares y con los hermanos. ¡¡¡Ahh!!! Pero el día que más recuerdo es el primero del año, no solo leyó el texto y su comentario, sino también el prólogo y el comentario del texto del año, todo eso sin dudas le ayudó a cultivar sus muchas cualidades
(Ángel): ¡¡¡Qué bueno hermano Justo Leal, que bien!!!
(Justo): Bueno sólo seguía las sugerencias (Armado le hace ademanes despectivos) (Ángel): Veamos como nos va ahora con la revista La Atalaya de estudio del hermano Armando… Cuéntenos…
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(Atalaya): Bueno a él le gustaba más la revista ¡Despertad!, que por el “Observando el mundo” y las fotos de animalitos y los dibujos, aunque prácticamente no nos leía a ninguna de las dos. A mí me subrayaba en plena reunión, y cuando iba a comentar ya había pasado el párrafo. Y eso no es todo, casi siempre era el ultimo que me recibía y que porque él no iba a estar haciendo cola. A veces me llevaba a la escuela o al trabajo, según que para aprovechar a leerme, pero nada más se le acercaba algún compañero enseguida me escondía, tanto que a veces no sabía qué me había hecho y luego decía que el coordinador todavía no se la había dado. Otras ocasiones sí me llevaba a las reuniones pero ya era de estudios pasados. Bueno, aparte de todo lo malo, sí me dio un buen uso…: como su abanico favorito..
(Ángel): ¿¿¿Abanico??? (Mirando a Armando) (Armando): ¡¡¡Es que a veces hacía mucho calor!!!
(Ángel): Ahh, ahí viene la revista del hermano Justo Leal, escuchemos que tiene que decir…
(Revista): Este hermano ni siquiera esperaba a que yo llegara a las congregaciones. Apenas aparecía en Internet me descargaba, me tenia en su MP3, en su computadora en PDF, y apenas llegaba a las congregaciones ya estaba subrayándome, cuando tocaban estudiar artículos de mí, ya los había oído y leído varias veces, casi podía comentar de memoria, aunque estuviera muy ocupado como acomodador o pasando micrófono, estaba tan bien preparado que me prestaba a los nuevos que iban al Salón, y aun así comentaba dos o tres veces, claro levantaba la mano mucho más, pero el hermano debía darle oportunidad a otros también. Yo pensé que luego se olvidaría de mí, pero estaba equivocada, siempre me buscaba en las investigaciones de sus discursos. Y cuando algún comentario del examinando era tomado de mí, nuevamente me buscaba para recordar sus notas que hacía en mis márgenes, el hermano Justo Leal supo sacar mucho provecho de lo que el esclavo invirtió en mí.
(Ángel): Gracias hermano Justo Leal, por aprovechar bien los recursos del esclavo (Justo): No, más bien gracias a Jehová por darnos el alimento al tiempo apropiado (Armando ya está algo preocupado y asustado)
(Ángel): ¿Sabes de quién es el turno ahora Armado desorden? (Armando): No sé, tú eres el que estás dirigiendo…
(Ángel): Ahora viene tu hoja de informe mensual, espero que esta vez estés mejor
(Armando hace ademanes como que sabe que no está bien) (Ángel): Cuéntanos como era la actividad del hermanito
(Hoja de informe): Mmmm. No sé si llamarlo actividad, mas bien parecía desactividad, casi no me usaba, él prefería llenar su informe en otros papelitos, y cuando me usaba apenas unos cuadritos eran suficiente, era raro que sus horas pasaran los dos dígitos, libros no recuerdo que haya marcado, los folletos solo cuando había campaña, y siempre tenía un enredo con los estudios y revisitas, no sé si era que se equivocaba o lo hacía a propósito, marcaba varios estudios y una o dos revisitas, a veces no ponía su nombre y el pobre secretario no sabía de quién era, había meses que ni siquiera me utilizaba, creo que una vez hasta pasaron seis meses que no me llenó… y siempre me entregaba con dos semanas de retraso…
(Ángel): ¿¿¿Dos semanas de retraso???
(Armando): Ella está exagerando, yo los entregaba con una semana de retraso nada más…
(El ángel hace movimientos de negación con la cabeza)
(Ángel): Falta la hoja de informe de Justo, ahí viene… ¿qué puede decir del servicio del hermano Justo?
(Hoja de informe): Él siempre hacía el precursorado auxiliar varias veces al año, incluso duró un tiempo como precursor regular, tenía una habilidad especial para colocar libros y folletos. Siempre que conseguía a alguien interesado lo visitaba nuevamente, lo que lo ayudó a conducir varios estudios bíblicos; algunos llegaron a bautizarse. Y casi impone un record en colocación de revistas. Siempre me entregaba a tiempo, muchas veces era el primero en abordar al secretario, mi informe de él es muy positivo.
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(Ángel): Hermano Justo, los hermanos que usted ayudó le deben de apreciar mucho... (Justo): Gracias a Jehová que me bendijo con esos frutos…
(Ya Armando está cabizbajo)
(Ángel): Ahora es el turno del Salón del Reino… ahí viene en el que se reunía usted
hermano Desorden….
(Salón): Ahhh, hola Armando Desorden…..
(Ángel): ¡Qué bien!, ¿lo conoce?
(Salón): Claro que lo conozco, cómo olvidar a alguien tan desordenado como él, siempre llegaba
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