La oración de Jesús en el huerto de Getsemaní
Enviado por poland6525 • 9 de Septiembre de 2018 • 1.709 Palabras (7 Páginas) • 340 Visitas
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Satanás (): -¿Cómo tu que no eres puro quieres tomar esto sobre ti?.- (Jesús vuelve a temblar y a sufrir)
Jesús: (Con mucha vehemencia, Jesús grita a los cielos). - ¡Padre mío, si es posible, aleja de mí este cáliz! ¡Señor omnipotente, aparta de mí este cáliz! - (Silencio). - Hágase vuestra voluntad, no la mía.
Narradora 2: “Eran cerca de las diez cuando se puso de pie, y tambaleandose, bañado en sudor frío, se dirigió hacia donde estaban los tres apóstoles. Hasta donde ellos, rendidos de fatiga, de tristeza y de inquietud se habían quedado dormidos.”
(Jesús llega con los tres y lleno de trsiteza)
Jesus: (Con decepción dice:) - Simón, ¿duermes? - (Se levantan). - ¿Ni siquiera una hora podíais velar conmigo?
Juan: (preocupado) - Maestro, ¿qué te pasa, debo llamar a los otros? ¿debemos huir?
Jesús: - Si pudiese vivir, predicar y curar todavía durante treinta y tres años más, no me bastaría para cumplir lo que tengo que tengo que hacer de hoy a mañana. No llames a los otros ocho. Los he dejado allí, porque no podrían verme en esta miseria sin escandalizarse, caerían en tentación, olvidarían lo que ha pasado, y dudarían de mí. Vosotros habéis visto al Hijo del Hombre transfigurado, así que también podréis verlo en la oscuridad pero velad y orad, para no caer en la tentación, porque le espíritu está presto pero la carne es débil.
(Jesús vuelve al peñasco mientras sus apóstoles hablan)
Pedro: (Preocupado) - ¿Qué le ha sucedido?
Santiago: - Parece hallarse en la más completa desolación.
(Se cubren la cabeza y empiezan a orar llenos de ansiedad)
Narradora 1: “Los tres apóstoles que estaban con Jesus, habían orado primero y luego se habían quedado dormidos, tras caer en la tentación de la falta de confianza a Dios.
Narradora 2: “Los otros ocho que habían permanecido fuera del huerto no dormían. La tristeza y el sufrimiento que encerraban las últimas palabras de Jesus habían llenado sus corazones de funestos presagios y erraban por el Monte de los Olivos buscando algún lugar donde esconderse en caso de peligro.”
(Jesús se postra completamente y los ángeles regresan a consolar a Jesus)
Narradora 1: “Cuando desearon consolar a Jesús, y en efecto, sintió en ese instante algún alivio. Entonces todo desapareció, y los ángeles abandonaron al Señor, cuya alma iba a sufrir nuevos asaltos.”
Narradora 2: “Nuestro Señor vio los escándalos de todos los siglos hasta nuestros días y hasta el fin de los tiempos; todas las formas del error, del loco fanatismo y de la maldad se desplegaron ante sus ojos, atormentándolo como si a sus ojos no hubiera sido suficientemente crucificado o no hubiera sufrido tal como ellos entendían el sufriemiento.”
(Entran los diablos y empiezan a reprocharle todos los pecados futuros *futuros en el momento, pero pecados después de su muerte*)
Satanás (): -¿Estas decidido a sufrir por estos ingratos?
Jesus: (da un grito desesperado y de dolor).
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Los tres apóstoles se levantan por el grito y quieren ir con el pero Pedro los detiene diciendo:
Pedro: - Quedaos aquí, y voy con él.
Pedro corre hacia Jesús.
Pedro: - ¡Maestro! ¿qué tienes
Jesús no le responde y solo gime. Pedro se asusta así que regresa con los otros dos:
Pedro: - No me ha respondido nada, no hace más que gemir y suspirar.
Los tres apóstoles se cubren la cabeza llorando y empiezan a orar.
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Jesús: (alza su rostro). - ¿Tengo que sufrir por esta raza tan ingrata? Oh padre mío, si este caliz no puede alejarse de mí, hágase tu voluntad y no la mía.
(Jesús se levanta y camina hacia los tres, desfalleciendo a cada paso que daba)
Jesus se acerca a ellos y une sus manos en actitud de ruego, los tres lo sujetaron por los brazos y con amor lo sostienen.
Jesús: (Con apenado acento). - Me aprenderán dentro de una hora y me llevarán al tribunal; donde seré maltratado, azotado y condenado a la muerte más cruel. Consuelen a mi madre y también a Magdalena, se los ruego.
Narradora 1: (Pedro se hinca mientras Santiago y Juan llevan a Jesús de nuevo a la gruta y regresan con Pedro). “Ellos no replicaron pues no sabían que decir, tan grandemente los había asustado su presencia y sus palabras; por otra parte, aún creían que estaba delirando”
Jesús se postra en la gruta y los ángeles ya están presentes.
Narradora 2: “ Los primeros estadios del limbo se presentaron ante sus ojos. Vio a Adan y Eva, a los patriarcas y profetas, a los justos, a los padres de su Madre y a Juan el Bautista, esperando su llegada al mundo inferior con tal intensidad que esta visión fortaleció y reanimó su coraje. Su muerte abriría el cielo a estos cautivos, su muerte los librará de la prisión en la que languidecían. Los ángeles le presentaron todas las legiones de los bienaventurados de las edades futuras que juntando sus esfuerzos a los méritos de su pasión, debían reunirse por medio de El con el Padre Celestial.
(Entran los diablos)
Los diablos empiezan a decirle todo los que sufrirá, y toda su pasión: la traición de Judas, la negación de Pedro, su crucifixión, etc)
Se van los diablos y entra un ángel con el Caliz, dandole de beber y se retira.
(Jesús se limpia la cara con un paño, se quita el sudor y acomoda su cabello y barba y se encamina a los tres).
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Jesús: - No es tiempo de dormir, deben despertar y orar. He aquí que llega la hora en que el Hijo del Hombre será entregado en manos de los pecadores. Levantaos y vamos, el traidor
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