CICLO VITAL DE LA FAMILIA (y transmisión de modelos familiares)
Enviado por tolero • 26 de Marzo de 2018 • 2.632 Palabras (11 Páginas) • 549 Visitas
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En los 3 niveles que describe Sager y Kaplan estoy de acuerdo sobre la comunicación de la pareja, en las necesidades deseos, fantasías y otras que a veces como pareja no se comunican por vergüenza.
Pero en los cuatro puntos que menciona Kerberg habla mucho de la agresión bisexual la identificación genital mutua que no trastorne la estabilidad de la identificación sublima.
En la tercera fase que es de los hijos el autor relata que si una relación profunda entre hombre y mujer no termina en niños es incompleta. Pero la verdad es que en la actualidad la decisión de tener hijos se ha ido separando de la decisión de casarse. Un hijo influye tanto en lo personal como en lo familiar. La llegada de un niño requiere de espacio físico y emocional. La pareja debe adquirir un nuevo anclaje de relación emocional con el niño, y entre ellos, la capacidad de ayudar al compañero para que lo haga. Tener un niño favorece la intimidad de la pareja, estimulando la diferenciación y elaboración de diversas facetas de la personalidad de cada uno. Uno factor importante en esta fase es poder identificar adecuadamente el área económica afectada para poder definir cuáles son las labores tanto del trabajo como del hogar, y ayudarle a cada quien a cumplir con lo suyo y no confundir la problemática real con falta de cariño, desinterés o con la pérdida del deseo y el propósito de formar una familia. La ideología sobre la paternidad y la decisión de tener hijos ha cambiado significativamente en los últimos años. La decisión de tener hijos ya no va de la mano con la decisión de casarse, ni la decisión de tener sexo va de la mano con la idea de que debe ser dentro del matrimonio. En ésta etapa, el área de la sexualidad establece la importancia de la realización de la pareja a través de la reproducción. Aquí la planificación familiar juega un papel fundamental, cada pareja debe ser responsable y saber cuántos hijos realmente podrían entrar en su núcleo familiar.
Hago mención del capítulo cuarto transgeracionalidad y educación ¿Cómo se perpetua la familia? Hablo de este capítulo porque aquí se ve como fue evolucionando la familia en la edad media al niño se le veía adulto en miniatura, en el siglo XVI y XVII fue la participación del clero, la educación era rígida, aquí la educación solo era para hombres.
En el siglo XVIII fue el cambio en la concepción de los niños ya no eran adultos en miniatura, se empezó a ver un cambio en el siglo XIX cuando ya le tenían un mayor cuidado al infante, ya le daban mayor importancia a la educación (sujeto bicosocial). Se describían características de la infancia (frágil, necesitaban cuidados).
Después de cómo fue evolucionando se generan 3 categorías y eran luchar por lo que deseas, pensar en el prójimo, y tener cuidado, más que nada tener en cuenta estos 3 puntos son necesarios en la vida cotidiana.
Continuando con la cuarta fase ¨la adolescencia¨ es una época de crisis y de cambios, de experimentación y de definición, tanto para los hijos adolescentes como para los padres. En ésta fase se combinan varios factores:
Mayor frecuencia en problemas emocionales.
Los padres, a pesar que se encuentran en la madurez, se ven obligados nuevamente a revivir su propia adolescencia.
Los abuelos se acercan al no poder mantenerse por sí mismos, y la soledad y la muerte se avecinan. El adolescente normal presenta crisis de identidad, pero no difusión de identidad. Las crisis obedecen a que el sentimiento interno de identidad, de pronto y con los cambios físicos del adolescente, no corresponde a la confirmación del medio ambiente, que ya lo empieza a tratar como joven adulto. En cambio, la difusión de identidad habla de síndromes psicopatológicos severos. La adolescencia es la etapa en la que se presentan con mayor frecuencia los problemas emocionales serios. Para que un padre pueda dar el apoyo adecuado a su hijo es necesario que él haya resuelto lo mejor posible su adolescencia, para que no reviva su propia adolescencia y no trate de sobreproteger a su hijo. En el área de la intimidad, el padre puede sentir rivalidad al ver que su hijo crece más fuerte que él, o el hijo puede sentirse menos validado, al darse cuenta que no cumple con las expectativas de sus padres. Los hijos se van, se separan de la familia y es necesario renovar el contrato matrimonial. A algunos padres les cuesta soltar a sus hijos adolescentes, sin embargo deben saber soltarlos a tiempo para que vaya en búsqueda de una persona extraña con la cual seguir el ciclo vital de la familia. Cuando los hijos se van la pareja adquiere otra dimensión en el área social y tiene que aprender a adaptarse a ella.
La quinta fase el rencuentro conocida como la etapa del nido vacío, es una de las etapas más demandantes para el sistema familiar, en la cual la pareja enfrenta los problemas de una biología que decae pues se pasa de la edad madura a la vejez, la aceptación de los nietos, que no resulta tan fácil ya que aquí se remueven conflictos edípicos, no resueltos, el papel de abuelos, la muerte de algunos familiares de generaciones anteriores, la jubilación, las diferencias con las nuevas generaciones. Esto se debe a que para estas fechas casi siempre los hijos ya se han ido a formar sus propias familias, lo cual propone algunos cambios. Los padres se encuentran cercanos a los 50 años de edad o más. Si las cosas han marchado bien en las etapas precedentes, les será más fácil aceptar los cambios de una biología que tiende a declinar; igualmente como pareja podrán enfrentar los cambios familiares y sociales que se presentan. Los padres deben independizarse de los hijos y de los nietos para volver a formar una pareja. Se reencuentran con ellos mismos y con el compañero. En estos momentos se vuelve muy necesario el apoyo mutuo entre los esposos. Este apoyo mutuo servirá para continuar en la búsqueda de nuevos estímulos y nuevas metas para el matrimonio. En ocasiones, aparecen sentimientos de culpa como fantasmas del pasado por los errores cometidos con los demás, especialmente con los hijos, y por los deseos de la propia muerte.
Por último la sexta fase la vejez, con sus grandes complejidades llenas de misterio y amenaza. Es una de las etapas más difíciles de la pareja ya que en ésta, las personas ancianas deben adaptarse a la pérdida y retos que la edad presenta: la búsqueda de una nueva identidad, de una compañía que produzca placer, así como de una experiencia significativa y genuina. Quizá a alguna pareja le cuesta asumir que se le pasó la vida. Esta etapa, como todas, presenta obstáculos como los siguientes, con la llegada de su esposo que se ha jubilado,
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