La muerte en el ciclo vital

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La muerte la vive propiamente la persona que muere pero además la vive un otro que es quien pierde a alguien, y que puede ser de los dolores más grandes por los que tienen que atravesar las personas, todas las perdidas afectivas, despiertan toda una serie de reacciones afectivas, cognitivas y conductuales que llamamos duelo. Bender (1996). Si bien es normativo que en la vejez pasemos por mas situaciones de duelo como son la perdida de la pareja, amigos y los padres, esto no sería regla para que en otras etapas del ciclo vital pasemos por procesos de duelos no normativos como seria para un padre o madre perder a un hijo y que quizás supone más dolor ya que es un proceso para el cual no estamos preparados socialmente para afrontar más allá de lo que se genera por el dolor mismo de la perdida.

La muerte de un ser querido es especialmente dolorosa porque no solo desaparece una persona, también desaparece un aspecto de nuestra vida, la vida misma el sentido de la vida, una madre ya no puede cuidar a un hijo que no existe, un matrimonio a veces gira en torno a una dualidad, se trata de un pedazo de nosotros, porque cuando estamos con una persona la retroalimentamos y nos retroalimentamos y así vamos generando actitudes y rasgos, no somos aislados en el mundo, tendemos a sociabilizar, a buscar y a necesitar el amor como también los otros lo necesitan, tendemos a buscar personas con nuestros rasgos y preferencias y cuando la encontramos no la queremos perder, es difícil para una persona cuando se genera una complementariedad con alguien y por situaciones de la vida ya no está a tu lado, es por esto que en la persona queda un vacío, el cual es irremplazable y ya nadie podrá llenar, pero la idea propiamente tal no es llenarla, ni que la ocupe otra persona, uno tiene que aprender a vivir sin él o ella, lo ideal es aceptar que esa persona ya cumplió su ciclo, aceptar y vivir el dolor que estamos sintiendo y en el momento y lugar en donde lo estemos sintiendo y en lo posible recordar lo mejor de las personas a quienes hemos visto partir.

Otro ámbito de la muerte es el suicidio el cual no es un tema menor, el suicidio se define como toda muerte intencional auto infligida, que se realiza con conocimiento de su letalidad, motivada por trastornos emocionales, pérdida de personas allegadas, trabajo o dinero, presión institucional, enfermedad incurable o mandato religioso, entre otras. Pineda.C. (2013). Otro aspecto del suicidio es el de la perdida que sufre la familia, los más cercanos al fallecido pueden pasar por sentimientos de culpa haciéndose preguntas como ¿Qué tal si hubiese echo tal cosa? ¿ si me hubiese fijado en tales conductas? Etc. Le suman al dolor sentimientos de incertidumbre, ya que no pudieron despedirse o decirse las cosas que tanto anhelaba.

El proceso de entierro de un fallecido aunque se crea que es un acto de poco relieve, no lo es, cuando una familia tiene a un pariente, hijo etc, que está perdido o no pueden ver su cuerpo físicamente sin vida no se está generando un proceso de cierre que es esencial para cerrar los ciclos de la muerte y de duelo, y en cierta medida la consciencia no está tranquila ya que siempre está la esperanza de que puede estar vivo.

Conclusión.

La muerte es un proceso que afecta a muchas personas, el que lo vive, como el que acompaña a la persona moribunda, es un proceso doloroso y que genera emociones tan variadas como personas existen, pero una cosa es cierta esos sentimientos no son fáciles de llevar, es por esto que cuando alguien fallece se genera en otro un proceso de duelo, proceso que puede ser tan doloroso como la muerte misma, pero también bastante enriquecedor si se supera de la forma correcta y con redes de apoyo activas.

Entre más se reprime el tema de la muerte, o no se afronta, más problemas se van a generar, las personas tienen que hablar sus inquietudes y expresar todo tipo de sentimientos que los acompleje, de esta manera el proceso de muerte o duelo será más llevadera.

Bibliografía.

-Carlos Alejandro Pineda Roa. (23 de julio de 2013). Factores asociados con riesgo de suicidio de adolescentes y jóvenes autoidentificados como lesbianas, gays y bisexuales: estado actual de la literatura. rev.colomb.psiquiatr., 42, 10.

- Irene Perdomo Victoria, 1 María Luisa Torres Páez2 y María E. Astraín Rodríguez. (1996). MORBILIDAD Y MORTALIDAD DE LOS ANCIANOS EN EL MUNICIPIO HABANA VIEJA . Rev Cubana , 2, 11.

- Cap 19.la muerte y el proceso de morirse. Perdida y duelo.