Catedra de Lenguaje y Comunicación
Enviado por Albert • 16 de Noviembre de 2018 • 860 Palabras (4 Páginas) • 278 Visitas
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Entonces, en vista que los objetores de conciencia han de estar en las filas como soldados de una u otra forma, su utilidad va arraigada en las tareas que se les encomienden y realicen.
Un objetor de conciencia en su vida civil puede ser un electricista, un mecánico, un enfermero, hasta un veterinario. Todos estos oficios y carreras pueden ser de importancia en una guerra, ya que en esta se necesitan cubrir diversos puestos en las instalaciones, reparticiones y cuarteles, y estos deben funcionar a plena capacidad para que la guerra sea más amena para el país en cuestión.
En el caso de Chile, por ejemplo, las fuerzas Armadas se dividen en distintas ramas, y estas, en especialidades, dentro de las cuales no todas requieren necesariamente realizar actos violentos, o lo que sea que un objetor de conciencia no esté dispuesto a hacer. La pluralidad de las especialidades dentro del ejército, marina, aviación, permite al sujeto tener opciones en qué desempeñarse. A pesar que para ser parte de estas, se requiere pasar por cursos básicos de armamento, no es vital para cumplir con dichas tareas específicas, tal es el caso de Doss que, sin un curso de armamento, logra entrar en batalla y cumplir con su tarea de médico de combate, rescatando una inmensidad de vidas.
Sintetizando, en la guerra un país no se puede dar el lujo de elegir a quién entra y quien no en sus filas, ya que toda ayuda, y cada hombre y mujer disponible es necesario. Y esto queda más que demostrado, en un hecho heroico e histórico realizado por el soldado Desmond Doss, que “luchando” a su manera por su país, comprobó los objetores de conciencia sí son útiles, es más, son necesarios en un n conflicto bélico en donde su país entre. Porque “en tiempos de guerra, cualquier agujero es trinchera”.
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