EL PROCESO DE TRABAJO Y DE VALORIZACIÓN

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La segunda característica de la producción consiste en que sus cambios parten siempre de los cambios de las fuerzas productivas. Las fuerzas productivas son el elemento más dinámico y más revolucionario de la producción. Primero cambian las fuerzas productivas de la sociedad y luego, en consonancia con ellas, cambian las relaciones de producción entre los hombres, sus relaciones económicas. Esto no quiere decir que las relaciones de producción no influyan sobre el desarrollo de las fuerzas productivas y que éstas no dependan de aquéllas. Aunque su desarrollo dependa del de las fuerzas productivas actúan a su vez sobre el desarrollo de éstas. Las relaciones de producción no pueden quedarse por un tiempo demasiado largo rezagadas respecto de los cambios operados en las fuerzas productivas ni hallarse en contradicción con ellas. Las fuerzas productivas, sólo pueden desarrollarse plenamente cuando las relaciones de producción están en armonía con el carácter y el estado de progreso de dichas fuerzas y les dan libre curso. Si no fuera así ocurriría una ruptura radical de la unidad entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, un descoyuntamiento de la producción bloques.

Esquemáticamente las fuerzas productivas se han desarrollado desde los tiempos primitivos hasta nuestros días conforme al siguiente proceso: de las herramientas de piedra sin pulimentar se pasa al arco y la flecha y, en relación con esto, de la caza a la domesticación de animales ya la ganadería primitiva; de las herramientas de piedra a las herramientas de metal (al hacha de hierro, al arado con reja de hierro, etc. ) , y, en consonancia con esto, al cultivo de las plantas ya la agricultura; de las herramientas metálicas a la fragua de fuelle ya la alfarería, desarrollando los oficios artesanos que se separan de la agricultura.

La producción independiente de los artesanos se convierte con el tiempo en la manufactura; de los instrumentos artesanos a la máquina, dando origen a la industria mecánica; por último, se pasa al sistema de máquinas de la gran industria mecánica moderna.

Ocurre un proceso de retroalimentación por medio del cual los hombres que son quienes perfeccionan los instrumentos. de producción también cambian con ello.

El ser humano como el elemento más importante de las fuerzas productivas, cambia sus hábitos de trabajo y su habilidad para el empleo de los instrumentos. También cambian las relaciones económicas, las relaciones de producción entre los hombres.

La historia registra cinco tipos de relaciones de producción: el comunismo primitivo, la esclavitud, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo.

En el comunismo primitivo, las relaciones de producción se basan en la propiedad social sobre los medios de producción, debido al grado de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas durante este período. Con las herramientas de piedra y el arco y la flecha, no es posible luchar aisladamente contra las fuerzas de la naturaleza y contra las fieras. Para no morirse los hombres de aquella época se vieron obligados a trabajar en común, lo que condujo a la propiedad en común tanto sobre los instrumentos como sobre los productos. La idea de la propiedad privada sobre los medios de producción no había surgido, aunque existía la propiedad personal de ciertas herramientas que al mismo tiempo eran armas de defensa contra las fieras.

El régimen del esclavismo se caracteriza por la propiedad del esclavista sobre los medios de producción, incluyendo a los mismos productores, los esclavos, a quienes el esclavista podía vender, comprar y matar. Estas relaciones de producción están en consonancia con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas que, superando a las herramientas de piedra, ya son de metal.

De aquella economía primitiva basada en la caza surgen la ganadería, la agricultura, los oficios artesanos y la división del trabajo entre estas diversas ramas de la producción; surgen el intercambio de productos entre loS individuos y las sociedades, la posibilidad de acumular riquezas en manos de una minoría que sojuzga a la mayoría y la convierte en esclavos. Hombres son plenitud de derechos y hombres totalmente privados de derechos; una furiosa lucha entre unos y otros: ese era el cuadro que presentaba el régimen de la esclavitud.

El régimen feudal se caracteriza por la propiedad del señor feudal sobre los medios de producción y parcialmente sobre. los productores, los siervos, a quienes ya no puede matar pero sí puede comprar y vender. Paralelamente Con la propiedad feudal existe la propiedad individual del campesino y del artesano sobre sus instrumentos de producción y sobre su economía privada, basada en el trabajo personal.

Es entonces cuando se perfecciona la elaboración del hierro, se amplía el uso del arado de metal y el telar. La agricultura, la horticultura, la viticultura, la fabricación del aceite hacen progresos y aparecen las primeras manufacturas junto a loS talleres de los artesanos.

El nuevo estado de fuerzas productivas demanda que se deje al trabajador cierta iniciativa en la producción, que sienta cierta inclinación al trabajo y se halle interesado en él. Por eso, el señor feudal prescinde de los esclavos y prefiere entendérselas con los siervos, que tienen sus propias herramientas y se hallan interesados por el trabajo en cierto grado, en la medida necesaria para trabajar la tierra y pagar al señor en especie, con una parte de la cosecha.

El régimen capitalista, se basa en la propiedad capitalista sobre los medios de producción y en la inexistencia de propiedad sobre los productores, obreros asalariados, a quienes no se puede matar ni vender, pero que carecen de medios de producción, por lo cual, para no morirse de hambre, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo al capitalista.

Existe paralelamente la propiedad privada del campesino y del artesano, libres de la servidumbre, sobre sus medios de producción. De los talleres de los artesanos y de las manufacturas surgen las grandes fábricas y empresas dotadas de maquinaria. De las haciendas de los nobles surgen las grandes plantaciones agrícolas capitalistas.

Para entender y manejar las máquinas Son necesarios trabajadores más cultos y despiertos que los siervos.

Al producir más y más mercancía, el capitalismo agudiza la competencia, arruina a una masa de pequeños y medianos productores, los convierte en proletarios y rebaja su poder adquisitivo, con lo que reduce la demanda de las mercancías producidas.

El carácter social de los medios de producción se evidencia en las enormes