Interiorización del fútbol desde una perspectiva yanomami

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De esta forma, se puede decir que la cultura no es un gran ente estático e inmodificable, y aunque sí pueden reconocerse ciertas características en ella que se mantienen más estables y con mayor persistencia en ciertas áreas geográficas y bajo ciertos contextos, también hay otras características que cambian y se adaptan según sea el caso.

Resulta sorprendente cómo los yanomamis resignificaron la idea del fútbol, dejando de lado queda ese deporte hostil, violento, capitalizado, mediático, lúdico, que presenta jugadores como semidioses y a equipos como máquinas de monedas, dándole una nueva perspectiva, adoptándolo en una nueva cosmovisión y se practicándolo fuera de todos los esquemas de los que proviene. Ahora, si bien algunas formas de la práctica, como los campeonatos, las reglas que se siguen y los espacios donde se practica se aplican de manera más parecida a lo establecido occidente, las formas, los medios y las actitudes con las que los jugadores lo llevan a cabo dejan ver que esa propiedad maleable y multisignificativa de la cultura.

A partir de lo anterior podemos decir que la identidad de los habitantes de estas comunidades no se define por el conjunto de rasgos culturales que en un momento determinado la delimita y distingue, sino que es posible que se tomen y modifiquen los rasgos fundamentales de una cultura (sea propia o ajena) manteniendo al mismo tiempo sus fronteras, es decir, sin perder su identidad.

Por otro lado, tratando de enmarcar a las prácticas que envuelven al fenómeno del futbol entre los yanomamis, o sea, las prácticas intercomunitarias como los campeonatos, los discursos, las presentaciones y las entregas de premios que describe Acuña Delgado y cómo estas permean entre las practicas occidentales y las provenientes de un proceso de interiorización, se puede entender a la organización social como una estructura donde los sujetos llevan a cabo prácticas que forman parte de esquemas y representaciones compartidas, entendidas también como formas simbólicas, todo esto en su propio contexto histórico.

Esto se complementa con la idea que Carrión presenta en su obra, donde nos deja entender que es en el pueblo yanomami donde “(…) el futbol es un sistema de relaciones y representaciones, que produce una integración simbólica de la población alrededor de los múltiples componentes que tiene, produce o atrae; sea a partir de la práctica deportiva como de las esferas que lo rodean directa o indirectamente”[5]

Conclusión

Por todo lo anterior y a modo de conclusión, no queda más que decir que aplaudir el trabajo de Ángel Acuña Delgado por el enorme esfuerzo de recuperar información de un tema que a simple vista parece ser trivial pero que, después de un análisis antropológico, deja ver las características de un pueblo que en tiempos de imperialismo cultural se opone a las prácticas ajenas y mantiene su maleable y orgullosa identidad.

Fuentes de consulta:

Acuña Delgado, Ángel (2010). Estructura y función del fútbol entre los yanomami del Alto Orinoco en Revista Española de Antropología Americana Vol. 40 No. 1. Universidad de Granada. [En línea]. Disponible en: http://revistas.ucm.es/index.php/REAA/article/view/REAA1010120111A/22537 Consultado el 31/10/16

Carrión M., Fernando. El fútbol como práctica de identificación colectiva. [En línea]. Disponible en: http://www.flacso.org.ec/docs/futbol_practica.pdf Consultado el 31/10/16

Flores Álvarez-Ossorio, Santiago. Fútbol y manipulación social. [En línea]. Disponible en: http://www.cafyd.com/HistDeporte/htm/pdf/2-13.pdf Consultado el 02/11/16

Giménez, Gilberto. La cultura como identidad y la identidad como cultura. Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. [En línea]. Disponible en: http://perio.unlp.edu.ar/teorias2/textos/articulos/gimenez.pdf Consultado el 29/10/16

Mauss, Marcel (1979). Sobre los dones y la obligación de hacer regalos. En Sociología y Antropología. Madrid: Tecnos.

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