La familia en la modernidad

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La familia:

La familia es el primer grupo del que se forma parte, en ella se aprenden las primeras palabras y se imitan las primeras acciones, se recibe la atención, el afecto y las primeras prohibiciones, se ocupa un lugar y se desarrolla un rol dentro de una estructura jerárquica.

La clase de familia en la que pretendo enfocarme es la conyugal, pero el hecho de que haya pasado a ser la forma común de familia en nuestros días es resultado del proceso de desarrollo de la modernidad que la redujo a su más mínima expresión, la que le es necesaria para echar a andar un sistema ocupacional con la competencia como motor del desarrollo de los individuos (y no de los grupos). Con la modernidad se da el paso para desarticular la familia consanguínea (Linton la define como grupo difuso y poco organizado de parientes consanguíneos*), donde plantea que esta cubre aspectos de seguridad económicos y hasta políticos de los individuos, pero también les impone una fuerte obligación para con el grupo. Con el desarrollo y la posibilidad de competencia económica que considera sólo a los individuos, ahora éstos “se las pueden arreglar solos” y tienden a ignorar el lazo de parentesco que antes los mantenía unidos “La expansión de la economía de Europa y E.U. Durante el siglo XIX y las grandes posibilidades que ha abierto a los individuos han destruido las raíces mismas de la organización familiar consanguínea. Actualmente la familia consanguínea sólo conserva sus funciones en distritos rurales de población antigua y en algunas dinastías capitalistas” (Linton en Nanda, 1970)

Horkheimer nos dice en “La familia y el autoritarismo” (1970) que las grandes revoluciones que dieron origen a la era moderna tenían como “bandera sagrada” al individuo “El hombre, sin más distinción, todos los hombres honestos por igual habían de hacer la ley y encontrar en ésta protección (...) El símbolo del pasado eran las formas jerárquicas; el del futuro, en cambio, el del individuo unido a sus iguales”. (Horkheimer en Nanda, 1970, pag.177). En la sociedad industrial tuvo ascenso al poder la burguesía ya sea por medio del estado o por medio del comercio y la propiedad privada como materialización del fruto de ésta, desplazando las concepciones tradicionales, totalitarias de poder “proclamando el reino de la racionalidad, el dominio exclusivo del principio del cálculo y del intercambio libre sin más condiciones que las exigencias de la oferta y la demanda (...) La familia siguió siendo una institución feudal basada en el principio de la sangre, es decir una institución totalmente irracional (Horkheimer en Nanda, 1970, pag.177). En el sistema moderno que se sustenta ideológicamente y se propone volcar sobre el individuo, perdura desde el grupo nuclear de éste último (y nucleo de la sociedad también) una estructura jerárquica que se contradice con éste principio de racionalidad y se ve reflejado, según T.W. Adorno, en “La significación social y las dificultades internas de la familia” como “contradicción global de la sociedad”. “Mientras estado y sociedad, la vida política y la vida privada se separaron, siguió subsistiendo en el hogar la dependencia personal directa” (Horkheimer en Nanda, 1970,pag.175).

Pero podemos encontrar que de núcleo económico de la sociedad, la familia pasó a ser el nucleo del sistema ocupacional, pero es momento aquí de detenerse a hacer una descripción en términos estructurales sobre la familia, para esto me apoyaré primero en Ralph Linton para posteriormente pasar a lo propuesto al inicio de éste párrafo apoyándome en Talcott Parsons.

Podemos ver en la familia una forma de división del trabajo que se ha mantenido en el desarrollo de la mayoría de las civilizaciones, como es el caso de la civilización moderna donde “se prepara a los hombres para ciertas actividades y a las mujeres para otras, y la división funciona de tal manera que una mujer y un hombre pueden constituir una unidad casi autosuficiente para la producción y el consumo. En general el hombre es quien suministra las materias primas y la mujer quien las prepara...” (Linton en Nanda, 1970). En una sociedad de estructura patriarcal como la industrial, el padre pasa a ser la figura de autoridad máxima dentro del grupo familiar, su rol se caracteriza por ser proveedor y por esto mismo ocupa el puesto de mayor jerarquía en tanto que la dependencia personal directa es el primer catalizador que mantiene unido éste grupo. Talcott Parsons señala que de éste depende el status social del grupo; el papel de la madre es encargarse del cuidado de los hijos y del hogar. Ralph Linton menciona un papel bastante interesante sobre la figura de la madre, que proviene de un análisis más apegado a lo psicológico: “En lo que a la relación padre-hijo concierne la madre constituye el punto central... El grupo formado por el padre, la madre y los descendientes se mantiene unido por la vinculación del padre a la madre y por la dependencia física del hijo respecto a ésta....” (Linton en Nanda, 1970, pag.11). En el caso de los hermanos mayores, éstos fungen como ejemplo para los más pequeños, como un reflejo del mundo adulto al que se va a llegar y se tiene que aprender “Los hermanos mayores le dan objetivos conscientes y modelos de comportamiento... el grupo de los hermanos es un microcosmos de la sociedad adulta” (Linton en Nanda, 1970, pag. 11). De ésta manera se cumplen las funciones internas del grupo familiar, tomando como modelo una familia conyugal “normal” en términos muy restringidos y generales, teniendo en cuenta que el concepto de familia de hoy en día se ha diversificado significativamente, como muestra pueden ser las formas monoparentales o las homoparentales, las cuales son materia de otro enfoque de estudio, incluso si quisiéramos ver la forma en la que se estructuran con el sistema ocupacional.

Pero la familia conyugal no pasó a ser la forma predominante en el mundo moderno por sí sola, sino que los requerimientos de la modernidad así lo imponían, el progreso se perfilaba al individuo y necesita inevitablemente de él; las reglas del juego cambiaron entrada la era industrial. Sobre todo en el siglo XIX cómo lo señala Ralph Linton para el caso de E.U. Y Europa: “La expansión de la economía de Europa y E.U. Durante el siglo XIX y las grandes posibilidades que ha abierto a los individuos han destruido las raíces mismas de la organización familiar consanguínea. Actualmente la familia consanguínea sólo conserva sus funciones en distritos rurales de población antigua y en algunas dinastías capitalistas” (Linton en Nanda, 1970, pag. 23). Con esto, los hijos tienen que salir del núcleo familiar en el que crecieron buscando la dependencia