MUJER CÓMO VICTIMA DEL PODER NATURAL LEGITIMADO.

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Sin embargo, lo anterior no es ajeno a nuestra realidad cómo colombianas, no somos la excepción de tan preocupante y alarmante situación, ya que somos uno de los países de América latina donde la mujer no es solo víctima de la violencia doméstica o de la violencia de género, sino, también es víctima de la violencia en medio del conflicto armado.

El conflicto armado que ha vivido Colombia por espacio de cinco décadas ha dejado no sólo un gran derramamiento de sangre, una cantidad de viudas, huérfanos, desplazados y heridos. No obstante, se sigue insistiendo en agredirlas física y psicológicamente, debido al abuso, maltrato y tortura al que son sometidas, todos estos actos de barbarie hacen que el Estado Colombiano y garante de nuestros derechos despierte y actué a favor de los derechos de la mujer, por consiguiente la creación de la ley 1257 de 2008, en su artículo 1 y 2, explica el objeto de la misma

La presente ley tiene por objeto la adopción de normas que permitan garantizar para todas las mujeres una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado, el ejercicio de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico interno e internacional, el acceso a los procedimientos administrativos y judiciales para su protección y atención, y la adopción de las políticas públicas necesarias para su realización.

Además define la violencia contra la mujer como cualquier acción u omisión, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el amito público o en el ámbito privado. (2008, p.1).

Es importante destacar que la ley 1257 de 2008, ha sido creada para brindar mejores garantías a la mujer, sin embargo, los casos de violencia contra la mujer van en ascenso, por lo tanto la ley no ha logrado satisfacer plenamente los objetivos propuestos para dar fin a este flagelo de barbarie.

Bien lo afirma Federico Engels en su obra el origen de la familia, la propiedad privada y el estado, cuando escribió que el primer antagonismo de clase que surgió en la historia fue entre el hombre y la mujer, y la primera opresión de clases fue la del sexo femenino por el masculino, donde la mujer fue la gran perdedora, con el derrocamiento del derecho matriarcal y el surgimiento del patriarcado la mujer paso de ser la matrona y convertirse en una esclava, en la esclava de las pasiones masculinas, en un simple objeto del deseo, en el objeto de la propiedad de los hombres. No obstante a lo largo de la historia a las mujeres, les han sido negados sus derechos y en algunos casos la religión ha influido considerablemente porque se ha creído que el hombre es un ser superior, porque dios hizo pacto con él y no con la mujer.

Aunque algunas culturas justifiquen los actos de violencia contra la mujer en sus religiones, basadas en el modelo patriarcal de la ley de Moisés, y de algunos versículo bíblicos como el que está en el libro de Efesios capítulo 5, versículo 22 «Las casadas estén sujetas a sus maridos como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia y salvador de su cuerpo». No creo que el plan de Dios para la mujer fuera tan injusto y descabellado, pienso que el plan de Dios era que el hombre como cabeza tenía y tiene la obligación y deber de proteger a la mujer de cuidarla y de velar por ella, tratarlas como un vaso frágil como lo dice la primera epístola de Pedro en el capítulo 3 versículo 7: “Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida”.

Sin embargo esa conciencia alienada que había tenido a la mujer sometida a los deseos de la sociedad machista, donde imperaba la dominación del hombre hacia la mujer y que está tenía que someterse, porque de lo contrario estaría en desobediencia de las leyes divinas y en contra de las leyes naturales que consideraba a las mujeres inferiores en cuanto a la capacidad de producción, y sólo era apta para la procreación y la educación de los hijos, ha ido cambiando hoy vemos a la mujer abrirse un espacio en medio de la sociedad machista en la que se desenvuelve.

El proceso de desalienación (entiéndase por desalienación como el proceso critico donde se construye el futuro desde la realidad cambiando el paradigma del sometimiento y la obediencia extrema) de la mujer no ha sido fácil ha tenido que luchar incansablemente para poder lograr el reconocimiento de sus derechos, sólo con la revolución francesa de 1789, se comienza hablar de la igualdad entre los hombres y las mujeres (tanto en el campo político como social). Siendo una de las máximas gestoras Olimpia de Gouges,[2]quien publicó en 1791 la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, donde plantaba los principios de libertad e igualdad, además el derecho del voto para las mujeres.

La lista de mujeres que lucharon y que aún siguen luchando para logar el reconocimiento de los derechos de la mujer es larga, muchas de esas mujeres son famosas y pasaron a la historias como las grandes precursoras de los derechos de las féminas, no obstantes también hay muchas mujeres que no son reconocidas por la historia pero que con su trabajo y tesón son también forjadoras de tales derechos, para dar un ejemplo claro de estos podemos señalar aquellas mujeres cabezas de familias, viudas de las guerras, víctimas de conflicto armado, etc. Quienes anhelan vivir en una sociedad mejor y más justa para ellas y sus familias, para ello aportan su experiencia, su dolor y su perdón como un camino para lograr la paz; así lo han expresado en cada una de las manifestaciones donde han participados “no queremos parir más hijos para la guerra”( lema de la marcha de las mujeres en Bogotá, mujeres por la vida).

DESALIENACIÓN DE LA MUJER EN EL CONFLICTO ARMADO

El mapa de los lugares donde se ha presentado con mayor incidencia la violencia contra la mujer por motivo del conflicto armado en Colombia es muy extenso, se puede señalar como las poblaciones más violentas los departamentos de Antioquia, Arauca, Guaviare, Cauca, Cundinamarca, Tolima, Risaralda, y en especial los montes de María (población ubicada entre Bolívar y Sucre donde se encuentra el mayor azote de la violencia debido a su geografía).

En la realidad colombiana, la violencia contra la mujer en medio del conflicto armado, parece haber tocado fondo, ya no solo el cuerpo de la mujer es profanado con las violaciones, o la prostitución