Afrodescendientes en el norte. Reseña y referencia personal

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También, algo que ya es muy conocido y muy común actualmente entre esa gente que practica lo que personalmente llamo “brujería” son los famosos muñecos vudú o fetiches. Es un ritual originado de áfrica en el cual se hacen muñecos de distintos materiales a los cuales se les encaja agujas, alfileres, agujas o incluso cortaban distintas partes del cuerpo del muñeco, esto con la finalidad de dañar a una persona, todo esto mediante un conjuro de magia negra.

Lo dicho anteriormente me recuerda a una experiencia que tuve con una amiga. Esto es 100% verídico y paso hace ya unos años.

Cuando estaba en la preparatoria me hice amiga de una muchacha que se llama Salma, hasta la fecha seguimos siento amigas, actualmente ella estudia en FIME. Cuando estábamos en tercer semestre de preparatoria Salma se enamoró completamente de un muchacho el cual vivía en Linares pero su abuela vivía casi enfrente de casa de Salma, por eso lo conocía. Gracias a las redes sociales, Salma y el muchacho llamado Jairo Treviño hicieron una amistad muy fuerte. Comenzaron siendo grandes amigos, hablaban todo el día por mensajes e incluso tenían llamadas de 2 o 3 horas.

Nunca llegaron a verse, pues como menciono él vivía en Linares y no venía para Monterrey más que en Navidad y Año Nuevo.

Pasó un tiempo y Salma comenzó a enamorarse de Jairo, y él, no sé si lo hacía en buena forma o simplemente jugaba con ella, pero él le seguía la corriente. Se juraban amor eterno, tenían un amor a distancia, a pesar de no haber sido novios realmente, solo se trataban como tal.

Un día, Salma se encontró con que Jairo había regresado con su ex novia a pesar de que supuestamente ellos tenían “algo”. Ella sufrió mucho, aún recuerdo que llegaba llorando y se iba de la misma manera de la preparatoria. Se la pasaba callada en las clases –raro en ella pues para ser sincera es un tremendo perico y nunca se calla – y sus calificaciones comenzaron a descender en las etapas del semestre.

En una ocasión nos encargaron un trabajo en equipo por lo que fui a casa de Salma para que lo pudiéramos hacer. Al llegar me dijo que estaba haciendo algo, le pregunté qué era y me dijo que me diría pero que no podía contárselo a nadie. Se acercó a uno de los cajones de la cómoda y entre la ropa que había allí saco un muñequito de tela con muchas cosas encajadas al igual que una foto de Jairo enredada entre un calzón de color rojo que le pertenecía a ella. Me contó que leyó en Internet cómo hacer uno de esos muñecos vudú y un amarre para que Jairo volviera con ella. Por supuesto que nada funcionó, Salma no tenía ni idea de cómo es realmente esto de la magia negra así que obviamente el plan que tenía no salió como lo esperaba.

Mucho tiempo tuvo que pasar para que Jairo volviera a hablarle, en plan de amigos por supuesto. Pero ya nada tuvo que ver con ese pequeño trabajito que había elaborado tiempo atrás.