Apropiación de menores durante la dictadura de la década del ’70.
Enviado por Ninoka • 24 de Abril de 2018 • 4.569 Palabras (19 Páginas) • 342 Visitas
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Es increíble el grado de violencia y hostilidad que tuvieron los protagonistas de la represión que trajo la última dictadura militar, quienes desvalorizaron completamente la constitución nacional y con el poder en sus manos aplastaron y violaron los derechos humanos. Algunos derechos violados más representativos son:
Artículo 3 (tres): "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad, y a la seguridad de su persona";
Artículo 5 (cinco): "Nadie será sometido a torturas y penas, ni tratos crueles, inhumanos o degradantes".
Constan en los archivos de la CONADEP denuncias acerca de aproximadamente 600 secuestros que se habían producido antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976, es a partir de ese día que fueron privados ilegítimamente de su libertad decenas de miles de personas en todo el país.
Detenidos en su domicilio ante testigos 62%
Detenidos en la vía publica 24%
Detenidos en lugares de trabajo 7%
Detenidos en lugares de estudio 6%
Desaparecidos que fueron secuestrados en Dependencias Militares, Penales o Policiales, estando legalmente detenidos en esos establecimiento 0,4%
Campos de concentración.
Los centros clandestinos de detención (CCD) fueron instalaciones secretas empleadas por las fuerzas armadas y de seguridad para ejecutar el plan sistemático de desaparición de personas. Las Fuerzas Armadas clasificaban los CCD en dos tipos:
Lugar de Reunión de Detenidos (LRD): tenían una organización más estable y estaban preparados para alojar, torturar y asesinar a grandes cantidades de detenidos.
Lugar Transitorio (LT): tenían una infraestructura precaria y estaban destinados a funcionar como un primer lugar de alojamiento de los detenidos-desaparecidos.
Se contabilizaron alrededor de 340 centros clandestinos de prisioneros en todo el país, donde se los torturaba y asesinaba. Gracias a la liberación de unos 1.000 prisioneros, que lograron irse al exterior, fue que pudo obtenerse más información sobre lo que ocurría dentro de estos campos de concentración. Éstos, fueron principalmente "campos de tortura prolongada y sistemática", ya que el exterminio se hacía, en varias ocasiones fuera de ellos, en los llamados "traslado de prisioneros". Se calcula que por cada detenido eran necesarias alrededor de 10 personas, lo que serían 100.000 miembros directamente comprometidos con la fuerza y el proceso de aniquilamiento. El 1% de los desaparecidos fueron denunciados por personal subalterno de las Fuerzas Armadas o de seguridad.
Violencia hacia las mujeres.
Un aspecto del plan: "recuperarlas" o desaparecerlas
Cuando se intenta explicar qué fue el genocidio, pocas veces se tiene en cuenta que uno de sus aspectos característicos fue el tipo especial de violencia ejercida contra las mujeres detenidas. Pero menos aún se explica cuál era su objetivo y el por qué de sus particularidades. Es necesario entonces desmenuzar inicialmente las características propias de ese tipo de violencia como parte integrante de un plan sistemático llevado adelante durante la última dictadura militar.
Según el Informe Nacional sobre Desaparición de Personas, las mujeres constituyeron un 33% del total de los desaparecidos, de las cuales el 10% estaban embarazadas (un 3% del total).
A raíz de los testimonios recopilados pudimos evidenciar que la violencia específica hacia las mujeres fue sistemática, previamente planificada y aplicada reiteradamente sobre la mayoría de las detenidas en los diversos Centros Clandestinos de Detención (CDD) que funcionaron en el país. Conformaban la larga cadena de establecimientos que fueron utilizados para desplegar las técnicas que los militares habían aprendido en las escuelas de guerra del exterior. Cada una tenía sus fundamentos, sus objetivos, sus pasos específicos, premeditados. Nada quedaba librado al azar, ni siquiera el hecho de que estos centros fueran comisarías, locales, hospitales, fábricas emblemáticas, todos ellos "escondidos" y a la vez visibles, para amedrentar a la población que intentara resistir.
Entre las modalidades de tortura se encontraban las violaciones reiteradas y llevadas a cabo, muchas veces, por más de un represor, en la mesa de torturas o cuando las detenidas querían ir al baño. Por lo que la violación, además de constituir una forma de sometimiento y extorsión, buscaba también el dolor y castigo de las detenidas: disciplinar y "corregir", destruir la integridad física y psíquica de esas mujeres. "Recuperarlas", como decían los oficiales en su jerga.
La violencia se vistió de todas las formas posibles: desde la desnudez de las detenidas a la hora de las torturas, hasta la colocación de ratas en sus vaginas o, como en el caso de Adriana Calvo y otras parturientas, la obligación de limpiar la sala donde habían parido y hacerlas recoger la placenta, instantes después de dar a luz en cautiverio.
Comprender la dimensión de los "castigos" aplicados a las mujeres detenidas, su significado y sus intereses, es vital no sólo para tener en cuenta el plan sistemático sobre aquellas que vivieron semejante horror, sino también la intención disciplinadora sobre el conjunto de las mujeres que intentaran o pretendieran enfrentarse contra el orden social imperante. Así es como la dictadura ha logrado imprimir un estereotipo de mujer "santa", ligado exclusivamente a su función procreadora, siempre y cuando no procreara "subversivos". La mujer es en tanto madre. Y su papel principal lo ocupa dentro de la familia, núcleo fundamental del orden.
Detenidas embarazadas.
La ESMA, el Hospital Naval y el Hospital Militar fueron tres de los más importantes centros equipados para desarrollar las tareas de parto de las detenidas embarazadas.
A partir de diversos testimonios de mujeres que dieron a luz en los CCD y recuperaron su libertad, o de aquellas que compartieron celda con mujeres que esperaban un bebe y darían a luz en el centro, es posible reconstruir una lógica de tratamiento y posterior expropiación de estos bebés de las manos de sus madres y/o padres.
Casi la totalidad de las embarazadas secuestradas eran mujeres de no más de treinta años,
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