Cómo el espacio digital ha establecido nuevas formas de comportamiento en el ser humano
Enviado por Dilan PS • 24 de Julio de 2022 • Ensayo • 1.981 Palabras (8 Páginas) • 301 Visitas
¿Cambia la gente entre un lugar y otro? Este ensayo busca mostrar cómo el espacio digital ha establecido nuevas formas de comportamiento en el ser humano. El comportamiento de las personas puede entenderse como manera de actuar, hablar, escribir, etc. Para comprender los cambios entre espacios digital y real es necesario analizar qué tan diferentes son las personas en algunos aspectos entre un escenario y otro. Así, la subjetividad de las personas, su construcción personal en lo virtual y en lo real, son diferentes en varios sentidos, teniendo en cuenta algunos criterios para cambiar el yo que se muestra a los demás. También cambia la veracidad de lo que se ve o escucha, pues es difícil comprender cuán verídica es una afirmación únicamente desde una pantalla sin confirmar previamente las fuentes o saberlo por experiencia personal. Por último, la manera en que las personas conviven entre sí también cambia entre un espacio y otro, las relaciones existentes también hacen lo propio, siendo diferentes la mayoría de las ocasiones, aunque pueden parecerse en otras. La manera de existir entre un lugar y otro suelen diferir entre sí, logrando la impresión de que cada persona es distinta cuando se cambia en escenario.
Para empezar, el primer paso para darse a conocer con los demás es conocerse uno mismo, construir el yo de cada uno. En la vida real esta construcción es individual, la fachada que se deja ver cara a cara es la más real que puede obtenerse de esa persona. En cambio, en los espacios digitales, como por ejemplo las redes sociales, cada individuo no está solo en su construcción personal, pues todos consideran qué imagen personal desean dar ante el resto de la gente, ante el público, y así cada persona construye una fachada idealizada que puede diferir en gran medida de la realidad, pero que fue construida en busca de encajar con los criterios de la sociedad, modificando la propia identidad para “verse bien” frente a los demás, la concepción de que hay un proceso de negociación de identidades sugiere que la forma como “la persona se representa en las redes es directamente influenciada por las interacciones que acontecen en la continuidad de lo que se da dentro y fuera de estas redes” (Marra e Rosa, Rodrigues dos Santos, Stengel, & De Freitas, 2016). En este aspecto, de cierta manera hasta se pierde la libertad de pensamiento y acción, pues cada uno está tratando de mostrar lo mejor de sí y encajar de acuerdo a ciertas modas que se dan en las redes sociales. Claro está que en la vida real tampoco hay demasiada libertad para actuar o hablar, pues siempre hay cosas que no se pueden decir, pero sí se puede mostrar cada quien como es, pues como suele decirse “en la vida real no hay filtros”, refiriéndose no solo a la parte visual (en las fotos la gente se ve mejor tras aplicarse algunos filtros), sino que también se refiere a que en persona las personas suelen mostrar algunos rasgos inapreciables en lo virtual, como lo son expresiones, acentos, mímica al hablar, etc. Esta libertad es la que se pierde en lo digital, porque se carga siempre con la idea del “qué dirán”, y aunque alguien afirme que no le importa, claro que le importa, no tanto como a otros pero siempre es algo que se tiene en cuenta. El artículo “Estetización del self en redes sociales: contradicciones humanas y producción subjetiva contemporánea” (Marra e Rosa, Rodrigues dos Santos, Stengel, & De Freitas, 2016) detalla desde distintas perspectivas sobre las reacciones de las personas al observar los comentarios de cualquier publicación, ya sean fotos, videos, estados, entre otros, ya que reflejan la buena interacción de lo que sucede dentro y fuera de las redes sociales. Su aporte está en que permite conocer hasta qué punto, el ser humano es partícipe de exponer su vida personal en publicaciones que tratan de mantenerlos conectados con el mundo y apartados de sí mismos, cuando se podría disfrutar al máximo las experiencias de dicho momento, para así no sentirse cuestionados o afectados por el qué dirán.
Así mismo, la veracidad es un tema muy a tener en cuenta respecto a la información (noticias, imágenes, mensajes) en los espacios virtuales, frente a la seguridad que puede proveer la realidad. En redes sociales las personas, como se dijo previamente, muestran lo que desean mostrar al público y suelen ocultar sus rasgos menos queridos, defectos que pueden afectar a la imagen que cada uno desea que la gente tenga de sí, alterando su verdadera identidad buscando aceptación social. En los espacios virtuales es más difícil reconocer el tono o expresividad que se le está dando a cierta palabra o frase. En la vida real las personas suelen dar ciertas pistas llamadas expresiones faciales, sonreír, fruncir el ceño, desviar la mirada, una lágrima, etc. En los espacios virtuales no se puede observar esto en muchas ocasiones, exceptuando claro las videollamadas, en los mensajes de WhatsApp, por ejemplo, no se aprecian estas pistas, lo que se tiene es el mensaje a secas adornado de algunas herramientas de la aplicación, como emojis, GIFs o stickers, pero no se puede saber si de verdad la otra persona reaccionó de la manera que su mensaje insinúa, pues en estos espacios pueden ocultar intenciones distintas a las que deja ver virtualmente. Otro aspecto comparable y contrastable es conocer a otras personas. En los espacios digitales y reales suele tener un grado de dificultad de acuerdo a las habilidades sociales del sujeto, y se empieza siempre desde el desconocimiento parcial o total de la otra persona. Sin embargo, en la vida real suele ser más complicado obtener datos de alguien desconocido sin hablarle primero, mientras que en las redes sociales esos desconocidos se abren un poco al mundo y muestran información que suele amenizar el proceso de conocer a alguien. Ante esto, la propia empresa afirmó “las personas deben ser propietarias de su información. Deben tener libertad para compartirla con cualquiera que ellos decidan, llevarla consigo a cualquier lugar e incluso retirarla del servicio de Facebook.” (Facebook, 2016). Aun así, la información otorgada por los demás en espacios digitales puede no ser tan verídica como aparenta. Para empezar, la velocidad en la que se comparte información muchas veces ni siquiera permite su verificación previa, y cada persona puede darle un tono diferente a la información que obtenga de los demás. Frente a esto, puede decirse que es más confiable la información de los espacios reales, pues sus evidencias suelen ser la propia experiencia, y eso le gana a cualquier imagen o video que se tenga de algo, “ver para creer”. El artículo “La Veracidad de la Información Expuesta en las Redes Sociales” (Castillo Valenzuela, Cruces Hernández, & Guerra Goglios, 2016), fue escogido debido a que aborda el tema de la veracidad de la información en la red social más famosa del mundo: Facebook. Con esto se puede comparar cómo es la información que se mueve por los espacios digitales frente a la información en la vida real. Se aportan ciertos criterios que sirven como referencia para la medición del nivel de verdad en lo que se publica por Facebook. Se dan también datos que diferencian a un lector de la información de los espacios digitales de los lectores de papel (haciendo referencia a las noticias en medios impresos tradicionales).
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