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El Trabajador Friccionado y El Papel Del Sistema

Enviado por   •  1 de Junio de 2018  •  2.952 Palabras (12 Páginas)  •  335 Visitas

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Por lo tanto es preciso comprender al trabajo social “como una praxis ideológica específica en el marco de los proyectos hegemónicos” (Brandt, 1996: 143) que contribuye a “la reproducción de las condiciones de producción, es decir, a la regulación y a la institucionalización de las formas sociales contradictorias” (ibidem). Por lo tanto, los problemas sociales y su solución no constituyen, vistos de forma objetiva, el objeto del trabajo social. Lo son más bien los problemas sociales y el bloqueo de su solución(Brandner, 1997)

El Sistema [r]

Como la realidad carcelaria se presenta en la actualidad lejos de los requisitos necesarios para poder cumplir funciones de resocialización y los estudios de los efectos de la cárcel sobre la carrera criminal (piénsese en la alta cuota de reincidencia) han invalidado [s]ampliamente la hipótesis de la resocialización del delincuente a través de la cárcel, la discusión actual parece dominada por dos polos: uno realista y otro idealista.

Desde que el hombre existe, el castigo y la privación de la libertad han sido motivo de muchos cuestionamientos y reflexiones en todas las culturas y en todas áreas del conocimiento[t]. El hecho de privar. Sin embargo, ni privación de la libertad ni la cárcel han conseguido disminuir la delincuencia, por el contrario, el fenómeno delictivo sigue evolucionando y creciendo. (Baratta, Criminologia y Sistema Penal, 2000)

El delito tiene víctimas y el reparto de la victimización es tan selectivo como el de la criminalización. No en vano las clases subalternas son víctimas de la publicidad mediática vindicativa, pues son los más victimizadas

La cárcel ha sido el instrumento esencial para la creación de una población criminal reclutada casi exclusivamente entre las filas del proletariado y separada de la sociedad y, con consecuencias no menos graves, de su clase. En la demostración de los efectos marginadores de la cárcel, de la imposibilidad estructural de la institución carcelaria para cumplir la función de reeducación y de reinserción social que la ideología penal le asigna, concurren la observación histórica (que demuestra el sustancial fracaso de toda obra de reforma de esta institución en cuanto a la obtención del objetivo declarado) y una vastísima literatura sociológica ampliamente basada en la indagación empírica[u].

El derecho penal tiende a privilegiar los intereses de las clases dominantes y a inmunizar del proceso de criminalización comportamientos socialmente dañosos típicos de los individuos pertenecientes a ellas, y ligados funcionalmente a la existencia de la acumulación capitalista, y tiende a orientar el proceso de criminalización sobre todo hacia formas de desviación típicas de las clases subalternas(Baratta, Criminologia Critica y Critica del Derecho Penal , 2004).

Esto equivale a decir que no sólo las normas del derecho penal se forman y aplican selectivamente, reflejando las relaciones de desigualdad existentes, sino que el derecho penal ejerce también una función activa, de reproducción y de producción, respecto a las relaciones de desigualdad.

La necesidad de profundizar la realidad del poder punitivo hizo que las miradas se dirigieran en diferentes direcciones y se encontraran con otras que ya habían reparado en esos fenómenos del poder. Por eso, cuando echamos una mirada sobre la crítica criminológica de nuestros días, muy lejos de creer que no existe, lo que vemos es que se desbandó en diferentes sentidos

El sistema punitivo produce más problemas de cuantos pretende resolver. En lugar de componer conflictos, los reprime y, a menudo, éstos mismos adquieren un carácter más grave en su propio contexto originario; o también por efecto de la intervención penal, pueden surgir conflictos nuevos en el mismo o en otros contextos. El sistema punitivo, por su estructura organizativa y por el modo en que funciona, es absolutamente inadecuado para desenvolver las funciones socialmente útiles declaradas en su discurso oficial, funciones que son centrales a la ideología de la defensa social y a las teorías utilitarias de la pena(Baratta, Criminologia y Sistema Penal, 2004).

Se vislumbran 2 elementos implícitos en el discurso del derecho penal y del sistema punitivo uno realista y el otro escéptico:

- El primero podría llamarse el elemento escéptico. El legislador sabe que las innovaciones aportadas al sistema carcelario no pueden hacer desaparecer de un golpe los efectos negativos de la cárcel en la vida futura del condenado, y que se oponen a su reinserción.Contener lo más posible aquellas particularidades de la vida de la institución que puedan tomar al detenido incapaz para la vida, de modo que la diferencia entre una vida en la institución carcelaria y la vida en el exterior no sea más grande de lo inevitable

- El elemento realista está dado por la conciencia de que, en la mayor parte de los casos, el problema que se plantea respecto del detenido no es propiamente el de una resocialización o de una reeducación. En la base del actual movimiento de reforma penitenciaria se encuentra más bien la representación realista de que la población carcelaria proviene en su mayor parte de zonas de marginación social, caracterizadas por defectos que influyen ya en la socialización primaria de la edad preescolar (Baratta, Criminologia Critica y Critica del Derecho Penal , 2004).

El reconocimiento científico de que la cárcel no puede resocializar sino únicamente neutralizar; que la pena carcelaria para el delincuente no representa en absoluto una oportunidad de reintegración en la sociedad sino un sufrimiento impuesto como castigo.

La cárcel produce hoy, reclutándolo sobre todo en las zonas más desfavorecidas de la sociedad, un sector de marginación social particularmente cualificado por la intervención estigmatízate del sistema punitivo del Estado, y por la realización de aquellos procesos que, en el nivel de la interacción social y de la opinión pública, son activados por la pena y concurren a realizar su efecto marginador y atomizador.

La cárcel representa, en suma, la punta del iceberg que es el sistema penal burgués; representa el momento culminante de un proceso de selección que comienza aun antes de la intervención del sistema penal con la discriminación social y escolar, con la intervención de los institutos de control de la desviación de los menores, de la asistencia social, etc. La cárcel representa generalmente la consolidación definitiva de una carrera criminal.

Esto permite a un inspirado representante de la nueva ideología penitenciaria escribir: En

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