Los Juicios Agrarios

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-El Tribunal Superior Agrario.

El Tribunal Superior Agrario le compete conocer sobre Recursos de Revisión en contra de sentencias dadas por los Tribunales Unitarios, cuando hay conflictos sobre límites de tierras entre ejidos, o entre estos y particulares; o cuando se decidió sobre restitución de tierras por autoridades agrarias y hay inconformidad. Al poseer autonomía, decide sobre el establecimiento de la Jurisprudencia Agraria, resolviendo sobre qué tesis deberán observarse, cuando exista contradicción entre criterios dentro de los propios Tribunales Unitarios, buscando armonía y concordia legal. Los criterios decididos son dados a conocer el Boletín Judicial Agrario.

Compuesto por cinco Magistrados Numerarios, uno de ellos lo preside. El Tribunal Superior tiene su sede en el Distrito Federal. El Presidente del Tribunal Superior Agrario dura en su puesto tres años pero puede ser reelecto. En sus ausencias es suplido por el Magistrado correspondiente.

-Los Tribunales Unitarios Agrarios.

Los Tribunales Unitarios serán competentes para conocer sobre conflictos relacionados a restitución de propiedades en las comunidades y conflictos que tengan que ver con deslinde de terrenos. De controversias entre ejidatarios, comuneros, y vecinos, debido a que en varias ocasiones se dan conflictos en la administración agraria de parte de los representantes de las comunidades, y debe intervenir la autoridad; por ejemplo: estrategias de aprovechamiento de los recursos comunales y explotación de los mismos.

Están a cargo de un Magistrado Numerario. Los Magistrados Supernumerarios, suplen las ausencias de estos últimos. Nuestro país se divide en Distritos, cuyos límites territoriales los designa el Tribunal Superior Agrario, pudiéndolos modificar en caso que se requiera. Habrá tantos Tribunales Unitarios como sean necesarios.

-¿Qué se necesita para ser Magistrado?

Se deben reunir los siguientes requisitos, como ser ciudadano mexicano por nacimiento y tener 30 años de edad, por lo menos. Tener título de Licenciado en Derecho y no haber sido condenado por delito. El retiro se da al cumplir setenta y cinco años de edad. Es de resaltar que el Presidente de la República elabora una lista de candidatos a estos puestos, pero es la Cámara de Senadores la que decide finalmente.