Narrativa de una Experiencia Pedagógica.
Enviado por Mikki • 29 de Noviembre de 2017 • 2.614 Palabras (11 Páginas) • 448 Visitas
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En lo que respecta a la escuela a la que asistimos, la misma es de jornada completa. Éstas son aquellas donde sus estudiantes de nivel primario, están ocho horas en clase y han sido creadas con otros fines; no sólo la extensión de las actividades de los alumnos, sino también desarrollar una serie de actividades alternativa, como talleres artísticos, actividades deportivas, programas solidarios y comunitarios.
Como se explica, la institución abarca ocho horas, desde las 8 hasta las 16 hs aproximadamente. Se les brinda a los alumnos un desayuno al llegar a la escuela, para luego comenzar con el desarrollo de las áreas curriculares tradicionales. Luego se comparte el almuerzo (esta cuenta con un comedor escolar) y, a continuación, se plantean los módulos de actividades extracurriculares, como el aprendizaje de danzas, música, literatura, juegos lúdicos, lenguas extranjeras, herramientas que puedan servir en el ámbito laboral.
Los marcos normativos que impulsaron esta propuesta educativa son:
- Ley de Financiamiento Educativo N° 26075/05; artículo 2°.
- Ley de Educación Nacional N° 26206/06; artículo 28°.
- Ley de Educación Provincial N° 9890/08; artículo 31° y 33°.
Los mismos ofrecen una organización institucional y curricular flexible, de jornada simple, extendida o completa, domiciliaria, hospitalaria y en contexto de privación de la libertad, para favorecer el desarrollo de actividades que permitan intensificar la lectura, la escritura, el cálculo, acciones culturales, artísticas, de educación física, deportiva y recreativa.
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Nuestro abordaje a la escuela: Relato en Primera Persona
Fuimos conformadas en parejas pedagógicas, el día que llegamos a la escuela para las observaciones participantes de dicha institución elegida.
Esperamos ese día con muchas ansias, nervios, expectativas y sentimientos que se encontraban en conjunto respecto de cómo estar delante de un grupo de alumnos, cómo serían las docentes, la reacción de los chicos, cómo seríamos recibidas en la institución, y la incertidumbre de ese encuentro.
Al llegar a la escuela los chicos estaban en la plaza, nos dirigimos a Dirección para anunciarnos y en ese horario los Directivos se encontraban almorzando. Esperamos media hora hasta que nos informaron donde se dictaba el Taller, el mismo estaba a cargo por una docente específica y dos de los grados correspondientes.
Al volver los chicos de la plaza, se los formó en el patio según su grado y nos dirigimos al aula que se encontraba en la planta alta de la escuela, al ritmo de una canción: “chinche poroto uno detrás del otro”. Los niños se encontraban eufóricos e intrigados al vernos, ya que en ese momento no nos presentaron, sino hasta más adelante refiriéndose a nosotras como “chicas”; en su gran mayoría eran niñas, una de ellas integrada.
A continuación se los dispuso en forma de ronda para realizar movimientos de relajación y expresión corporal por medio de la canción “alegría”, todos imitaban los movimientos de la docente del Taller mientras las acompañantes ordenaban e imitaban junto con los alumnos. En ese momento nosotras sin saber qué hacer decidimos integrarnos al círculo para formar parte de esa actividad por nuestra cuenta. Durante estos ejercicios de relajación un alumno jugaba con un anillo de luces y no prestaba atención, las docentes lo ignoraban hasta que una de ella se lo quita.
Al terminar los ejercicios de relajación, comenzaron a realizar juegos con música adecuada a la actividad y los niños comenzaron a llamarnos “Seño”, ellos nos preguntaban nuestros nombres y se apegaban a nosotras en el transcurso del Taller. Los juegos consistían en crear con la imaginación situaciones donde los niños coordinaran movimientos corporales y de imitación a animales, como saltar en un pie, salto e imitación de una rana, de un pollito, de un dragón, tiburón, etc.
El límite de los juegos se marcó con una cuerda la que simulaba ser un puente, un río, y divisor de agua y tierra. Algunos alumnos se interesaban por los juegos y otros no, ya que era demasiado repetitivo, el niño del anillo con luces aún intentaba llamar la atención y no obedecía a las reglas del juego, las maestras lo aislaban y se enfocaban en el resto de los alumnos.
Los juegos se dividían en dos grupos, en los que se formaban en filas y competían para pasar el puente (cuerda dispuesta en el piso), sin caerse del mismo para ejercitar el equilibrio, luego el límite que marcaba la cuerda entre agua y tierra correspondían a un sonido instrumental distinto, donde el “toc toc” era tierra y la flauta era el agua. En este juego nosotras éramos las encargadas del orden de los alumnos, tarea que nos designaron las docentes a cargo. La última actividad consistió en aprender a tocar con la flauta el sonido básico 2X3, donde por cuenta propia ayudamos a los niños a colocar los dedos en los agujeros de la flauta. En el transcurso de este ejercicio los alumnos se descontrolaban, no prestaban atención a la maestra y tocaban la flauta sin cesar, aturdiéndose entre todos a tal punto que “nos dolían los oídos”.
Al finalizar la clase guardaron los instrumentos del Taller y formaron nuevamente una fila y bajamos al patio cantando la canción anterior. Nosotras nos despedimos de las docentes y nos dirigimos a Dirección para completar la planilla de asistencia de las prácticas con la Directora de la institución. Después de esto nos retiramos dando por finalizada la práctica y siendo ésta la única visita a la institución.
Nuestras expectativas respecto a esta experiencia antes de la visita, eran de mucho entusiasmo, de ser recibidas por alguien de Dirección, ser presentadas por nuestros nombres como practicantes ante el grupo de alumnos, que las docentes nos cuenten de qué se trataba el taller, que nos dieran un papel de participantes en el mismo, que nos integraran y nos hicieran sentir una más, cosa que no pasó.
Con respecto a la clase del taller nos pareció repetitiva, sentimos que era de poco interés para los chicos, con poca planificación y organización respecto al descontrol de los mismos, coincidimos en que nos pareció poco creativo, y también nos hubiese gustado llevar alguna propuesta nosotras, pero debido a las circunstancias no pudimos y lo vimos como una manera
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