¿No más AFP’s?

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De modo que la mayoría de los argumentos entregados para criticar al sistema, se fundamenta en el desconocimiento y desinterés de cada uno.

Sucede que si las personas se interiorizaran más sobre el efecto que tienen sus decisiones sobre las administradoras, se empoderarían de las opciones que les entrega la normativa del sistema y podrían escoger en qué AFP afiliarse, en qué fondo tener su dinero, cuando es mejor cambiarse de fondo, conocer el efecto que tiene la rentabilidad en sus fondos, saber cuántas veces puede cambiarse AFP y de este modos presionar a las administradoras para optimizar cada área de modo de mantener satisfechos a sus afiliados.[c]

“Sin embargo, la cantidad de información que los afiliados manejan es muy baja, al igual que el “involucramiento” con su situación previsional. Es decir, los afiliados no entienden el sistema de pensiones, ni de qué forma deberían participar en sus decisiones y tampoco están interesados en entender.” (Berstein, 2005, p. 5)

En relación a lo anterior, si los afiliados tuvieran información acabada de sus posibilidades de cambiarse de AFP, y decidieran de manera masiva seguir a aquella que les solicita menos dinero por administrar sus fondos, la fuga de afiliados sería considerable, por lo cual es muy probable que para fidelizar a sus afiliados el monto de la comisión tienda a la baja.

Del mismo modo pasaría si se pusiera atención en la rentabilidad que presentan las AFP, si una administradora toma consciencia que sus afiliados están emigrando a otra a causa de los mejores indicadores de rentabilidad, definitivamente tenderán a invertir más recursos en personal calificado u optimizar sus inversiones de modo que sus índices mejoren.

A causa del desinterés se está impidiendo la regulación natural del sistema, ya que el actor principal (los afiliados) no está entregando la información necesaria para la retroalimentación de las administradoras.

Además Berstein (2005, pp. 4) explica que:

“El sistema de capitalización individual con administradoras privadas que compiten requiere de consumidores activos respecto al tema previsional. De esta forma se lograría una efectiva competencia entre las administradoras, tal que los precios se igualen a costos marginales y la rentabilidad alcanzada sería la más alta, al menor nivel de riesgo posible. Sin embargo, la cantidad de información que los afiliados manejan es muy baja, al igual que el “involucramiento” con su situación previsional. Es decir, los afiliados no entienden el sistema de pensiones, ni de qué forma deberían participar en sus decisiones y tampoco están interesados en entender”

Discusión:

Los estudios muestran que la desinformación es un hecho real, lo cual, conlleva a errores en el sistema. Se llama error a la imposibilidad de regulación o de mejoras al sistema, toda vez que al no conocer la relevancia del monto de una comisión o la rentabilidad las empresas que administran los fondos, creerán estar haciendo de manera correcta sus procesos, por lo tanto, no habrá variación en el tiempo, pues no existe una retroalimentación o discusión respecto al tema.

Por otro lado, la opinión de las personas se basa en el discurso del movimiento “No más AFP”. Sin reconocer la desinformación que cada uno tiene y cómo esto afecta en las bajas pensiones que efectivamente son reales. Vale decir, no existe empoderamiento del tema, sino sólo un descontento desinformado.

Entonces se reconoce que el sistema de pensiones en Chile cambió desde un sistema de reparto a un sistema privado de capitalización individual. Y finalizada la primera generación de ahorro, se manifiesta un descontento porque no se ha cumplido la promesa de los creadores del modelo al decir que las pensiones serían un 70% del sueldo de los últimos 10 años laborales[d]. Lo cual sumado a cómo las personas desde su despreocupación, desinterés y desconocimiento, aportan a que el sistema previsional chileno se encuentre en crisis.

Conclusión:

Se concluye en una aceptación a la tesis, de modo que los afiliados sí deben informarse adecuadamente respecto al funcionamiento del sistema de pensiones que regula a las AFP’s. Para cumplir con esto es necesario el interés unilateral de cada una de las personas afiliadas al sistema, sin embargo, sería un aporte si se realizaran diversas estrategias por partes de las administradoras y/o autoridades de gobierno para entregar la información a las personas, ya sea, a colegios, organizaciones sociales, universidades, entre otras, a través de mecanismos necesarios para educar al país en las aristas que tienen relación con las pensiones de los chilenos. De este modo se obtendrían resultados a mediano plazo para reestructurar lo necesario, potenciar lo positivo y eliminar lo negativo.

Referencias Bibliográficas:

Berstein, S. y Ruiz, J. (2005) Sensibilidad de la Demanda con Consumidores Desinformados: El Caso de las AFP en Chile. Serie Documentos de Trabajo Superintendencia de Administradoras de Fondos de Pensiones. Gobierno de Chile.

Quilodrán, F. y Rivas, D. (2014) Una AFP estatal no resuelve los problemas fundamentales del sistema de pensiones chileno. Seminario para optar al título de Ingeniería Comercial, Universidad de Chile.