“Política, cultura y clase durante la revolución francesa” (Córdoba: Univ. Nacional de Córdoba, 2008)
Enviado por Sandra75 • 22 de Noviembre de 2018 • 4.623 Palabras (19 Páginas) • 396 Visitas
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Comentario personal crítico:
La autora del texto hace un importante estudio cultural de la época, dando importante énfasis en lo político, en este sentido es una idea bastante revolucionaria, siendo que grandes obras del periodo no enfatizan mucho en estos aspectos culturales, pero es importante criticar el hecho de que la autora no de mucho énfasis en aspectos más estructurales, como por ejemplo, lo relacionado con lo económico y social, que son aspectos trabajados fuertemente por Eric Hobsbawm, Rudé y Thompson, en ningún sentido quiero decir que la autora se manifiesta en contra de las interpretaciones realizadas por los historiadores marxistas mencionados, pues ella deja claro que fue así, solo que para efectos de su investigación no los consideraría, pero sería interesante poder apreciar cómo estas estructuras se fueron materializando culturalmente en la sociedad de la época y las consecuencias que generan post revolución francesa.
Utilidad o aporte del texto: El texto presentado por la profesora Hunt simboliza un aporte significativo al entendimiento de la revolución francesa, pues, sin intenciones de redundar, este proceso es de gran interés para la comunidad académica, no obstante la autora le da un matiz diferente, integrando aspectos más culturales del proceso en sí, integrando incluso al pueblo más bajo que formó parte de esta revolución, aspecto que no había sido considerado con anterioridad, teniendo presente que el protagonismo se lo llevaba el triunfo del capitalismo por sobre el feudalismo o la lógica de causa y consecuencia.
Por lo tanto es ahí donde radica la importancia del aporte del texto, en romper con una tradición investigativa de la revolución, entregando un contenido desde una vertiente historiográfica novedosa en la temática que es la Historia cultural, y en este sentido, la utilidad está en la nueva interpretación que hace de la política practicada en la época, no viéndola desde el estudio de los diferentes personajes de relevancia en la época, si no que considerando la significación realizada por la sociedad en general, tomando en cuenta el lenguaje, gestualidades, expresiones de las personas. Y además identificando la importancia política de la revolución, en el sentido de que se evidencia como este acontecimiento es el encargado de cimentar la actual cultura política.
Texto: “La era de las revoluciones” (Buenos Aires: Crítica, 2013)
Autor: Eric Hobsbawm
Reseña del autor:
Eric Hobsbawm es un historiador judío nacido en Egipto en 1917, pero nacionalizado en Inglaterra, siendo ese el país en donde construyó su carrera como historiador, publicando las obras más importantes e influyentes de historia moderna. Este autor mantuvo un fuerte lazo con el partido comunista de Inglaterra, por lo tanto, fuertes lazos con la ideología marxista, lo que lo convirtió en uno de los historiadores más famosos de dicha vertiente, cultivando la historia marxista de una forma única e inigualable durante el siglo XX. Dentro de sus obras más importantes se puede mencionar Historia del siglo XX, La era del capital, La era del imperio, La era de la revolución (1789-1848).
Tesis Central:
Lo que Eric Hobsbawm busca argumentar en su publicación es que la revolución francesa fue la finalización de las revoluciones burguesas que se estaban gestando ya con anterioridad, así mismo le otorga relevancia de carácter mundial a esta revolución, en el sentido de que impactó tanto socialmente, políticamente y económicamente, siendo además una “revolución social de mesas”.
Ideas principales:
para comenzar a argumentar su tesis, el autor recurre a trabajar una serie de causas y detonantes de la revolución francesa, en este sentido, el autor toma como causa el estancamiento del poder de la nobleza en los cargos políticos, entendiendo los intereses económicos que tenían detrás, la situación genera el repudio de la burguesía que posteriormente se levantaría ante esta situación. Pero el autor también les asigna relevancia a las ideas generadas por intelectuales anteriores a la revolución, en este sentido toman importancias las ideas construidas desde la ilustración, que se relacionaban con la libertad y la soberanía del pueblo para elegir representantes, “en este sentido los filósofos pueden ser considerados en justicia los responsables de la revolución”[3]. Pero al mismo tiempo se apela a que “es menester considerar la revolución norteamericana de 1776 como una erupción de significado” pues si bien no es una causa directa, es posible mencionarla como un acontecimiento importante para el proceso trabajado por el autor.
Al mismo tiempo que el autor le entrega relevancia a la burguesía en el proceso de revolución, lo hace también considerando a los grupos bajos, pues a pesar de que este grupo social no tenia las mismas exigencias que la burguesía, si tenían la misma intención, que era poner fin al régimen monárquico, en este sentido resalta la participación de los grupos organizados en torno a los “San-coluttes”, que agrupaba a los campesinos, obreros y artesanos, es importante considerar este movimiento, pues no hay que olvidar que fueron los protagonistas de la toma de las vastillas de 1789. Hay que destacar que la integración de este grupo de obreros es producto de las reformas y acciones realizadas por la monarquía, que repercutían directamente en estos sectores y que acrecentaba el descontento de este sector social.
En base a lo anterior, es preciso mencionar nuevamente que, si bien el autor menciona varias causas y detonantes de la revolución, el argumenta que las condiciones, ya sean políticas, sociales y económicas, ya estaban formadas hace ya buen tiempo en algunos lugares de Europa.
Posterior a la revolución francesa, Hobsbawm le da mención a Napoleón Bonaparte, que fue protagonista de un proceso que cambia el sentido de la revolución radicalmente, pues se pasa a un periodo de guerra y de anexión de territorios, lo que finalmente terminaría en que el régimen monárquico fuera reestablecido en Francia.
Y para finalizar es preciso mencionar que para Hobsbawm la revolución francesa tuvo un significativo valor para las futuras revoluciones, en el sentido que “la influencia indirecta de la revolución francesa es universal, pues proporcionó el patrón para todos los movimientos revolucionarios subsiguientes y sus lecciones (interpretadas conforme el gusto de cada país o cada caudillo) fueron incorporadas en el moderno socialista
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